Nadie quiere saber de Alicia Gimenez Barlett

miércoles, 1 de mayo de 2013




La inspectora Petra Delicado y el subinspector Fermín Garzón han heredado un muerto que había permanecido cinco años mudo: Alfonso Siguán, un empresario textil barcelonés de 70 años, liquidado en circunstancias sexuales escabrosas. Su cadáver se halló en su apartamento, adonde había acudido en compañía de una joven prostituta. Las culpas recayeron sobre el chulo de ésta; pero fue encontrado muerto a su vez en Marbella, tres días después. Las pesquisas se cerraron en falso. Ahora Petra y Fermín se enfrentan al silencio temeroso de la única testigo, la prostituta, y al rompecabezas de la vida profesional y familiar del empresario. La investigación se traslada a Roma, donde Petra vive situaciones de riesgo y desafío que son nuevas para ella y que confirman la habilidad de Alicia Giménez Bartlett para hacer de Petra Delicado uno de los personajes más atractivos de la novela española actual
.


Hace un par de años leí una novela de la inspectora Petra Delicado, pero no me terminó de convencer, por lo que dejé pasar la oportunidad de continuar con la saga. Esta vez, con la excusa del reto de lectura de las novelas negras, he retomado a Alicia Gimenez Barlett, y debo decir que con mejor fortuna que la vez pasada.


En esta ocasión, Petra y Fermín se ven obligados a esclarecer un “caso frío”, la reapertura de un caso antiguo: el crimen de Alfredo Siguán, un comerciante textil de una familia de prestigio. Las dificultades propias de un caso de asesinato aquí se ven incrementadas al haber pasado cinco años desde el cierre del expediente sin resolver.

Según consta en la documentación, Siguán fue asesinado por un hombre, presumiblemente un proxeneta, en presencia de una prostituta con la que el comerciante había compartido varias citas. Sin embargo, la versión de la mujer difiere de lo que en principio parecía de lógica: acusa a un hombre italiano del crimen, expiando a su compañero del homicidio. Para complicar aún más las cosas, este último apareció asesinado a su vez unos meses después, cuando Julieta ya estaba cumpliendo condena.

La reapertura del caso se debe a que la segunda mujer de Siguán tiene “cargo de conciencia” porque piensa que no se hizo todo lo necesario para aclarar el crimen. El juez valora positivamente su visita y decide darle al asunto una segunda oportunidad.


Tanto la inspectora Delicado como Fermín Garzón se encuentran de este modo en un momento delicado porque no saben cómo deben abordar este caso, así que después de pedir ayuda a un compañero con experiencia, comienzan a investigar. Afortunadamente para ellos, en todos los procesos siempre queda algún cabo suelto, por pequeño que este sea, y tanto la inspectora como su compañero se lanzan con interés sobre cada uno de los detalles que pudieran desenredar los puntos extraños del asesinato.

Lo que ni siquiera imaginan es que la investigación del caso les va a suponer más de lo que se figuran: viajar a Italia, poner en juego sus vidas y descubrir la cruda realidad de la naturaleza humana.

La autora:
Alicia Giménez Bartlett (Almansa, Albacete, 1951). Estudió Filología Española en Valencia y se doctoró en Literatura Española. Su impresionante currículum está jalonado de éxitos y sus obras se han traducido a quince lenguas. El género que mayor conocimiento le ha deparado a nivel mundial ha sido la serie de novelas negras protagonizadas por la inspectora Petra Delicado.








El reencuentro con la inspectora Delicado ha sido bastante bueno, reconozco que me ha gustado el estilo de la novela, su ritmo ágil y la pericia de la autora para desenredar poco a poco un argumento que en principio parece sencillo. Lo más destacable de la lectura, sin embargo, no tiene que ver con la trama, sino con la personalidad de los dos protagonistas, que en muchas ocasiones eclipsan el argumento convirtiéndose ellos en el objeto de mayor interés.
Esta utilización de los tándems para las novelas negras funciona a la perfección, y no sólo para esta autora, sino que también lo vemos con Lorenzo Silva (Chamorro y Belvilaqua), Reyes Calderón (McHor e Iturri), y Domingo Villar (Caldas y Estevez) por poner algunos ejemplos. Son binomios que dan fluidez a la trama y permiten que la novela se llene de subjetividad y humor a través de las palabras de sus personajes, lo que los hace más cercanos y creíbles. 

De hecho, Petra Delicado no es una mujer al uso; es una persona independiente, con bastante “mala leche” y con una conciencia conveniente y saludablemente parcelada, lo que le hace ser (al menos hacia los demás) una mujer fuerte y con gran carácter, hechos que le permiten encajar perfectamente en un entorno definido en principio como un coto eminentemente masculino.


Si he de poner algún pero a esta novela es que el final me ha parecido previsible. Está bien trabajado, y las pistas que se dan al lector son coherentes y claras, sin embargo creo que también son demasiado obvias hacia el final de la lectura.

De todas formas es un factor al que no quisiera dar demasiada importancia ya que la lectura me ha parecido ágil, y me ha deparado muy buenos ratos. Las ambientaciones y escenarios están bien dibujados, el vocabulario se corresponde con el entorno y las figuras, y los personajes (tanto los principales como los secundarios), tienen vida propia, por lo que creo que el poder imaginar el final es secundario o accesorio cuando logras disfrutar con la lectura de la novela por tantos otros motivos.



¿A vosotr@s qué os parece? ¿Creéis que es necesario que el final de una novela sea totalmente sorprendente o no os importa llegar a adivinarlo si disfrutais del resto de la lectura?



Feliz día.


Fuentes:

clubelgrito.blogspot.com

6 comentarios :

  1. Qué pena que sea previsible!!
    Tiene muy buena pinta, la verdad =)

    Besotes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es el único pero que le pongo, y además es un "pero" chiquitito. ;-))
      Besos

      Eliminar
  2. Todavía no he leído nada de esta autora pero estos libros los he visto en varios blogs y tengo ganas de probar
    besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que la inspectora es todo un caracter, y la lectura es entretenida y fácil. Si te animas estaré atenta a ver qué te ha parecido.
      Besos

      Eliminar
  3. La verdad es que prefiero que me sorprendan aunque muchas veces ya se intuye pero se sigue leyendo con gusto...
    Besos,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este es uno de esos casos. Aunque te imagines por dónde va el asunto, la lectura es agradable y se disfruta mucho.
      Besos

      Eliminar