En la antigua China, sólo los jueces más sagaces alcanzaban el codiciado título de «lectores de cadáveres», una élite de forenses que, aun a riesgo de su propia vida, tenían el mandato de que ningún crimen, por irresoluble que pareciera, quedara impune.
Cí Song fue el primero de ellos.
Inspirada en un personaje real, El lector de cadáveres narra la extraordinaria historia de un joven de origen humilde cuya pasión y determinación le condujeron desde su cargo como enterrador en los Campos de la Muerte de Lin’an a aventajado discípulo en la prestigiosa Academia Ming. Allí, envidiado por sus pioneros métodos y perseguido por la justicia, despertará la curiosidad del mismísimo emperador, quien le convocará para rastrear los atroces crímenes que, uno tras otro, amenazan con aniquilar a la corte imperial.
Hoy día parece inconcebible resolver un delito sin una sofisticada prueba científica. Y es que desde principios de siglo, allá por el 2000 y gracias a CSI conocemos muchos de los procedimientos forenses, incluso quizá demasiados: hemos descubierto qué es el Luminol, cómo interpretar la forma y colocación de las salpicaduras de sangre, y otros tantos indicios que anteriormente estaban destinados únicamente al campo de la medicina forense.
Sin embargo, datos como el origen o autores de tratados inciciales de esta disciplina son por lo general,desconocidos para nosotros. Y no es de extrañar puesto que, por ejemplo, la biografía de Ci Song (quien se considera el padre de la medicina forense china) ocupa tan solo unas líneas a pesar de que su legado, el Hsi Yuan Lu Hsiang, (un tratado forense del s. XIII compuesto de cinco volúmenes) presente aspectos aún de actualidad.
Y en base a este personaje histórico, Garrido ha construido El lector de cadáveres; toda una historia de difícil calificación. Se podría decir que es una narración a caballo entre la novela histórica y la de aventuras, pero sería quedarse corta. Tampoco es una novela policíaca aunque dedique muchas de sus páginas a la resolución de un crimen. Y en referencia al estilo de la segunda mitad del libro, podríamos suponer que se trata de un thriller. En fin. Lo que sí está claro es que hay dos partes muy diferenciadas en la novela y que atañen tanto al género como al ritmo narrativo.
Las primeras doscientas páginas del libro obedecen a un tipo de narración más lenta, (cercana al género histórico) y más pasiva de cara a la personalidad del protagonista, ya que en esta primera parte Ci Song es el sufrido receptor de cuantos infortunios y penalidades se le han ocurrido al escritor (y créeme, no son pocos). Pero en la segunda parte el protagonista toma las riendas de la historia y se vuelve activo. Intenta resolver las situaciones en las que se ha visto envuelto cargando la narración de acción y diálogos que convierten la novela en un texto bastante más dinámico que el tramo inicial.
Y si hay algo digno de alabanza en este libro es el esfuerzo de Garrido por documentarse a todos los niveles: desde la historia de la China medieval hasta el procedimiento real de una autopsia (parece que acudió a una para conocer de primera mano cómo se llevaba a cabo). Ese celo profesional del escritor ha redundado en beneficio de la mayor parte de la novela puesto que ha sabido trasladar muchos de sus conocimientos sin resultar cargante ni excesivo. Pero hay una nota discordante en esa diligencia, y es la admiración que profesa Garrido por la figura del protagonista.Creo que esto le ha jugado una mala pasada porque su afecto por Ci Song le ha hecho dotarlo de una nobleza y bondad excesivos y eso le resta profundidad (y a veces credibilidad) al personaje.
Una novela de estilo sencillo pero muy efectivo, con la que seguro disfrutarás de una época histórica y un sistema penal poco conocidos en occidente.
Te gustará si:
- · Te interesan las novelas históricas, de aventuras y/o thrillers.
- · Te gustan las historias ambientadas en la China Medieval.
- · La medicina forense es un área interesante para ti.
A mí me gustó cuando lo leí. Y me pareció muy, muy curioso.
ResponderEliminarTambién a mí me lo pareció, Ana. Gracias por comentar.
EliminarTengo ganas de leer al autor, a ver cuándo me pongo =)
ResponderEliminarBesotes
Seguro que te va a encantar, Shorby, ya nos contarás.
EliminarBesetes
Lo tengo pendiente en la estantería desde hace mucho tiempo y eso que me atrae bastante y he leído otro del autor que me gustó
ResponderEliminarBesos
Bueno pues quizá ahora gane unos puestos en el ranking de lecturas, ¿no? Mil besos, Tatty
EliminarMe ha pasado hace no mucho con un libro. El autor pondera tanto a la protagonista que acaba por desdibujarla, de poco creíble. Obligaba en exceso al lector a que viéramos a la protagonista con sus ojos y eso finalmente (al menos en mi caso) hizo que perdiera interés.
ResponderEliminarUn abrazo
Te entiendo perfectamente, Ana. A mí tampoco me gusta que me dirijan cuando leo, pero ¿sabes? es uno de los errores más comunes entre los escritores novatos (experiencia propia)...Así que ahora valoro mucho más las lecturas en las que el autor consigue no caer en esa trampa.
EliminarBesotes