En estas fechas los peques están desatados, es normal que estén más ariscos porque les faltan sus rutinas diarias, y resulta inevitable que tengan ataques de rebeldía que los adultos, tratamos de controlar.
Como hace unos días, cuando el peque le arreó una patada a su padre.
—Cariño, no hagas eso —le dije firme—, no se pega. Y menos a papá. Hay que portarse bien.
Entonces, en un alarde de genialidad, intenté que la Navidad jugara a mi favor.
—A ver, cariño, ¿qué te dicen en el cole, qué dice Jesús? Que hay que ser obediente y portarse bien, ¿verdad?
—Mamá —me contestó condescendiente—, el Niño Jesús es un bebé. Está en el pesebre y no dice nada. ¡No sabe hablar!.
Media vuelta rápida y a otra habitación. No se si oyó las carcajadas, pero no pude contenerme.
¿Autobiográfico?
ResponderEliminarFeliz Navidad, Izaskun
Lo sospechaba. Acabo de leer más abajo , y me he dado cuenta de que sí. Que te refieres a tu pequeño "artista". ¡Qué buena idea Izaskun! Hoy te admiro un poquitín más.
ResponderEliminarUn besazo y que los Reyes sean benignos para el. Para tí, ya sabes, finalista en el Pulitzer.
Tal cual, Luis. Tengo un "artista" que me da estos momentos tan especiales y que he decidido compartir porque la memoria es bastante selectiva y no me gustaría olvidarlos. Además creo que tienen su puntillo...¿no te parece?
EliminarMillones de besos.