Continúo con la idea de dar unas pequeñas ideas de aquellas lecturas que no son de la temática básica del blog pero que por uno u otro motivo me parecen interesantes. Hoy te traigo la incursión de Alexis Ravelo (autor de novela negra) en el género fantástico - metaliterario y una pequeña joya de Brigit Vanderbeke, una escritora alemana casi desconocida en España.
La otra vida de Ned Blackbird.
Carlos Ascanio es un profesor universitario que acaba de pasar por una difícil situación personal. Para superar el momento, decide salir de su pueblo natal rumbo a Los Alamos, donde alquila un pequeño apartamento en el que vivió Celia Andrade, una maestra fallecida meses atrás de la que aún quedan algunas pertenencias dentro de unas cajas en una habitación. Pero, ¿qué habrá en ellas? Ah. La curiosidad. ¿Quién puede resistirse? Ascanio no, desde luego. Ese será el detonante de una pequeña exquisitez: La otra vida de Ned Blackbird
Sabes que soy incondicional de Alexis Ravelo; creador infinito de unos personajes con aroma de soledad que bailan con el fracaso, la fatalidad y la derrota a un ritmo deliciosamente encantador. Sabía que ha coqueteado con distintos registros —teatro, juvenil y microrrelato— pero yo solo lo conocía con el género negro. Me conquistó. Y ahora, con esta obra más cercana al género fantástico, se ha consagrado.
Y es que en La otra vida de Ned Blackbird Ravelo encuentra la excusa perfecta para mostrarnos con esa narrativa deliciosa que le caracteriza, qué es vivir bajo un pseudónimo, tener que ocultar la propia identidad. También trata del amor, de las obsesiones, del deseo de trascender mediante la escritura. Y lo hace de manera magistral, borrando la difusa línea que existe entre la realidad y la ficción o entre el delirio y la cordura. Una obra cortita de fácil lectura —con un toque inquietante y conmovedor— regada de alusiones y guiños metaliterarios que gustará a todos los amantes de la buena literatura.
Mejillones para cenar.
La hora de la cena en una familia alemana. Todos esperan al padre pero éste no llega. La preocupación por su ausencia da pie a una reveladora conversación en la que la figura paterna pasa de la errónea apariencia heróica a la realidad más cruda. Esta novelita a la que he llegado gracias a mi librera de cabecera, es una obra poco conocida pero que merece la pena. Mucho. Es una novela de corta extensión pero que encierra un contenido de temática profunda y dura. En sus breves páginas (que me han recordado por su comienzo inocente y posterior descubrimiento de una situación mucho más grave y complicada a La Cena de Herman Koch), la autora hace gala de su destreza para narrar la historia desde un interesante punto de vista como es el monólogo. También su multitud de contrastes (femenino/masculino, acción/reflexión, contención/gastos, sinceridad/apariencias, rebeldía/sumisión y creatividad/racionalidad) hacen de la historia una narración atractiva en la que los mejillones son una metáfora de la vida familiar y la relación de todos los miembros con el padre (el único personaje ausente que, curiosamente es quien articula todo el libro).
El primer libro lo tengo en la estantería esperándome. Por lo que cuentas, no le voy a hacer sufrir mucho y pronto me pondré con él... Si no se le cuelan muchos, que esto nunca se sabe... El segundo no lo conocía. Me ha llamado mucho la atención. Apuntado queda.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues estaré atenta para saber cuáles han sido tus impresiones, Margari. A mi Ravelo me tiene conquistada así que soy consciente de que no soy muy objetiva, pero es que es bueno. Y sabio, y como persona...simpatiquísimo.
EliminarUn sol canario, vaya.
Miles de besos