En contacto con el cráneo, el casco del ejército transmitía imágenes directamente al cerebro. Solían ser de objetos cuya entrada debía impedir el propio casco. Balas, por ejemplo. Y metralla. El casco cerraba la mente a la contemplación de esas realidades fundamentales.
(Middlesex; Jeffrey Eugenides)
Imagen de: brianamaries.wordpress.com
Un libro que me mira insistentemente desde la estantería... Pero creo que lo dejo para después del verano, aunque tu cita me hace no olvidarlo. 1beso!
ResponderEliminarHola Tizire. Espero que te deje mejor sabor de boca que a mi...Ya nos contarás.
EliminarUn fuerte beso
Hola, Filias.
ResponderEliminarLa cita es fantástica, parece un micro.
Venía a darte unos besos, muaaak.
Los recojo encantada, Towi.
EliminarOtros tantos para tí. ¡Muascas!
Enhorabuena, por el Wonderland! que te acabo de escuchar. Qué gracioso el nene jajaja Pobrecitos tan bonitos todos que lo queremos para nosotros y siempre decimos las orejas de su abuelo, la boca de su abuela jaja muy bueno
ResponderEliminar¡Gracias Loren! Estoy como en una nube... Ahora a disfrutarlo.
EliminarUn besote