Mundobebé 11: La bolsita de té o el niño gateador

Hace un par de semanas que el peque se arrancó a gatear. Al principio en modo "marcha atrás", y después, lentamente, rodilla a rodilla, hacia delante. Ahora el chiquitin necesita dorsales, porque corre que se las pela, el tío. De lo que sí me he dado cuenta es que ha generado una situación y unas consecuencias bastante curiosas.


Situación general:

1. Baberos varios para los padres y familiares, que estamos embobados mirando los progresos de Speedy González.
2. Recolocación y reordenación de objetos varios del nivel 1 (primera estantería sobre el suelo), al nivel 2 o hasta el infinito y más allá.
3. Enfundarse en la piel de Rambo y adelantarse a pensar los "lugares interesantes" que va a descubrir el chiquitín para abarrotarse de toda clase de chismes de seguridad que nos quieran vender a los padres primerizos (esquineras, cierres de cajón, etc) y blindar la casa al completo.
4. Comenzar de nueo con la gimnasia de mantenimiento y desempolvar viejos trucos anti-agujetas, porque a partir de ahora TODO va a ser un circuito durísimo (ríete tú del test de Cooper). El bebé tiene las pilas cargadas al máximo, y su objetivo, cual personaje de StreetFighter es terminar con toda tu energía. Como mucho llegarás a las nueve de la noche con un Game Over impreso a fuego en tu frente.

Consecuencias directas:

1. Como todavía hace calor (al menos en casa), el chiquillo gatea "a pelo", por lo que al terminar el día y meterlo en la bañera, a mí me parece que lo estoy "infusionando" porque el agua va tomando el colorcillo oscuro que a su vez va desapareciendo de sus regordetas rodillas y piececitos. Ah! Y es inútil que intentes ser familia directa de Mr. Proper. No se sabe porqué, ni dónde, pero es capaz de ensuciarse hagas lo que hagas y limpies cuanto limpies.
2. Esta recién adquirida habilidad, nos ha dado una pista del futuro laboral del nene. Como siga así, le veo de electricista...