El mal camino de Mikel Santiago

viernes, 9 de diciembre de 2016




CONSOLIDADO. Esta es la palabra que surge tras la lectura de El mal camino, la segunda novela de Mikel Santiago, en la que demuestra que ya es un autor asentado y que lo suyo es sin duda alguna el thriller psicológico con un puntito que roza lo sobrenatural.

El matrimonio del afamado escritor Bert Amandale y su esposa Miriam no está pasando por su mejor momento. También la relación con su hija Britney se está resintiendo por lo que, en aras de mejorar el vínculo familiar, se mudarán durante un tiempo a Saint – Remy, un idílico pueblo de la Provenza.

Allí consiguen disfrutar de la calma que tan esquiva les había resultado en la ciudad, al menos durante un tiempo porque de pronto, todo cambia. Parte de su vida anterior vuelve de repente de la mano de Chucks, una estrella de rock venida a menos que ha llegado a la Provenza para retomar su carrera musical. Es además un amigo íntimo de Bert, cuya relación Miriam no ve con buenos ojos pues ambos comparten un pasado común salpicado de excesos y drogas.

Así transcurre el día a día del escritor, entre eventos sociales propuestos por su mujer y reuniones casi clandestinas con su amigo Chucks, hasta que un día, éste le confiesa que ha atropellado a alguien, que lo vio morir y que huyó del lugar. Su mala conciencia le hizo regresar al lugar del accidente pero allí no había nada, ningún rastro que hiciera pensar en lo que había sucedido.

Chucks no ceja en su empeño y comienza a investigar por su cuenta. El suceso hace mella en su vida y cae de nuevo en una espiral insana. También hace partícipe de sus sospechas y descubrimientos a Bert, quien no sabe a qué atenerse. ¿Debería creer a Chucks o aceptar que su amigo sufre algún desorden mental? Lo cierto es que Bert, y su poderosa imaginación también se involucran en la investigación poniendo en tela de juicio incluso su propia cordura. Pero ¿Y si ambos llevan razón? ¿Y si Saint – Remy y sus habitantes no son un lugar ni unas personas tan apacibles y pacíficos como parecen ser? El thriller está servido.

Al igual que en su primera novela, Mikel nos muestra aquí un estilo propio (aunque un poco más depurado que en su primer libro) con algunas características comunes: la narración corre a cargo de una primera persona, el protagonista es un músico atribulado y el escenario es un lugar idílico aunque apartado. También salpica la narración con unos diálogos frescos y vivos como en La última noche en Tremore Beach.
Probablemente esta agilidad es lo que más me ha gustado de la novela porque hace que no puedas soltarla ya que el tempo se vuelve vertiginoso y no da tregua gracias al formato de los capítulos, a algunos cliffhangers y un acertadísimo ritmo narrativo.

También los personajes están bien perfilados a la profundidad que corresponde con la importancia de su peso en la historia y acompañan a un escenario que Mikel transforma paradisiaco a infernal en unas cuantas pinceladas.

Pero también me ha cautivado su forma de atraparnos en una espiral conspirativa donde (como en Los Renglones Torcidos de Dios) cuestionar la cordura propia y ajena es algo realmente inquietante. ¿Te has planteado lo sencillo que es para algunas personas (debido a su proyección social) sembrar la duda acerca de las capacidades mentales de un tercero? ¿Y las consecuencias que esto puede acarrear? A mí me dan escalofríos solo de pensarlo.

En definitiva una lectura entretenida, con una tensión narrativa atractiva que gana intensidad conforme avanza la trama.

Te gustará si:

  • Lo tuyo son los thrillers psicológicos.
  • Te van las novelas con un ritmo narrativo “in crescendo”
  • Quieres descubrir a Mikel Santiago antes de que la productora de Amenábar lo lleve al cine (hace un tiempo que compraron los derechos de la primera novela.
¿Has leído a Mikel Santiago?¿Qué opinas de los thrillers psicológicos?

Feliz día.

2 comentarios :

  1. No me puedo creer que no haya comentarios en esta entrada sobre El mal camino! ¿Pero la gente a qué está? A ver si el "guasap" se cae o se vuelve a levantar?

    En fin...pasemos un estúpido velo. Ahí voy:

    Como he escrito en una breve reseña en Goodreads, al contrario que alguna que otra que le han dado bombo y platillo llevándola incluso al cine y con alguna polémica que otra, El mal camino me ha parecido una novela bien atada, sin flecos, sin incongruencias ni diálogos que te rechinen. El lenguaje sencillo y en ocasiones irónico hace que te la bebas como un vaso de agua después de una maratón.

    Ya sabes que soy muy de sacar pegas, aquí poco tengo que decirle, excepto un ligero detalle cuando describe a V.J. bajando del coche en pleno verano con unos pantalones de PANA. Digamos que en sur de Francia puede hacer fresco, pero es un detalle que se le ha debido escapar (ya ves que voy con lupa para sacar lo mejor de cada libro).

    He leído por ahí alguna crítica que decía que le sobraban reflexiones. A mí no. Creo que precísamente el diálogo interior que tiene el protagonista, el constante vaiven que se plantea, las dudas de esa realidad que él vive es precísamente el hilo conductor de toda la novela y el que te hace estar pasando como por un cable entre dos edificios.

    En fin, que me alegro mucho de tu recomendación y haber seguido tu consejo. Ya he empezado con las Niñas y he notado un cambio brutal a la hora de redactar. Veremos...

    Un besote!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué bueno lo del pantalón de pana! Me pasó totalmente desapercibido, jajaaj. Eres una crack.
      También a mí me gustaron las reflexiones personales del protagonista y me parecieron necesarias para enfocar la historia y las dudas en el lector.
      Me alegra mucho haber acertado en la recomendación, Ana. Lo de las Niñas, no tiene nada que ver con este estilo narrativo, ni con la temática de El Mal Camino, ni...No te adelanto nada y espero tus siempre acertadísimos comentarios.;)
      Miles de besos

      Eliminar