Mal de Piedras es una historia ambientada en el año 1943, cuyo eje central trata acerca de la búsqueda de la felicidad de Abuela a través del amor. O de lo que nos venden como felicidad, porque ¿quién decide qué es esa cosa principal que con tanto ahínco busca la protagonista?
En esta novela breve habrá lugar para esta y otras preguntas, mientras vemos transcurrir la vida de Abuela, quien corre desesperada en pos del amor con tanta intensidad que lo ahuyenta una y otra vez. Por eso, cuando surge la oportunidad de casarla, la familia no lo piensa demasiado. No escuchan las continuas rogativas de Abuela, quien asegura no estar enamorada de su futuro marido. Sin embargo, entre ambos pretendientes consiguen establecer varios arreglos que consiguen que Abuela se resigne a su destino.
“Sí que es raro el amor, si no quiere llegar no llega, ni con la cama ni con la amabilidad y las buenas maneras”
Al cabo de un tiempo, debido a los múltiples abortos por su mal de piedras (cálculos), Abuela acude a un balneario, donde conoce al Veterano y también encuentra la cosa principal (o quizás algo muy parecido). A partir de este momento, su vida dará un giro. Tendrá un hijo, y su matrimonio mejorará a pesar de que ella siempre anhela recuperar su relación con el Veterano.
Esta breve y plástica novelita llena al mismo tiempo de intensidad, de tristeza y de optimismo, se desarrolla dentro de un estilo sencillo y sensible ( a veces con matices de inocencia e ingenuidad), que gira en torno a los conceptos de amor, felicidad y locura. Con la protagonista como alter ego de la escritora (ambas llevan una vida solitaria y con un hijo dedicado a la música), la escritora bucea en las aguas de los sentimientos con bastante acierto.
Igual es que últimamente ando un poco sensiblona, pero a mí me ha gustado (y ya sabéis que no soy de merengadas). No quiero contar más porque creo que es mejor que lo leais, que lo sintáis y que vosotros mismos lo valoréis.
“A la abuela le gustó ese hombre com jamás le había gustado ninguno de los pretendientes a los que había escrito ardientes poemas y a los que había esperado de miércoles en miércoles. Tuvo entonces la seguridad de no encontrarse en el Más Allá, entre las almas del Purgatorio, porque en el Más Allá no pasaban esas cosas.”
Creo que es una lectura ideal para el verano.¿Os animáis?
Feliz día.
¡Bienvenida! no conocía la novela pero por lo que cuentas podría gustarme, si se cruza en mi camino me animaré
ResponderEliminarBesos
Gracias Tatty, preciosa. Creo que puede ser de tu gusto, si la lees ya nos contarás.
EliminarMil besos