miércoles, 12 de febrero de 2014

Solo un muerto más de Ramiro Pinilla



 Con los baúles cargados de libros que le entrega un familiar, el joven Sancho Bordaberri decide abrir, en plena posguerra, una modesta librería de lance en Getxo. Cuenta enseguida con la complicidad de Koldobike, una mujer entusiasta y vehemente. En el fondo, lo que quiere Sancho es ser escritor de novelas policiacas, pero nunca logra igualar a sus admirados Hammett o Chandler y las editoriales le devuelven todas sus historias. Hasta que un día descubre, con el enésimo manuscrito rechazado en las manos, que el único asesinato que ocurrió en Getxo, antes de la Guerra, está todavía sin resolver y que contar un caso real puede ser de gran ayuda para alguien sin imaginación. Sancho se convierte entonces en detective privado para aclarar quién quiso matar a los gemelos Altube encadenándolos en una roca para que la marea los ahogara. Durante sus pesquisas y entrevistas con los sospechosos, descubrirá que está escribiendo una novela real, con un estilo nuevo, en la que él es a la vez el narrador y el protagonista, un detective que a partir de ahora se llamará Samuel Esparta en homenaje a Sam Spade.



Llevaba bastante tiempo detrás de leer algo de este autor. En realidad, en mi “infinita” se encontraba “Las ciegas hormigas” en primer lugar, pero ya se sabe, una pone y el azar dispone. Así que cuando descubrí que Ramiro Pinilla también había escrito una novela negra, hice mis cuentas con el reto “negra y criminal 2014” y lo tuve claro.

Y debo decir que ha sido un gustazo leerlo. En este libro, se da una vuelta de tuerca más al trillado género negro, porque no se enfoca desde la perspectiva habitual —la resolución de un crimen—, sino que se encauza desde la búsqueda de un autor sin imaginación que se sirve de un antiguo crimen sin resolver para buscar la fórmula exitosa de escribir sus novelas.
Así, el caso de los timadores hermanos Altube , se convierte para Sancho —dueño de una librería y admirador de novelas negras— en la excusa perfecta para bucear en la realidad y desarrollar su potencial de escritor. Por eso, se desdoblará y se convertirá en el audaz investigador Samuel Esparta, confirmando así que la única manera de que sus narraciones tengan valor y resulten interesantes (y publicables por las editoriales) es asentando sus raíces en la realidad.

 

Ramiro Pinilla (Bilbao, 1923) es un escritor peculiar. Después de sus éxitos con Las ciegas hormigas ( Premio Nadal y de la Crítica; Tusquets Editores, 2010) y Seno (finalista del Planeta 1971), decidió mantenerse al margen de las grandes editoriales y desde entonces ha publicado en contadas ocasiones. Cuenta en su haber con la alabada trilogía Verdes valles, colinas rojas –Premios Euskadi, Nacional de la Crítica y Nacional de Narrativa–, La higuera , Antonio B. el Ruso, ciudadano de tercera y Aquella edad inolvidable , y Los cuentos (2011). Sólo un muerto más es el comienzo de su serie policiaca, protagonizada por Sancho Bordaberri, a la que ha seguido la segunda entreta cuyo título es El cementerio vacío y que ha sido recibida con expectación por parte tanto del público como de la crítica.

No obstante, la idea de erigirse él mismo como protagonista de su obra para novelar la realidad de primera mano, no será tan sencilla como Sancho cree en un principio sino que le traerá multitud de complicaciones. En parte porque aunque su objetivo no es otro que poder escribir su libro, remueve hechos dolorosos para el pueblo y rescata antiguas inquinas y asuntos políticos que acarrean bastantes problemas, ya que el autor ambienta su trama en Getxo en plena posguerra.

Me ha parecido especialmente interesante que la novela lleve dos hilos argumentales paralelos; la resolución del caso por una parte, y la narración correspondiente que habla del oficio de escribir; algo en lo que se escucha la voz (creo que quizás un poco amarga) de Ramiro Pinilla. Para ello se vale tanto de Sancho Bordaberri como de su antagonista, un miembro de la Falange bastante habituado al uso de la violencia que, al igual que él quiere ser escritor. La diferencia entre ambos da lugar a diálogos y situaciones realmente atrayentes en las que, cada uno desde su zona del cuadrilátero —uno desde la narrativa y otro desde la poesía, uno desde la sencillez y otro desde el artificio, uno civil y el otro político—se enfrentan para escribir una obra de calidad a la par que tratan de descubrir al asesino.


Destacaría el papel Koldobike, —su dependienta, su mano amiga, su conciencia en muchas ocasiones—, una mujer de carácter (no os podéis perder sus agudos diálogos) que cede ante la nueva empresa que se trae entre manos su jefe, y se aviene a participar en la “realidad novelada” que éste ha creado caracterizándose como las secretarias de los detectives favoritos de Bordaberri.

La única pega que le pondría es que el final a pesar de ser relativamente sorpresivo —como corresponde al género—quizás resulta un poco forzado en comparación con el resto de la novela, que fluye natural, sin recursos extraños o artificiales.

Una novela que os recomiendo por muchos motivos: es amena, interesante, tiene buen ritmo, de lectura y comprensión sencilla, y con un componente de metaliteratura que la hacen aún si cabe más atractiva.


¿Conocíais al autor?¿Qué me decis, os animáis?
Feliz día.

14 comentarios:

  1. Me gustó mucho esta novela. La leí en un periodo en que buscaba nuevos autores, sobre todo españoles que plantearan la novela de intriga de una forma distinta y me encantó esta historia triste de sueños por cumplir y ese ambiente opresivo pero real de nuestra posguerra.
    Me dejó muy buen sabor de boca su lectura.
    Un saludo.

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    1. A mi también me ha gustado mucho por el ambiente, las descripciones, la búsqueda del protagonista para llegar a ser un buen escritor... Recomendable.
      Un besote

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  2. Tienes una habilidad increible para traer libros de autores con los que no me he estrenado aun... Bien, me gusta esa parte de metaliteratura y la reflexión sobre el oficio de escribir, que de rebote me interesa como me interesa con todo lo que tenga que ver con el "oficio" de leer. Así que anoto esta novela arribita de las de Ramiro Pinilla. Anoto también lo del final, que a mi me suele fastidiar bastante que no estén a la altura del resto del libro, pero bueno...

    Besos!

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    1. Jajaja, pues te devuelvo la pelota porque me has descubierto una larga lista de desconocid@s interesantísimos. Lo del final, quizás es sólo impresión mía. Reconozco que con el género negro soy bastante exigente, ¡qué le vamos a hacer!
      Besos mil.

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  3. Gracias, porque leí la primera parte de Verdes valles... y me daba miedo este cambio. Tú me has tranquilizado. Creo que Pinilla es un escritor infravalorado.
    Besotes.

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    1. No he leído Verdes Valles, pero tiene críticas fabulosas. Sin embargo, me intriga mucho más todo cuanto escribió después de su decisión de mantenerse al margen del gran mundo editorial.
      Besos

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  4. No he leído nada de Pinilla pero las últimas apreciaciones me animan. El componente metaliterario me priva, la verdad. Ese desenlace algo forzado, quizás sea lo único a lo que le pondría peros, en fin, no lo pierdo de vista. Suena bien :)
    Besos

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    1. Lamentablemente creo que no es un escritor demasiado conocido. Aunque sólo puedo hablar de esta obra (que es la única que he leído), parece tener muy buenas críticas. Te animo a su lectura, que merece la pena.
      Un beso

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  5. Pues me la llevo, no la conocía pero la has puesto requetebien =)

    Besotes

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  6. Reseña escogida como destacada para la actualización (9) de Cruce de Caminos Negro y Criminal.

    Me ha gustado mucho la reseña y me apunto al autor y el libro. Me has convencido.
    Saludos

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    1. ¡Muchas gracias David! Me alegro de que te haya picado la curiosidad...Verás que merece la pena.
      Abrazos

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  7. No se como me pude perder esta reseña, he llegado a ella a traves de la actualización de David, y oye no la descarto que me ha parecido interesante

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    1. Me alegro muchísimo. Creo que es un autor bastante desconocido y yo he disfrutado mucho con la lectura de la novela, así que la recomiendo sin dudas y espero que la disfrutes al menos como yo lo hice.
      Besotes

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