Cuando acabe el invierno de Mary Ann Clark Bremer

miércoles, 14 de mayo de 2014



 


Cuando abramos estas páginas habremos llegado a un punto de la vida de su protagonista en que todo es pérdida: la muerte de su familia durante la Segunda Guerra Mundial, la muerte de su joven marido en la guerra por la creación del estado de Israel. Sólo una promesa hecha a sí misma, cifrada en la palabra «reconstrucción» p odrá ayudarla a renacer. Con la ayuda de sus libros más queridos (entre los que se encuentran en primer lugar los de Virginia Woolf, con la que «dialoga» casi a diario) y con la presencia nueva de hombres y mujeres con los que ha de aprender a vivir de manera distinta.


Sigo buscando obras que se ajusten a mis circunstancias actuales, por lo que últimamente mis lecturas van encaminadas a novelas breves, aunque no por ello tienen menos enjundia como a priori pudiera parecer. En estas semanas he encontrado de todo: obras ligeras, sencillas, amenas, ágiles y también algunas algo superficiles, no diré lo contrario. Pero ante la que hoy os reseño, me quito el sombrero. No se puede condensar más lirismo, sentimientos y delicadeza en menos páginas.




Mary Ann Clark Bremer (Nueva York 1928-Ginebra 1996), es una escritora poco conocida que ha repartido sus textos en novelas breves firmadas por diferentes pseudónimos y presentadas en distintas lenguas. Sus obras más conocidas son Una biblioteca de verano y Cuando acabe el invierno, en las que, con gran belleza y sencillez vuelca sus memorias.






Aquellos que hayan tenido una pérdida personal cercana podrán sentirse identificados con el universo sensorial que despliega la autora, en el que desde el más profundo desazón por la muerte,  pero gracias a la inestimable ayuda de la literatura (su referente será Virginia Woolf) y de los cuadernos que rellena con sus impresiones, va rehaciéndose poco a poco, construyéndose letra a letra y aceptando su nuevo yo.

Junto a ella, nos damos cuenta de que tras la pérdida, aunque somos la misma persona, también hemos cambiado. Tenemos nuevos matices y hemos crecido casi sin darnos cuenta. Ahora sabemos mejor qué queremos y valoramos pequeños detalles que antes pasaban desapercibidos. Descubrimos de nuevo los tonos de la amistad y volvemos a aceptar la vida hasta que finalmente nos damos la oportunidad de sentir de nuevo.

Nunca una obra autobiográfica me había impactado así, ni había llenado mi cuaderno de frases a la par tan singulares como universales y cargadas de autenticidad, de belleza. Desde la perspectiva de una mujer de su época (mediados del siglo XX), Mary Ann en primera persona nos hace testigos de la sinrazón de la guerra, del dolor de la muerte y de la necesidad de los recuerdos.



“Mira a tu alrededor, hazte las preguntas necesarias, mira cómo aún hoy, te ofenden por ser mujer muchas veces. Quiérete. No te mientas. Mírate al espejo sin mirarte como si fueras un hombre. Escribe tu frase, tus palabras, tu diccionario o tu oración para cada día y para el futuro... Y en las palabras de los hombres que ames, encuéntrate a ti misma, no los busques a ellos.”


Cuando acabe el invierno es un ejemplo más de que la gran literatura no tiene porqué estar encerrada en extensos volúmenes, sino que, como dice el refranero popular, un pequeño frasco generalmente contiene un perfume excelente. Y de este aroma exquisito es del que os propongo que disfrutéis poco a poco porque estoy convencida de que su tono sencillo y poético os llegará directo al corazón.
¿Qué os parece, os animais?

7 comentarios :

  1. Justo vengo de leer una reseña negativa de otra obra de esta autora, así que si me animo a descubrirla tendré en cuenta la tuya y esta novela, aunque de momento no creo que lo haga
    Besos

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    1. Algo me han hablado del último libro, que parece no ser tan interesante como los anteriores, pero este en concreto merece la pena. Palabrita.
      Besos

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  2. Sí, yo también he visto la reseña de Meg, del tercer libro que han sacado de esta autora y no parece muy satisfecha (en general parece el más flojo de los tres, aunque a otras personas que conozco sí les ha seguido gustando). Yo leí el primero (Una biblioteca de verano) y me gustó mucho, de hecho las sensaciones son muy parecidas a las que transmites de este (que será el siguiente que lea).

    Besos!

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    1. ¡Pues cruzaremos lecturas, Ana! Porque el siguiente que quiero leer es "Una biblioteca de verano", jaja.
      Espero que sea al menos tan interesante como este.
      Besotes

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  3. Esta editorial tiene títulos interesantísimos =)

    Besotes

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    1. ¡Estoy de acuerdo, Shorby! En seguida le hincaré el diente a otro...

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  4. Leí el primero y se ajusta a lo que nos dejas de esta segunda entrega, claro que ya vemos que el tercero parece algo "disgustador" yo de momento me quedo a que nos cuentes si te animas al tercero.
    Besotes

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