Desiderata terminal
Acuérdate de lanzar mis cenizas al mar y celebra mi partida. Procura ser flexible pero no te doblegues. Mantente firme pero no seas rígida. Presta atención a quien sepa más que tú sin importarte su edad y no te distraigas con modas ridículas de las que luego te avergüences.
Vive con la cabeza en las nubes y los pies en el suelo, mi niña. Crece libre. Y cuando llegue el momento de la despedida, encontrarás a tu lado a alguien que merezca tu sonrisa y no tus lágrimas. Alguien para quien no encuentres las palabras suficientes con las que decirle cuánto la echarás de menos.
Aportación semanal al REC.
Cuántas cosas a hacer, pero muy ciertas. Me ha gustado :) Biquiños!
ResponderEliminarMuchas gracias, Cris. a veces, con el día a día no somos capaces de ver las cosas realmente importantes y es necesario (por desgracia) algo que nos noquee para darnos cuenta.
EliminarBesotes
Preciosa despedida la que nos relatas, Izaskun. Lo cierto es que la frase se prestaba a ello.
ResponderEliminarUn saludo.
Cierto, Alfonso. Por más vueltas que le di a la frasecita, no encontré otra manera de enfocarla.
EliminarBesotes y suerte!