Penélope se encuentra en un momento decisivo. Se ha dado cuenta de que no está dispuesta a soportar más que la ninguneen y por eso decide romper con una vida supuestamente feliz pero en la que se siente menospreciada. Sin embargo ese proceso de autoafirmación le llevará a descubrir la cara más amarga de las relaciones personales. Obsesiones, chantajes y tropiezos la acompañarán en su camino; el mismo que le llevará incluso a enfrentarse con la muerte de una forma que nunca hubiera imaginado.
Esta es el resumen de la novela que me hubiera gustado leer de La rebelión de Penélope, porque se asemeja mucho más a lo que vas a encontrar entre sus páginas que la sinopsis de la contraportada, que incide en un acontecimiento puntual del argumento dotándolo de una importancia mayor de la que tiene en la historia.
Sinceramente, creo que las sinopsis erróneas le hacen un flaco favor al autor del libro porque crea falsas expectativas y eso se traduce en una lectura que defrauda en cierta manera al lector aunque la novela sea buena, como en este caso. Por eso, pese a la sinopsis de la contracubierta, la reseña se corresponde con una moderna novela de aprendizaje y no con una novela negra.
Aunque este género usualmente se relaciona con el paso a la edad adulta, en esta ocasión creo que lo que prima en la historia es el crecimiento personal de la protagonista, su aprendizaje vital en el proceso de de búsqueda de su propia identidad; una fase evolutiva natural en la que tomar conciencia de los deseos y la propia realidad implica una serie de transformaciones personales costosas y agotadoras.
Así, Dolores García Ruiz , mediante un ritmo pausado y reflexivo nos introduce en el mundo de Penélope, donde los cambios se van sucediendo uno tras otro (trabajo, pareja, domicilio…) y donde ella descubre poco a poco que la anhelada felicidad depende de su capacidad de adaptación.
Con una narrativa muy equilibrada en cuanto a diálogos, descripciones y reflexiones, La rebelión de Penélope mantiene el interés durante toda la historia y la hace dinámica sobre todo en el último tercio de la novela gracias al uso de algunos recursos que agilizan la lectura como las transcripciones de mails y el reflejo de los razonamientos de algunos personajes.
Creo que el empleo de un narrador en primera persona (para la protagonista) intercalado con uno de tercera es un acierto de la autora puesto que acerca mucho más al lector las situaciones comprometidas y dramáticas (y no son pocas) en las que se ve envuelta Penélope. Ella, junto al inspector Santiago son los personajes más profundos de la novela, y manejan un arco dramático más largo y elaborado, aunque otras figuras como Arturo, Roxana, Lluis, Damián o Elisa aderezan con mucho éxito la línea argumental principal.
Los dos hilos que desarrolla la novela están bien resueltos puesto que no deja ningún hilo suelto y añade unos cuantos giros argumentales que por su carácter, me han recordado a las novelas de Victoria Holt aunque el hilo referente al crimen y su posterior investigación me han parecido algo más superficiales.
Dolores maneja bien su estilo pausado y descriptivo (no en vano esta es su tercera novela y con la que se ha alzado con el premio Letras del Mediterraneo), utiliza el vocabulario adecuado para los personajes y hace gala de una elegancia narrativa muy de agradecer en los pasajes más eróticos de la novela, por lo que esta se convierte una lectura agradable, fluída y natural que en su desarrollo toca algunos temas como la trata de mujeres, la amistad, los diferentes tipos de amor y el crecimiento personal.
Te gustará si:
* Te atraen los giros argumentales al estilo de Victoria Holt.
* Te seduce el estilo narrativo de Julia Montejo.
* Lo tuyo son las novelas que combinan elementos de varios géneros
¿Te animas? Feliz día.
Gracias a la editorial y a Javi de Rios por facilitarme el ejemplar.
No me importaría leer esta novela, tiene buena pinta
ResponderEliminarBesos
Y creo que será de tu gusto, Tatty. Estaré atenta a tus reseñas.
ResponderEliminarUn besote