Hay heridas cuyas cicatrices son profundas y se alargan en el tiempo. Son huellas invisibles, inmateriales, cuyo relieve no queda expuesto a la intemperie sino que solo son perceptibles por quienes están acostumbrados a lidiar con ellas o quienes lo han vivido en su propia piel.
La violencia muda, el maltrato psicológico, se refleja en esta novela negra —que yo calificaría de thriller —y pone de manifiesto nuestra incapacidad para romper con las cadenas emocionales que nos unen a los maltratadores y los ámbitos —por desgracia tan comunes — en los que surgen estas insalubres relaciones.
La historia gira en torno a la figura de una psiquiatra, Mercedes y cuanto le sucede a nivel personal y profesional. En el momento en que la conocemos cada una de las parcelas de su vida está en un instante decisivo.
Por una parte, a nivel familiar, tiene una relación poco afectiva con su madre —quien se empeña en comportarse de manera crítica y minusvalora cada intento de acercamiento que ella emprende—, que a ella le gustaría reparar.
Tampoco las cosas en el amor le van demasiado bien. Después de una experiencia dramática en el pasado con su novio de toda la vida, ahora se escuda en el trabajo y evita de esa manera enfrentarse con la realidad. Tiene miedo. Miedo de que le hagan daño de nuevo, pero quiere salir de ese bucle y cuando conoce a Miguel, cree que es el momento de enfrentarse a sus temores y darse una oportunidad.
Sin embargo también Miguel tiene sus propios demonios, y esta relación no va a resultar un camino de rosas.
En su vida profesional, en cambio, Mercedes es brillante. Inteligente, empática e intuitiva, conoce bien la psique humana y la forma de ayudar y rehabilitar psicológicamente a los pacientes que acuden a su consulta. Entre ellos está Marina, una mujer joven y atractiva con la que mantiene una estrecha relación ya que le ha ayudado a salir de una espiral de malos tratos físicos y psíquicos. Parece que ya está preparada para rehacer su vida y de hecho, ha conocido a alguien especial. Marcos. Un hombre, en opinión de Mercedes, demasiado perfecto que despierta un recelo intenso en la psiquiatra.
Mª José Moreno hace gala en La caricia de Tánatos de toda su destreza profesional y nos deja unos personajes con un calado psicológico exquisito. Me parece especialmente reseñable la figura de Marcos donde podemos acceder a los pensamientos más profundos y característicos de un abusador psicológico.
Este personaje es un tipo posesivo y dominante. Atractivo y con cierto grado de autoridad en su vida profesional, no duda en tiranizar y ridiculizar públicamente a quien pueda demostrar que ha cometido algún error.
Revestido de una inocente piel de cordero, Marcos es un depredador emocional que socava la autoestima de Marina y la hace dudar de si misma y permanecer totalmente dependiente de los gustos y las necesidades de él. Escalofriante.
Aunque no solo me ha gustado el arco dramático de los personajes (al final de la novela todos han cambiado y crecido de forma positiva o negativa), también me ha convencido el estilo narrativo y personal de la autora que se diferencia bastante de mis lecturas anteriores donde el punto de vista no era en primera persona y la historia estaba más centrada en la acción que en los personajes.
Me ha parecido especialmente interesante el buen manejo de la anticipación —el lector siempre va medio paso por delante del protagonista y está a la expectativa de las reacciones de éste— como recurso central para crear intriga y tensión. Aunque es también un arma de doble filo porque el lector anticipa también el desenlace (aunque la resistencia interior a que ocurra lo que estás temiendo hace que continúes leyendo pese a todo).
También es un acierto el vocabulario sencillo (excepto algunos términos clínicos) y la profusión de diálogos, que hace la lectura ágil y liviana pese a sus más de quinientas páginas.
Y si he de poner algún pero, sería quizá la excesiva amabilidad en algunas situaciones y diálogos. Imagino que la autora ha querido restar dureza a una situación dramática de por si, pero esta acción ha ido en su contra y hay pasajes en los que esta benevolencia le resta verosimilitud a la historia.
En definitiva, una primera entrega de una trilogía que bucea en el mal no como una enfermedad sino como algo perverso e inherente a algunos seres "humanos" que no aceptan al otro como persona sino como objeto para la consecución de sus propios objetivos tal y como explica aquí la autora.
Te gustará si:
· Buscas empatizar con los personajes de las novelas.
· Te interesan los personajes con profundidad psicológica.
· Lo tuyo son las novelas con alma de thriller psicológico negro, negrísimo.
Con esta reseña inauguro la lista de las #autorasnovelanegra. ¿Y tú, te animas?¿Conocías a la autora o la Trilogía del Mal? Cualquier cosita, ya sabes...En los comentarios.
Feliz día.
Lo pongo en mi lista de compras para la biblio...con eso te digo todo. Besos!
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