Había
brotado, en medio del huerto, un imponente piano de cola que ahora ella miraba cautelosa, pues resultaba muy sospechoso que
hubiese germinado en el lugar exacto de la improvisada sepultura.
Sin embargo, a pesar de su
desconfianza inicial, la melodía seductora que surgía del interior del
instrumento la embelesó de tal modo que ignoró tanto el peligro como el palpitar
de las dentelladas que él había dejado impresas en su piel. Sometida por la música,
se acercó a la superficie lacada del piano sin advertir las fauces de madera
que la engulleron mientras una siniestra vibración recorría sus teclas.
Él, satisfecho, dejó caer la tapa. Finalmente
había logrado hacerla suya.
Participación para esta semana en REC
¡¡Qué bueno!! Me ha gustado mucho ;)
ResponderEliminarBuen finde! Besos
Gracias Ana!
EliminarPasa un fin de semana estupendo tu también.
Muaaaacs.
Jejejejeje, me ha gustado la idea y el juego de palabras, hacerla suya! :)
ResponderEliminarMuy bueno!
Besos
Muchas gracias Marilú. Te mando un fortísimo abrazo, guapa.
EliminarBesetes
Hola, Filias.
ResponderEliminarEs estupendo como has visto un caníbal en ese dulce piano surgido en un huerto... ¡Qué imaginación tan extraordinaria!
Veo en mis cartas que tendrás suerte en la próxima semana... Uf, mucha, pero mucha suerte.
Un beso gigante, rebonita.
Muchas gracias Towanda, por el halago. Aunque las cartas se equivoquen no me importa, que hay que ver qué nivel os gastáis. Yo, me siento chiquitita, muy lejos de vuestros micros, pero voy leyendoos y aprendiendo de todos.
EliminarBesos mil, muaaaaaccccs.