Cita 2: Mayo (II)

viernes, 30 de mayo de 2014


"El proceso de escribir puede ser mágico. Hay veces en la que es como asomarse a la ventana de un último piso y salir a caminar por el aire... Y eso es felicidad suprema. La mayor parte de las veces, sin embargo, es un proceso que consiste en poner una palabra detrás de otra."
 Neil Gaiman

Mi padre es mujer de la limpieza de Saphia Azzeddine

miércoles, 28 de mayo de 2014





Polo tiene 14 años y crece en el seno de una familia algo desordenada. En su opinión, su madre es "fea y paralítica", su hermana "una golfa que está mal de la cabeza" y su padre tiene una de las peores ocupaciones que puede tener un hombre: auxiliar de la limpieza.






Recuerdo mi adolescencia como un periodo convulso. Probablemente la única época de la vida —en circunstancias normales— donde no se cumple aquello de “cualquier tiempo pasado...”. Y,  por lo que he hablado con bastantes amistades, un tiempo al que, en general, nadie regresaría con demasiado agrado.

Y esta reflexión viene al paso del protagonista de la novela, Paul, un adolescente que se siente una rara avis ya que no termina de encajar en su entorno. Un chico amante de las palabras en un suburbio de París, un muchacho decidido, algo deslenguado, que quiere a su padre pero al que le cuesta admirar porque representa algo de lo que él quiere huir. Un adolescente en plena ebullición que nos muestra bajo el prisma de su mirada, las grandezas y las miserias de todas las familias.
La situación de Paul, al que todos conocen como Polo, no es ni de lejos la vida de ensueño que a él le gustaría, con sus desayunos de multicereales, etc... ya que vive en un barrio pobre, con su madre paralítica (a la que no demuestra demasiado aprecio), una hermana tan superficial como guapa (y con la que no desperdicia la menor oportunidad de hacer chanzas a su costa) y su padre, que es la única fuente de ingresos familiar y por quien Polo siente una mezcla de sentimientos que le desorienta.



Saphia Azzedine (Agadir, 1979), novelista franco-marroquí y licenciada en Sociología ha desarrollado múltiples ocupaciones como actriz, guionista, directora y asistente en una empresa de diamantes antes de dedicarse por completo a la literatura. La autora de “Confesiones a Alá”, presenta un estilo desenfadado y fresco, siendo uno de los últimos estandartes literarios en el panorama francés. Tras el éxito de su primera novela, ha presentado también con gran acogida por parte de público y crítica  “Mi padre es mujer de la limpieza”, donde expone una clara denuncia social y hace gala de su característico estilo.

Inserta en la nueva corriente de las novelas atrevidas y frescas, este libro destaca por la forma en que está narrado, por el acierto de las voces narrativas utilizadas, que son las responsables de describir a los personajes sin necesidad de acudir a otros recursos adicionales. El vocabulario de los protagonistas se corresponde perfectamente con su forma de ser; desinhibida y actual en el caso del personaje principal y popular e incluso vulgar cuando son los miembros de su familia quienes hablan.

Los personajes, en este caso, ceden el protagonismo a Paul, por quien sentimos simpatía y con el que en algunos momentos el lector llega a conectar de manera muy empática, pero que hacia el final del libro, confieso que me ha dejado muy confundida por su forma de proceder poco ética.

También es interesante el trasfondo de crítica social que deja entrever la autora a traves de la historia, aunque a mi modo de ver, en algunos temas difíciles se vale de la edad del protagonista y la poca importancia que éste le concede a algunos asuntos bastante escabrosos saliendo del meollo con grandes dosis de humor.

Mi padre es mujer de la limpieza es un libro cuando menos curioso ya desde el propio título y la portada. Promete sorprendernos y, de alguna forma lo hace, porque no te deja indiferente. Una lectura sencilla y ágil, aunque muestra un durísimo fondo social (asistiremos a episodios de violencia, de abusos, de absoluta resignación ante la falta de oportunidades...), sobre el que, en mi opinión, se ha pasado de manera muy superficial. 

¿Y vosotr@s, habéis leído algo de esta autora?
Feliz día

Mundobebé 18: Repasando los animales con un niño de dos años...

martes, 27 de mayo de 2014




 
—¿Qué es esto, cariño? —pregunto señalando el libro de animales.
—Un conejito.
—¡Muy bien!
—Come zanahorias para la vista.
—¡Anda!—digo sorprendida, y paso página.—Y este, cariño, ¿qué animal es?
—Una Irafa—responde decidido.
—Si. Muy bien—comento mientras me aventuro a preguntar.—¿Y qué comen las jirafas?
—Papel de los árboles, mami—dice convencido.
—¿Ehh?... Ah! Ya veo... Hojas, cariño, Hojas de los árboles....


***

Otra vueltita más al libro de animales, y el peque cantando la alineación de la página:

— Mira mami, un pulpo, una ballena, un pingüino, un cinturón..

—Eins? ¿Un cinturón?— me asomo al libro y me troncho de risa.

— Esto es un delfín, cariño, pero tú quieres decir un tiburón.

—Si, vale, mami.

De palos, regalos y certámenes.

lunes, 26 de mayo de 2014


Estas semanas están siendo un poquito complicadas. Hemos pasado de los limones a los palos, y por mucho que me empeño en construir una cabaña con ellos, el título de albañil me queda pero que muy grande. Tengo menos tiempo del habitual y no puedo pasar por vuestros blogs tanto como quisiera. Sin embargo, no todo es "regulero", que también he tenido buenas y grandes noticias.


En primer lugar el pasado martes llegó un regalo en forma de libro desde las Islas Afortunadas. Gerardo Pérez ha publicado su segunda novela "El amor y otras vias de escape", que he recibido con gran emoción. Agradezco el cariño con el que me ha dedicado su novela y también la dulzura de Myriam. Sé de buena tinta que el próximo junio Gerardo estará en Madrid para presentarla, y desde aquí le deseo lo mejor porque lo merece. Ya he comenzado a leer este magnífico regalo, así que en breve espero poder reseñarlo y comentaros mis impresiones.





Por otra parte, este jueves fue la entrega de premios del Certamen Literario Sagrario Resano, en el que participé el año pasado, y en el que quedé tan encantada por su calidez y cercanía que me prometí volver a intentarlo otra vez. De nuevo me he quedado a las puertas (y yo feliz), y de nuevo he podido disfrutar de una tarde prendida de emociones, de recuerdos, de buena música y mejor compañía. ¡Gracias a David por su esfuerzo para que todo esto salga adelante!

Feliz día para tod@s!

YULQO: Motivos para seleccionar una lectura: la página 99

viernes, 23 de mayo de 2014




 

Hay periodos en los que ni siquiera me planteo qué lectura elegiré tras el libro que tengo entre manos, porque todo va fluyendo de manera más o menos natural y según el orden que lleva la estantería. Sin embargo, hay otras temporadas en las que me resulta muy complicado decidir qué libro me apetece leer.


Generalmente cuando pasa esto es porque la obra que estoy leyendo no me termina de convencer, y entonces empiezan las dudas: ¿y si el libro que tenía pensado empezar es parecido?. «Ni hablar», pienso. Y me lanzo a buscar una próxima lectura que en principio tenga los ingredientes básicos para que me llene. Otras veces (en su mayoria es así), son los libros los que escogen su momento, y llegan a mis manos o al blog de manera fortuita pero inevitable, usurpando el lugar al ejemplar que en principio iba a ser el próximo en ser leído. ¿No os ha pasado? A mi me sucede a menudo, así que voy a tratar de analizar un poquito porqué elegimos un libro en concreto y no otro ejemplar.



Y es que creo que tan importantes son los motivos de abandono de los que hablábamos en la última entrada como las razones por las que terminamos eligiendo una lectura y no otra.


Lo hablaba hace poco con unos amigos y desde luego hay razones dispares (de mayor o menor peso). Me he divertido mucho con los comentarios que han surgido y que pasan tanto por motivos justificados (como conocer un periodo concreto de la Historia, o a un autor determinado) como los que no lo son (el azar en muchas ocasiones, las reseñas emotivas, un arrebato al ver una imagen de portada sugerente, una sinopsis que te atrapa desde la emoción) pero en conjunto se pueden agrupar en dos líneas: Las razonables o cerebrales y las emotivas o viscerales.



A mí me parecen más interesantes estas últimas, porque son inesperadas e imprevisibles, y reflejan mucho más del lector y qué es lo que realmente le motiva, qué le hace moverse. Pero entre todas las razones, hubo una que me sorprendió y acerca de la que he estado investigando. ¿Conocéis la teoria de la página 99?


Según afirmaba Ford Madox Ford leer la página 99 de un libro nos dará las pistas para saber la calidad literaria de la obra. Asegura que una vez libre de la necesidad de captar al lector —propio de las primeras páginas de un libro—, el autor puede dar rienda suelta a su esencia real y escribir de forma mucho más autónoma y sobre el tema que ha elegido tratar.

Esta teoría que yo desconocía, parece que está bastante asentada en el mercado anglosajón. Tanto, que incluso hay una web que permite leer la página 99 de diferentes obras para que valoremos la lectura y estimemos si es o no interesante adquirirla.



¿Y vosotr@s, conocíais este asunto de la página 99?¿Qué os mueve para escoger una lectura y descartar otra?

¡Gracias por vuestros comentarios!