Seis peces azules de David Tejera (lectura conjunta)

lunes, 10 de diciembre de 2012

Sinopsis:
Andreas recorre el mundo en busca de piedras preciosas para los joyeros de Ámsterdam, y uno de sus clientes es el fatuo Neron Staufman. Elka trabaja en una tienda de té entre los canales en el barrio de Jordaan, y ansía una vida apacible junto a Andreas. Muy cerca, un misterioso hombre azul siente pasar el mundo. Arnaldo Santos capitanea el Volcán Chiriquí hacia un cementerio de barcos en el océano Índico, y el griego Stéphanos es el miembro más huraño de su tripulación, siempre pendiente de los seis peces azules de cristal que lleva consigo. Ellos aún no lo saben, pero sus vidas están unidas por un cordel tan fino como el que enhebra los peces de Stéphanos: cualquier leve movimiento los balancea a la vez y en diferentes direcciones. Por eso, cuando Neron le habla del diamante Jehangir a Andreas, las vidas de los seis comenzarán a agitarse… Siguiendo la tradición de las grandes novelas de aventuras, pobladas de personajes apasionados y exóticos ambientes, David Tejera nos propone en Seis peces azules la más fascinante aventura que podemos emprender en una época como esta: la búsqueda de la propia felicidad.
XLIV Premio de Novela Ateneo de Sevilla.


Hay libros que, desde la primera página se descubren cercanos y amigables. Conectas con ellos de manera especial. Este ha sido el caso de Seis peces azules. Por eso, desde aquí quiero dar las gracias tanto a la Editorial Algaida, que me envió un ejemplar como a Tatty por organizar esta lectura conjunta.

Autor:


David Tejera, periodista madrileño. Ha trabajado en los servicios informativos de Antena 3, CNN+, Cuatro y Tele 5. Escritor de novela, también ha sido el autor de algunos guiones televisivos. Con su primera novela, La senda de los locos, consiguió el premio Ateneo Joven de Sevilla, y con Seis peces azules, el XLIV Premio de Novela Ateneo de Sevilla.

Desde la primera página, con su lenguaje sencillo y elegante (natural aunque se adivina estudiado y elegido a conciencia), me ha ganado.Una historia que capta desde el instante inicial en la que además el autor te dirige con gracia y facilidad por los rincones de la narración. Simplemente estupendo.
La trama está bien desarrollada, y en mi opinión, descansa sobre varios pilares que imprimen el carácter fuerte y especial de esta novela: los personajes, el estilo personal del escritor y los giros inesperados de la historia.

El juego del Pachesi
Las cinco vidas principales a las que nos asomamos son las de unos personajes individualizados, con sus manías y afectos, bien definidos. Así conocemos a Andreas, un joven algo hipocondríaco con un pasado lleno de sombras. Es un cazador de piedras, un traficante que, cosa insólita en este negocio, atesora cierta moral (aunque no siempre haga caso a su Pepito Grillo particular). No persigue las piedras en sí, sino el hecho de descubrirlas, de hallar una “luz de viaje” especial con la que no había contado o que quizás otros no fueron capaces de encontrar. Probablemente ese desapego a la opulencia es lo que nos ayuda a empatizar con él. Eso, y Elka. Ella es, en su almena, donde Andreas pese a ser un alma errante a la que le cuesta enraizarse, siente que está su lugar.

El diamante Jehangir
Elka es su refugio; una mujer que evoluciona con la historia, transformando su fragilidad en fortaleza conforme se va urdiendo la tela de araña que ha tejido el escritor. Ella es quien interactúa directamente con la meteorología: nieva si está preocupada, llueve cuando está triste, y cae una oscuridad total sin estrellas cuando Elka abraza el olvido. Trabaja en una pequeña tienda de té junto con su propietaria, madame Coluche.
Clhoe es la dueña de Samoa; una mujer de afectos, cercana a la jubilación y viuda de un diplomático envuelto en un turbio asunto de falta de confidencialidad.
Otra de las figuras importantes es El Hombre Azul. Él es uno de mis personajes favoritos. Se asoma a la narración desde los canales de Ámsterdam y es quien ha elegido el autor para convertirse en el narrador omnisciente. Es un tipo misterioso, del que no sabemos (y ni él lo recuerda) su pasado ni qué ha sucedido para encontrarse en su situación actual. Es el vértice con la vida en el otro lado, y la única figura que se permite hablar directamente con el lector, de tú a tú.
Alrededor de todos estos individuos, hay un personaje que paseará por las páginas de la novela con dos perfiles diferentes: el marinero griego que teme al mar, y el hombre de los ojos de humo; el propietario del Café Ahab. Un hombre curioso, este Stephános, que parece obcecado en creer en un talismán tanto en el mar (los peces azules) como en tierra (una aglomeración de frases de Moby Dick que llenan cada espacio libre del Ahab).


Una de las cosas que más ha llamado mi atención es que pese a ser una novela de aventuras, mantiene la tensión y la acción sin grandes altibajos. En su justa medida. Con agilidad pero a la vez con naturalidad. Cada fin de capítulo te provoca e incita a seguir un poquito más, un episodio más. En mi caso esto ha sido un poco frustrante, porque no he podido leer con la continuidad que hubiera querido, ya que han sido unos días bastante ocupados, pero reconozco que la trama me ha tenido en ascuas así que he tratado de poner todo en orden cuanto antes para poder dedicarle unos minutos (aunque fueran pocos) al día.

El autor nos lleva por diferentes lugares que fluyen con la historia como un paseo lógico dentro de la vida de Andreas, y como consecuencia, también para el lector. Me ha parecido un acierto que estas visitas a sitios tan dispares como Angola, Serov, Amsterdam o Sikri no se hayan recogido como una especie de gymkana para conseguir un tesoro (como en otras novelas de aventuras), y que además el tesoro en este caso sea la superación del reto que se intuye pero no se conoce del todo, la búsqueda de las piedras que lleva impresa a su vez la búsqueda de la felicidad.
Como he señalado antes, uno de los pilares en que se asienta esta novela es, a mi juicio, los giros inesperados del relato. No son muchos en realidad, pero confieren originalidad a la historia: Saber el origen de Andreas, la identidad del Hombre Azul, imaginar si la renuncia de Elka va a ser cierta o no, la sorpresa de encontrarnos que la historia del Volcan Chiriquí y la de Andreas son parte de dos épocas diferentes…Todo esto mantiene el interés siempre en un punto alto, por lo que resulta un relato bastante adictivo.

Me parece una lectura fácil y muy recomendable. Sin ninguna duda.


Entre sus páginas:
"Las aceras se habían vuelto peligrosas y para evitar accidentes un empleado de la piscina esparcía sal a puñados ....Miraba de vez en cuando hacia la cristalera donde aparecía tras el vaho ese extraño tipo de gorro rojo y gafas verdes.<<Menuda pinta. Parece que se marcha directo a las estrellas>>...Andreas observaba al jardinero y el jardinero le observaba a él. Cada uno desde su frágil realidad contemplaba el espejismo que suponía el otro dentro de su pequeño universo: el infatigable sembrador de nieve relinchando a la intemperie como un caballo salvaje bajo el frío, sudando , esparciendo cristales de sal que parecían diamantes en bruto, y el inexperto aventurero espacial envuelto en una niebla húmeda y caliente que no le permite despegarse de la tierra, que le manteine atrapado y le arrebata su sueño de escapar a un mundo donde las leyes son otras...."

6 comentarios :

  1. Me alegra que te haya gustado, yo también disfruté con esta historia que va ganando intensidad a medida que avanzas, con los giros y con los lugares en los que transcurre.
    ¡muchas gracias por participar! recuerda dejar un comentario con el enlace de tu reseña para participar en el sorteo
    besos

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    1. En seguida me pongo manos a la obra. Gracias por tus comentarios Tatty.
      Un beso

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  2. Veo que genera comentarios muy muy dispares. Espero disfrutarlo como tú.
    Besos,

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  3. Desde luego parece que no deja indiferente a nadie. O te gusta o lo aborreces por lo visto. Que suerte poder haber disfrutado, y ójala que tú también lo hagas.
    Un beso

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  4. Gracias por la reseña. Y gracias por el cuidado para no pisar reventar las tramas. Me alegra que te gustara. Como dices, gusta o no gusta. Y así debe ser.
    Un saludo.

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  5. Gracias a tí David, por pasarte y comentar. Te deseo suerte y mucho éxito también en el futuro.
    Saludos.

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