Reina de corazones
Imaginó una docena de opciones para sorprenderla en su aniversario y dado su talante, lo arriesgó todo a una sola carta. Tras varias lecciones clandestinas se sintió lo suficientemente preparado y la citó en la Plaza Mayor con el corazón bombeándole a toda velocidad. Reunió allí al resto de la baraja y entre todos formaron un hermoso castillo de naipes que él coronó orgulloso justo al tiempo de escuchar la sentencia despiadada que brotó de sus labios:
—¡Que le corten la cabeza!
Mi participación en Ficticia para este mes. Tema: castillos de la literatura.
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