Por motivos ajenos a su voluntad, el Maestro Montesinos, no ha podido participar en los Micros del Azar, por lo que os dejo aquí la propuesta para esta semana.
El libro que he elegido es "La piel fría" de Albert Sánchez Piñol.
El número de la ONCE es:
Y la frase elegida:
"Eché más troncos al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea."
Los comentarios están abiertos...
¡Que las musas os sean propicias! Feliz día.
CITA ANUAL
ResponderEliminarEché más troncos al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea. Disponía de toda la noche para demostrar -si así ocurría- que yo llevaba razón.
A mi lado mis padres, hermanos, hijos y nietos, todos en silencio, también esperaban el acontecimiento.
Habían transcurrido solo unos minutos cuando un ruido procedente del garaje nos puso alerta.
Con las luces apagadas esperamos. La puerta del salón se abrió. Alguien accionó el interruptor.
Todos nos miramos sorprendidos. Nosotros al ver entrar a los Magos con los sacos vacíos, éstos (Los Magos) al ver que les estábamos esperando y todos cuando tras ellos pasaron los policías con las pistolas dándoles el alto.
jaja, menudo chasco para todos, Virtudes. Divertido y original tu relato. Un abrazo
EliminarVaya, estos no son los Reyes Magos tradicionales.
EliminarJe,je,je, si es que de 'reyes' está el país lleno.
EliminarEstoy con Salamandra, haberlos, hailos tantos! Original
EliminarMenudo susto para SSMM jajja. Yo también pensé en un primer momento en esta temática por lo de la chimenea...
EliminarAbrazos
Por eso yo soy republicana, jajaja! No hay rey bueno!
EliminarJa, ja, Si es que la realeza ha resultado ser muy peligrosa...
EliminarATRAPADO
ResponderEliminarEché más troncos al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea. Con dificultad arrastré la mesa para atrancar la puerta. A pesar de las rejas, comprobé frenético las persianas y los cierres de los ventanales. Quedé a oscuras y en silencio, entonces ocurrió. Primero unas risitas apagadas, no sabía de donde procedían. Después, las carcajadas no dejaron lugar a dudas. Sus ecos rebotaron en mi cráneo.
Uff, escucho voces...que angustia. Buen atrape, Concha.
EliminarRelato clautrofóbico, bien construido.
EliminarNo hay donde esconderse cuando el problema está en tu cabeza... Te ha quedado genial, Conchi!!!
EliminarMe da un miedo lo de no controlar la cabeza y tener una realidad alternativa. Un acierto el toque trágico de las risas.
EliminarConcha, qué bien tratado el misterio y la intriga. Coincido con Esther en el toque de las risas. Estupendo.
EliminarBesos
Sí, señora. El peor miedo, el de nuestro interior...
EliminarSi es que no se puede escapar de uno mismo.
ResponderEliminarMira que somos rápidas. Abrazos.
REALIDAD
ResponderEliminarEché más troncos al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea. La leña se consumía con rapidez, mis esperanzas ya lo habían hecho. Maldigo a la humanidad, el virus se había propagado a un ritmo aterrador. Los mutantes eran ya nación. Los pocos que quedábamos luchábamos contra lo inevitable, Darwin lo documentó, el más fuerte sobrevive.
Miro por la ventana y veo a mi mujer al otro lado, su mirada, siempre de amor, ahora vacía y hambrienta. Mis pequeños intentan con sus uñas resquebrajadas forzar la entrada. No puedo más, he llegado al final, abro la puerta y espero mi destino.
Dos hombretones me cogen y bruscamente me colocan una camisa de fuerza, no entiendo lo que pasa. Mi mujer y mis hijos me miran con lágrimas en los ojos.
Mientras me alejo del que fue mi hogar pienso en mi vida y maldigo a la humanidad.
A lo mejor veía demasiadas pelis ¿no? Buen cambio de tercio al final, Salvador, no lo esperaba.
EliminarUna frase que deja abierta la puerta a la locura. Me ha gustado tu relato, es bonito ver letras de calidad por esta iniciativa.
EliminarQué locura más aterradora la de tu prota, Salvador. Ritmo trepidante.
EliminarA pesar de la esquizofrenia del protagonista, aún conserva el amor para su esposa e hijos.
EliminarLo que decía en el anterior, ¡Qué duro vivir otra realidad!
EliminarCómo me has engañado, Salvador. Yo que pensaba estar en algo tipo The Walking Dead... Muy bueno el giro final.
EliminarAbrazotes
Muy bueno ese giro final! Felicidades!
Eliminar¡Qué bueno!
EliminarOFENSIVA POR LA PAZ
ResponderEliminarEché más troncos al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea y bajé al sótano a reunirme con mis hermanas. Nos miramos a los ojos, sollozando, con el calor jugando a mezclar sudor y lágrimas en nuestras caras. Los oíamos acercarse. Aviones rasantes y tanques demoledores. Reventaron la puerta de la casa al lado. Escuchamos los gritos, los disparos, el aterrador silencio posterior. Solo entonces me di cuenta que, desde que habíamos bajado, rezábamos los versos del Corán. Nos abrazamos entre temblores, cerramos los ojos, esperamos. Empezó a sonar una sirena a lo lejos que se fue intensificando. El ejército israelí se retiraba. Nos habíamos salvado, por esta vez.
Duro, muy duro.
EliminarHola Ignacio. Ayer leía sobre los twitter que mandaba una adolescente palestina sobre cómo vivía los bombardeos. Muy duro y muy actual. Al leerte se me ha ocurrido enlazarte una publicación reciente de Nicolás Jarque (no sé si le conoces) por si quieres participar con este u otro relato en su propuesta para el jueves Copio y pego su post de Fb:
EliminarNicolás Jarque Alegre ha compartido un enlace.
Hace 5 horas · Editado
Ya se puede escuchar el programa nº 80 de La Radio En Colectivo, dedicado a los escritores que estuvieron en el exilio.
Os queremos comunicar que el próximo programa de La Radio En Colectivo estará dedicado a Gaza, con objeto de solicitar el fin de la barbarie que está sufriendo el pueblo palestino con el ataque irracional y desmedido del ejército israelí e insuflarles nuestras energías, mostrando nuestra solidaridad y apoyo. Por eso os invitamos a escuchar el programa y también a participar a través de vuestros microrrelatos, cuentos cortos o poemas que sirvan de apoyo contra esta barbarie y de solidaridad. Vuestra participación se puede producir de dos maneras: enviando vuestros textos al correo electrónico del programa laradioencolectivo@gmail.com, o bien podéis ser vosotros mismos los que leáis en directo, llamando al teléfono del programa 963835580 de 20 a 21 h. Por tanto, os esperamos, el jueves 07 de agosto, a partir de las 20 h en Mislata Radio. El programa se podrá escuchar a través de www.mislataradio.com.
Para finalizar, recordad que el I Concurso de microrrelatos La Radio En Colectivo no descansa en verano y que la convocatoria de agosto permanecerá abierta todo el mes. Esperamos vuestros microrrelatos.
@salamandra azul, no, no lo conocía. Muchas gracias por compartirlo :)
EliminarMuy bueno, Ignacio, actual para abrir ojos a los ciegos. Eva, gracias por la información. Nicolás, gran iniciativa.
EliminarBien por ti, y por todas las iniciativas para denunciar esta barbarie. Felicidades y gracias,
EliminarTerror real y demente. ¿Cómo se puede tolerar esta locura? Enhorabuena por este relato de denuncia. Un abrazo.
EliminarSiempre les toca pagar a los que menos culpa tienen.
EliminarDuro y excelente relato Ignacio. Gracias a Eva por informar del concurso y también a Nicolás por organizarlo. Espero que te presentes y que tengas mucha suerte.
EliminarAbrazos
Uf! No podemos imaginar ni de lejos lo que debe ser estar en esa situación.
EliminarFelicidades por tu valentía al denunciarlo!
Ahh que bien, ¡veo que os animasteis! Aquí podeis escucharos: http://radioencolectivo.blogspot.com.es/2014/08/programa-81-07-de-agosto-de-2014-por.html?spref=fb
EliminarLA LEY DE FURBY
ResponderEliminarEché más troncos al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea otra vez. Dormí al pequeño en el microondas y puse el modo descongelar (toda precaución era poca), y me acosté con mi mujer dentro del televisor. Pese a todo, al despertar, comprobamos que, de nuevo, nos habían robado. Lo supe nada más ver las pisadas del techo provenientes del inodoro. Se me olvidó pasar la escobilla. Mea culpa. Hice inventario de lo que nos habían sustraído y, como era lógico, se llevaron lo más valioso: el canuto del rollo de papel higiénico, la fregona usada (menos mal que dejaron el palo), la basura sin sacar y las pelusas de debajo del sofá.
Ja,ja,ja,ja ¡yo quiero que me roben según la ley esa! Lo iba dibujando en mi cabeza según te leía, a eso se le llama quitar leña al fuego poniendo más troncos ;o)
EliminarMe ha gustado el surrealismo de tu relato, Lorenzo. Un abrazo
Eliminar¿No será que llegó la chica de la limpieza?
EliminarGuarrillos, guarrillos.... jajaja
Me ha encantado la naturaleza extraña de tu relato. Difícil y resuelta con soltura. Felicidades
EliminarHistoria surrealista de mucha imaginación. Muy bueno.
EliminarSaludos.
Otro género que no se te resiste. Han caído unas risas buenas, Loren. De traca lo de pasar la escobilla. Me troncho.
EliminarAbrazos mil.
Muy bueno, Loren!
EliminarMe has recordado a los nativos americanos cuando los españoles mataban por esas piedritas brillantes que llamaban oro. Cada cultura tiene sus objetos valiosos.
Gracias por ese pensamiento alternativo
Si es que no puede despistarse uno ni un segundo... ¡Mira que olvidar pasar la escobilla! Tremendo, Lorenzo.
EliminarDrakes domésticos
ResponderEliminarEché más troncos al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea otra vez, y ellos gritaron y rieron felices jugando con las llamas. Eran incorregibles, pero yo disfrutaba muchísimo cada vez que me visitaban. Eso sí, después tenía que limpiar todo el salón de ceniza y disimular las quemaduras de la alfombra para que mamá no se enfadara. Como casi siempre, se despidieron asando nubes de azúcar y cantando alegres canciones en su idioma para que mi agridulce sensación de poseer un inconfesable secreto, fuera más llevadera cuando desaparecieran por la gatera.
Solo Eva podía hacer un relatillo con duende. :)
Eliminar¡Qué bonito, Eva! Un abrazo
EliminarMe quitó el sombrero con esa imaginación de la que haces gala.
Eliminar¡Qué giro más original, Eva! Me han encantado tus criaturillas. Un besote, guapa
Eliminar¡Preciosooooo!!!
EliminarRENCOR
ResponderEliminarEché más troncos al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea. Este año ni Papá Nöel volvería a dejarme unos horribles calcetines, ni Rudolph se comería los mazapanes.
Je,je,je, y no hace falta más. Me temo que no va a servirle de nada, sin embargo ;o).
EliminarAcabo de leer tu cuento y veo que hemos coincidido, pero nunca leo nada hasta que hago el mío. Un abrazo
EliminarJaja, Rafa, ¿escapará a la Navidad? Un abrazo
Eliminar¿No se llamaría Grinch por casualidad, Rafa? Jajaja. Muy bueno.
EliminarUn abrazo.
Vaya el próximo año a lo mejor le toca probar con otra trampa a ver si hay suerte, quizá un poco de veneno en el pavo.
EliminarAcéptalo, Rafa: no hay escapatoria.
Eliminar¿QUIÉN TEME AL LOBO FEROZ?
ResponderEliminarEché más troncos al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea. Acurruqué a los cachorros a mi lado y les tarareé una nana para tranquilizarlos. En el exterior rondaban los tres cerdos, enloquecidos, gruñendo y chillando, mientras buscaban un resquicio por el que poder entrar en nuestra lobera.
Has dado forma a una idea vaga que yo no supe seguir ¡con mucho acierto! Y es que este mundo está lleno de cerdos temibles y de injustamente denostados lobos. Buen título ;)
EliminarMe has recordado esa canción que tanto oyen mis sobrinos.. Quién teme al lobo feroz, lobo feroz... Si es que los cerdos dan más miedo... También se me ocurre la venganza de los cerditos ahora cerdotes, tras haber sentado la cabeza el lobo tras haber procreado :)
Eliminarjaja, la vuelta a la tortilla, divertido relato. Un abrazo
EliminarGenial el intercambio de papeles de un cuento. Si es que no es todo como nos lo contaron.
EliminarUna apuesta simpática, el buscar el otro punto de vista. Genial, Vicente.
EliminarAbrazos
¡Aprende, Stephen King!
EliminarSeis de Enero
ResponderEliminarEché más troncos al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea.
Juro que este año no volverán a dejarme carbón.
El carbón van a ser ellos. :)
Eliminarjajaja, feliz coincidencia. Podría haber sido al revés porque yo tampoco leo antes los anteriores para no dejarme influir.
EliminarAbrazos.
jaja, Esther, como le he dicho a Rafa, difícil escapada. Un abrazo.
EliminarOtro pariente del Grinch. Jajaja. Indignación en estado puro...
EliminarBesos mil
¿Has sido mala?
EliminarERROR DE CÁLCULO
ResponderEliminarEché más troncos al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea de la cabaña donde me refugié, después del asalto. La policía me tenía acorralado, pero estaba dispuesto a resistir. No conté con que llamarían a los bomberos, el humo me obligó a salir para evitar morir asfixiado.
Lástima que calculo mal. Buen giro. Un abrazo
EliminarY es que cuando se le ven las orejas al lobo, todos los cálculos fallan. ¡Sálvese quien pueda!
EliminarUna nueva función para los bomberos, ahumar a los ladrones...Muy original, Beto.
EliminarAbrazos
Y un nuevo plato ladrón ahumado, a lo mejor está hasta bueno.
Eliminar¡Que ingenioso ahumar al protagonista! Casi me da pena el ladrón.
EliminarUN ALUMNO EJEMPLAR
ResponderEliminar" Eché más troncos al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea" nos pareció a todos un horrible e injusto encabezamiento con el que tendríamos la oportunidad de subir nota para la redacción de fin de curso. El alboroto de quejas y murmullos por parte de " los de siempre" , la hicieron sonreír. Me instalé entonces en el borde de sus labios como una paloma feliz que deja pasar en un alero el sol de la mañana. Yo copié la frase y , mientras la escribía, sentí que me miraba. Enseguida intuí cuales serían mis palabras. Entonces ella nos regaló a todos uno de esos increíbles silencios que a mí me hacían escribirle cada noche.
Poético y original. Un abrazo
EliminarUn giro inesperado para la frase del comienzo, Nieves. Bonito, lírico y original. Muy bueno.
EliminarBesotes
Bonitoooooooo!
EliminarUna de precoces, qué bonito cuando te encuentras con uno de estos en el aula.
EliminarQue tierno y poético el amor de un alumno, muy bien reflejado.
Eliminar"Me instalé entonces en el borde de sus labios..." esta sí que es una frase para inspirarse, con miles de posibilidades sin escapatoria. Deliciosa la insinuación. Tú sí que animas a escribirte cada noche.
ResponderEliminarCONSECUENCIAS INESPERADAS
ResponderEliminarEché mas troncos al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea y, para que no acudieran al oir los gritos como en la última ocasión, tomé algunas precauciones. Aunque las consecuencias de sus visitas no eran demasiado graves, sí resultaban bastante incómodas, sobre todo desde que las instituciones se habían declarado incapaces de contenerlos.
Pensé que bajando el volumen del aparato podría despistarlos. No fue así. Para cuando noté su presencia, el primer anciano, enfundado en su traje y convencido de estar salvando mi vida, ya había destruido el televisor.
Un fastidio. La decadencia de la edad confundía sus superpoderes. Así era imposible disfrutar de una película de terror.
Al fin, se ha encontrado una solución para la telebasura :))
EliminarSi que confunden sus superpoderes. Dices mucho sin decirlo. Felicidades
EliminarSi es que las pelis de terror ya no son lo que eran. Muy original tu historia, Izaskun. Un beso
EliminarENERGÍA VITAL
ResponderEliminarEché más troncos al fuego por si se les ocurría forzar la chimenea otra vez, aunque las instrucciones estaban claras:
1º Leer el documento
2º Descifrar las palabras clave
3º Seguir el protocolo
4º Destruirlo para que no caiga en manos irresponsables.
Y así lo hicimos. El conjuro incluía un ritual en el que cada persona debía verbalizar un deseo y la energía de todos lo haría posible.
Por fin hubo acuerdo en que lo que más se necesitaba era SENSIBILIDAD.
Esta vez nadie podría cambiarlo por prestigio, éxito, progreso, ni si quiera conocimiento. Esta vez lo primero era lo importante, después ya veríamos por dónde seguir.
Una de brujería ya los echaba de menos. Muy divertido, Cari.
EliminarQué bueno Cari! La idea es diferente y original, y que viva la SENSIBILIDAD.
EliminarQué razón tienes Cari! Si hubiera más sensibilidad en el mundo las cosas serían muy diferentes. Poderoso ese conjuro. Un beso
EliminarOjalá el conjuro tenga tanta fuerza como tu micro, Cari. Muy original, guapa
EliminarBesos
THE SALESMAN´S KILLER
ResponderEliminarEché más troncos al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea, y comprobé que la escopeta estaba cargada. Apunté a la puerta y esperé. En menos de un minuto el rugido de decenas de aspiradores envolvió la casa. Los muy cabrones se habían enterado de que yo solo tenía una recortada de dos cañones y decidieron acosarme en grupo, como una manada de cobradores de deudas.
Jajaja ya verás, ya verás, Vicente, que poco falta para que tu relato sea realidad. Jo aún me río con esa imagen de ese tío con la escopeta cargada. ¿Está contento con el seguro de su hogar? Pumba, pumba jejje.
EliminarDe lo mejorcito que he leído en esta iniciativa.
La mejor respuesta al marketing agresivo. ¡Genial, Vicente!
EliminarNunca dejas de sorprenderme.
Eliminar¡Qué bueno Vicente! Me ha gustado un montón.
EliminarLas cosas, simplemente, pasan.
ResponderEliminarEché más leños al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea; aseguré todas las ventanas con jabalcones bien clavados asegurando su inaccesibilidad; y comprobé los tres cerrojos normales y cinco de seguridad de la puerta. Aparentemente estaba seguro, o eso creía, hasta que entré en la cocina y vi a uno de ellos preparando su venta.
Entonces recordé lo que me dijo mi padre años atrás, cuando me aseguró que las apariencias engañan, y que las cosas, simplemente, pasan.
Al final asumí, resignado, que nunca estaría seguro ante un vendedor de enciclopedias al que no pudiera decir “no”.
Anda, Alfonso, otro en la estela del de Vicente. De primero Vicente y de segundo una de Alfonso. A ver ¿alguien pone el postre?
EliminarRealmente es un puntazo lo de los vendedores de enciclopedias, de aspiradores o de lo que sea. De risas aunque con su punto de tragedia.
EliminarPobre hombre. Para que luego digan que lo del trabajo de puerta en puerta está en vías de extinción...para mí que se multiplican o algo (seguros, luz, enciclopedias...).
EliminarMuy bueno, Alfonso. Me ha gustado mucho
Eché más leños al fuego, por si se les ocurría forzar la chimenea. Por ahí no iba a escapar ninguno y les sonreí socarronamente mientras preparaba la liturgia. Empezaron a sudar, mirándose nerviosamente unos a otros, con el horror que la certeza de su final reflejaba en sus ojos desorbitados.
ResponderEliminarHabían sido muchos años de aguantar sus torturas, callada y resignada por el peso de la obligación. Pero había llegado mi hora y ahora iban a ser ellos los que se iban a tragar el video de mis vacaciones.
Pues yo lo veo encantado. :)
EliminarNoooo, un vídeo de vacaciones, noooooooooooooo.
EliminarSi hay algo peor es un.. un.. Ufsss, me entran escalofríossolo con pensarlo... un vídeo de... UNA BODA.
XDDDD
Muy manejada la escena.
Ay jajajaja. Qué bueno, Patricia. Un giro original y divertido, al igual que el tema. ¡Fenomenal y bien traído! Jajjaja.
EliminarBesos mil
Me has hecho reír, es verdad que a casi nadie le gusta el video de vacaciones o de la boda, o... Muy buena esta perspectiva.
ResponderEliminarJaja, Patricia, muy divertido. Un abrazo
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