Bibliofilia: "Carta de una desconocida" de Stefan Zweig

martes, 30 de noviembre de 2010


se trata de una historia de amor desinteresado y unilateral.
Seduce desde el primer momento porque desgrana poco a poco una historia que, en principio es tan desconocida para el protagonista como para el lector.
El estilo es epistolar, delicado, sencillo. El autor narra y describe sentimientos de forma a veces plástica, a veces etérea, pero todas ellas de manera magistral.
Es un libro cortito, dramático, un pequeño tesoro, como los libros de Baricco y con cierto regusto a Javier Marias en “Mañana en la Batalla Piensa en Mi”.





Lexicofilia o el Momento "ye"

jueves, 25 de noviembre de 2010

Que sí, que me parece muy bien, que cada vez somos más internacionales (desde el 89 sólo podíamos presumir del "ya semos europeos") e innovadores. Pero yo no sé si los caballeros de la RAE se han parado a pensar en las nuevas confusiones, enredos y desconciertos varios, que estas “pequeñas” modificaciones nos van a ocasionar.
Por ejemplo, imagínense ustedes por un momento un turista cualquiera en un pequeño pueblo de Asturias, con un gran dilema: ¿elijo el afuega’l pitu o el gamoneu? Así que, ni corto ni perezoso, se acerca a un anciano señor que está sentado en un poyete cercano.
Turista: Buenos días, señor, perdone…
Oriundo: Buenos días- ajustándose las gafas de cristales multifocales mega-refractarios-, diga…
Turista: ( blandiendo la publicidad quesera cual abanico de Locomia) Me gustaría saber si éste será mejor que éste, ¿Cuál gusta más?
Oriundo( en plena incógnita): ¿Qué ye?
¡Y ya está!, ¡Ya tenemos taco! El anciano oriundo que no ve nada (porque el turista está en pleno acceso de ventilación), y hete aquí el pobre turista que no sabe por qué el abuelete se dedica al deletreo.
Pero claro, esto no es todo. Que gracias a las sesudas cavilaciones de este grupo de villanos señores, como esto siga así, y decidan que algunas palabras además de escribirse sin tilde, deberán cambiar también su forma de pronunciación, so pena de condena por falta grave ortográfica, habrá que reformar el momento cumbre de las celebraciones donde las haya : las canciones del karaoke o del singstar (o lo que sea).
Si es que ya lo estoy viendo….
Manager: Ring, ring…
Julito: ¿Dígamé?
Manager: A ver, Julito, notición. Atento, leo: “Hasta ahora, la RAE …, permitía "la escritura con tilde a aquellas personas que percibieran claramente la existencia de hiato". Se podía, por tanto, escribir guion-guión, hui-huí, riais-riáis, Sion-Sión, truhan-truhán, fie-fié...”, …¿qué? ¿te va sonando?
Julito: Einsss, sip! Pero, ¿realmente es tan grave?
Manager: ¿Te acuerdas del Principe de los Gitanos en In The Ghetto?
Julito (envuelto en sudores fríos): ¿Cuándo quedamos?
En fin, por lo menos nos quedará esto!

¿Por qué?

martes, 23 de noviembre de 2010

Porque mi vida es un compendio de filias y fobias.
 Amo el arte, la literatura, estar con los míos, la música, y en general todo aquello que tenga que ver con la creatividad. Prefiero un libro que un e-book aunque tenga que buscar un lugar en mis maletas para los tres o cuatro libros que siempre llevo encima. Seré una romántica, no lo sé. He compuesto alguna canción, y la música siempre está a mi alrededor. Me encanta la fotografía, y el mundo de la edición me lleva  entretenida horas muertas. Soy de las que por la calle suelo dar tropezones porque voy mirando a los edificios o a cualquier cosa que llame mi atención.
¿Fobias? Tengo bastantes manías, pero una fobia  concreta. Volar. Y no es que me niegue a hacerlo, es que para montarme en un avión tengo que estar mentalizada o en su defecto, en "modo M.A. Barracus"