Microrec: Adicto
En realidad esto del amor no tenía ninguna lógica. Ningún razonamiento sensato amparaba la sensación eufórica cuando ella le miraba, ni el infierno que suponía su indiferencia. Tampoco la imperiosa necesidad de verla a diario. No. Estaba claro que, por más que estuviera socialmente aceptado, el amor era sinónimo de enfermedad. Una dependencia psicotrópica absoluta de un estupefaciente difícil de alcanzar: sus labios.
Mi despojito semanal al REC.
Estamos hechos de fetiches.
ResponderEliminarBesos Filias.
Y que lo digas Miguel.
EliminarBesos mil.
Esa última frase resulta demoledora. El relato es breve pero va directo al hígado. Suerte con el siguiente :)
ResponderEliminarMuchas gracias Juan Antonio. Es un auténtico placer tenerte por aquí.
EliminarBesicos.
Ay lo adictos que somos a esa 'droga' y que fácil es desengancharse de ella. Izaskun, venga que seguro que te volvemos a oír por una radio pronto. Un besazo.
ResponderEliminarGracias Loren pero me parece que últimamente no ando muy acertada con las ondas. No se yo...A ver si te oigo a ti pronto al menos, que creo que estas en racha.
EliminarBesotes
Que tendrá el amor que nos vuelve seres irreconocibles por nosotros mismos. Me gustan tus labios psicotrópicos. Un beso guapetona.
ResponderEliminarEl amor es lo que tiene. Que nos vuelve del reves y ademas engancha... besicos y besicos.
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