De repente llaman a la puerta de Etgar Keret

miércoles, 29 de enero de 2014









Cuéntame un cuento o te mato. Cuéntame un cuento o me muero. Así arranca la nueva colección de relatos de Etgar Keret: con una amenaza para calmar nuestra sed de historias y poder sobrellevar el día a día en este loco mundo, en el que la cara y la cruz se enfrentan continuamente, como en una banda de Möbius. En los 38 cuentos de De repente llaman a la puerta, hay muchos ejercicios útiles para aprender a entender otra vida, la soledad, la muerte, la violencia y el índice de Bolsa. Lleno de situaciones absurdas, de humor, de tristeza y compasión, esta colección de Etgar Keret, calificado de «genio» por el New York Times, lo confirma como uno de los escritores más originales de su generación.





Con la boca abierta. Así me ha dejado el libro de relatos de Keret. Pero ¿qué tiene este israelí para ser un fenómeno de ventas en el complicado mundo del relato? ¿Su buen hacer, su portentosa imaginación, su facilidad para calar en el lector...? Sin duda su éxito viene dado por un compendio de elementos que el autor maneja a la perfección, y que sin evidenciarlo como un exponente literario, cautiva al lector y lo hace devoto de sus narraciones.


 
Etgar Keret (Israel, 1967) es un escritor, guionista y director de cine al que se ha considerado el máximo exponente de la narrativa moderna en hebreo. Utiliza el humor negro, el surrealismo, lo grotesco y lo infantil para sumergir al lector en historias de la vida cotidiana. Este profesor universitario, hace del lenguaje corriente su aliado para presentar sus exitosos cuentos cortos que han sido traducidos a más de diez idiomas.
Su primer libro fue Tuberias, publicado en 1992, que no obtuvo demasiado éxito. Sin embargo al año siguiente, con El Musical, ganó el primer premio del Festival Alternativo de Acre. A este galardón le siguió su libro Extrañando a Kissinger en 1994, que le dio mayor notoriedad. Ha publicado en total cuatro libros de relatos que son los que le han otorgado el éxito y reconocimiento mundial.





Keret escribe desde el conocimiento, y generalmente se centra en su realidad más cercana situando la mayoría de sus relatos en Israel, aunque en ocasiones elige otros lugares para ambientar sus escritos. A lo largo de los treinta y ocho relatos que componen el libro, el autor nos sorprende con sus intensas narraciones más o menos breves dotadas de sensaciones y emociones que calan en el lector tanto como para releer el cuento una vez terminado.

Sin duda el elemento que, a mi juicio define al escritor, son sus personajes en los que mezcla de una forma curiosa, la realidad con la ficción. Porque el punto central de sus relatos, no cabe duda, son las figuras de sus cuentos, alrededor de quienes teje y urde sus redes.

Cuando Keret retrata a sus protagonistas, les dota de un carisma normalizado, hasta que repentinamente descubrimos una característica peculiar que los define. Usa con pasmosa facilidad rasgos fantásticos en sus personajes, y sorprendentemente este distintivo no los hace más lejanos sino que les da credibilidad. Así podemos encontrar quienes descubren bajo su lengua una cremallera que si se abre destapa otro “yo”, quien bucea entre sus propias mentiras intentando arreglar los desaguisados que éstas han provocado...

Sin embargo, tampoco podemos encasillar a Etgar Keret como un cuentista únicamente de género fantástico, puesto que también flirtea con el relato común, sumergiéndose en la psique humana, (un ejemplo podría ser el relato más largo de este volumen “Fiesta sorpresa”), dando lugar a relatos interesantes también aunque quizás menos sorprendentes.

Creo que uno de los aciertos del escritor es la utilización de un lenguaje sencillo y muy visual, que facilita la comprensión de las narraciones y al mismo tiempo favorece la generación de imágenes en el lector, transmitiendo de manera a veces bastante cinematográfica (no en vano Keret también es guionista) el ambiente que nos quiere transmitir.

No hay duda de que es un cuentista extraordinario, que embruja y fascina al lector desde la primera frase de cada relato y lo conduce irremediablemente embelesado y desorientado por sus páginas, sin que pueda llegar a imaginar dónde desembocará el desarrollo del relato.

Destacaría de todos ellos Quesu-Cristo, Mystic, Escritura Creativa, Pez Dorado y Joseph (lo siento, no puedo quedarme sólo con uno de ellos)


Como veis, no puedo sino recomendaros su lectura. Me ha encantado este libro que tiene mil caras: a veces divertido, otras conmovedor, las más de las ocasiones ingenioso y sorprendente, y que nos descubre un perfil algo más profundo de vez en cuando.


Y además, gracias a Siruela, podeis disfrutar del relato que da nombre al libro y que a mi juicio, sin ser el mejor de todos, deja apreciar la magia del escritor. ¡Bon apetit!
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8 comentarios :

  1. Lo lei el año pasado casi por casualidad y fue precisamente el que me sorprendiera tan gratamente lo que me hizo empezar a ver los relatos con otros ojos y buscar muchos más libros de relatos que antes.
    Un saludo.

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    1. A mí el virus de los relatos ya me afectó el año pasado, y reconozco que libro a libro los voy disfrutando cada vez más. Además no es nada lo que disfruto para lo que aprendo...
      Besotes

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  2. Lo quiero! Qué buena pinta tiene, tu reseña me ha convencido totalmente, así que lo buscaré; espero que a mí también me sorprenda! 1beso!

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    1. Seguro que lo hará. Tiene un nosequé y un queseyó que engancha sin que te des cuenta.
      Besos

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  3. Si no recuerdo mal descubrí a este autor en el blog de Marilú Cuentalibros. Y si no recuerdo mal desde entonces lo tengo pendiente (bochorno). No me queda otra que resubirlo, destacarlo de alguna manera para que no sea engullido. Los libros de relatos siempre resultan difíciles de comentar, lo has hecho muy bien ;)

    Besos

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    1. ¡Gracias, Ana! Pues te lo recomiendo vívamente (si eso hace que suba en tu librería, bienvenido sea ;)) Ya digo que no es el summum literario, pero algo tiene que te atrapa.
      Besotes

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  4. Leí La chica sobre la nevera y otros relatos. No sé si será del mismo corte. Coincido contigo respecto a las impresiones de Keret, es un cuentista formidable, de palabras exactas, no lo sobra ni le falta pero sus historias pueden ser algo truculentas (por lo menos las que yo leí) lo recomendé con reticencias por esto. Lo que más me gusta es como consigue hacer girar las tramas. Un gran relatista, sin duda. Este libro lo tengo pendiente.
    Besos

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    1. En un primer momento iba en busca de "La chica sobre la nevera", pero por sus críticas (como dices algo truculentas en algunos relatos) me decidí al final por este "De repente..." y creo que he acertado. Me ha encantado leerlo, pero aún más empuñar el bisturí para estudiarlo a fondo.
      Besos

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