Microrec: Ni a tiros...

martes, 16 de junio de 2015









Directo al corazón.


Volví a enfocar su figura uniformada en la mirilla del rifle
y esperé el momento adecuado. Él llegó enseguida, llenando el espacio con sus andares prepotentes. Se le acercó por la espalda y le susurró algo al oído, quizás un piropo arrugado de tan manido, que hizo palpitar sin control la cruz roja de su uniforme impoluto. Apunté certero al centro de su pecho y como tantas otras veces, sonreí ante la imagen bucólica que tenían de mí. No. Yo no era ningún niño inocente ni mis proyectiles eran flechas con punta de corazón.


Diferencias irreconciliables.

Volví a enfocar su figura uniformada en la mirilla del rifle, repasando una vez más los detalles familiares que tanto había amado en otro tiempo: el pergamino de su piel alrededor de los ojos traicioneros y su sonrisa torva. El torso ancho en el que me había refugiado de niño creyéndome a salvo y sus manos de caricias hipócritas que tanto odié años después. Por fin había llegado mi oportunidad. Cerré los ojos y escuché el eco lejano de un disparo. Cayó ante mí como un muñeco roto mientras mi dedo índice seguía escribiendo en morse sobre el gatillo atascado.


Gwendolin

Volví a enfocar su figura uniformada en la mirilla del rifle
. Creo que separé los pies y levanté bien los codos buscando el equilibrio perfecto. María estaba a mi lado, sosteniendo en sus brazos a la niña que, adivinando la magia del momento, había detenido por un instante el incesante mascar de su chupete. Probablemente contuve el aliento y apreté el gatillo a la espera del fogonazo. La famosa muñeca castrense con su pose marcial observa ahora el paso del tiempo mientras, sobre mi mesilla, la fotografía que descansa junto a la legión de píldoras de colores es hoy el único recuerdo firme de aquella noche mágica.


De vuelta por el REC.

6 comentarios :

  1. Izaskun, tres disparos muy diferentes y certeros, el primero es mi preferido, aunque el surrealismo del tercero me ha extraído una sonrisa. En fin, a mí me pareció una frase complicada, pero ya veo que para ti, no.

    Besos.

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    1. La inspiración se encuentra donde menos la esperas, Nicolás. Hay veces que pienso que cuanto más complicada es la frase más sencillo me resulta componer el micro...
      Miles de besos y suerte con los seres diminutos.

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  2. Muy buenos los tres, no sabría decidirme por uno! Enhorabuena. 1beso!

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  3. Me decanto por el último. Me ha traído el recuerdo de aquellas casetas de feria con el premio de la foto por el acierto. Ya debo estar a punto de empezar a coleccionar pastillas.
    Besos, Izaskun.

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    1. De eso nada, monada. Ya se lo que pasa. Tienes que cambiarte las gafas, Rafa, majo. Que lo que coleccionas no son pastillicas, que son Lacasitos...;) También para mí trae algún recuerdo bastante especial con sabor a nostalgia.
      Mil besotes.

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