Blogfesiones bochornosas: Soy un fraude.

martes, 25 de abril de 2017



Hay días en los que la realidad se empotra en mitad de tu vida. Aparece de repente así, sin avisar y ¡zas!, te das cuenta de que eres un fraude. Así, sin medias tintas. Sin paños calientes.


Te cuento.


Ayer tuve un episodio de ilusionismo en mi trabajo. Podrías pensar que , llenar de magia una jornada laboral es algo encantador, pero no. No es esa la clase de prestidigitación a la que me refiero. Más bien es al que se realiza entre bambalinas: a los trucos, tretas y artificios. A las emboscadas y estratagemas del engaño profesional.


No era mi primera vez con los “amigos de lo ajeno” —en veinte años trabajando de cara al público he vivido algún que otro momentico tenso, es normal—, pero siempre tuve los arrestos (o la suerte) necesaria para que aquello no pasase de una simple anécdota.


Pero ayer la celebración del día del libro (si, aquí en Mordor gracias al gigante comercial del triangulico verde, se proclamó el 24 de abril como el día del libroL) me trajo además una situación inesperada y bastante incómoda.


Efectivamente. Me la jugaron. Ayer me hicieron el “truco del almendruco” y me robaron delante de mis propias narices unos cuantos lereles sin que yo fuera capaz de percatarme hasta que fue demasiado tarde. No entraré en detalles que no vienen al caso, pero reconozco la vergüenza y el mal rato que pasé al darme cuenta de que me habían engañado y yo no me había dado cuenta. Lo hicieron muy bien, ¡qué duda cabe, son profesionales! Pero la sensación de idiotez y la rabia que se te queda en el cuerpo dura aún por largas horas.


Después de la consabida llamada a la policía y una vez superado el mal moral de la responsabilidad monetaria, cuando el susto ya se me había pasado un poco hice recuento de frases-tipo. Las más populares fueron: “Al que anda le sucede”, “Que todos los males sean así”, “No podías hacer nada, se dedican a eso”.


Pero qué quieres que te diga. Todo eso no me consoló en absoluto.
Es cierto que jugaron con mi capacidad empática y se camuflaron de extranjeros con problemas.


Pero no deja de ser una curiosa casualidad que esto me suceda a mí, una tía:

  • Que siempre tiene los ojos a media asta porque suele llevar constantemente el modo sospecha on
  • Que en este artículo defendía que la novela negra nos otorga las habilidades necesarias para detectar situaciones extrañas. 
  • Que desde los doce años va encadenando novelas negras y a la que se le presupone cierta sagacidad y perspicacia... 


Pff. Al traste con los que pensaba que eran mis rasgos distintivos como escritora de novela negra. Ni una visión negra de la realidad ni una personalidad relativamente dura. Ni severa, ni escéptica, ni ácida ni ná de ná.



Empática.

Toma. Ahí lo tienes, Izaskun.

Empática.



Lo que viene significando que una es tan tierna y blanda como una rodaja de pan de molde recién horneado. Ingenua, cándida, inocente.

Un fraude, vamos.


Esto me da que pensar. Quizá se imponga un cambio de tercio. Puede que esto sea una señal y deba dedicarme a otro género. El romántico por ejemplo, —que de amores y desamores todos tenemos una larga experiencia y sabemos un rato—, no sé. Es posible que por mis venas corra más azúcar que en tres álbumes juntos de Alex Ubago. Tendré que averiguarlo.


El jueves habrá reseña, pero todavía no he decidido si me abandonaré a las merengadas romanticonas o si continuaré en modo negro. Ay. De momento voy a lamerme el ego herido y a reflexionar un rato.


Y a ti ¿qué tal te ha ido?, ¿Cómo fue tu comienzo de semana? Espero que mejor que el mío.

10 comentarios :

  1. Lamento mucho leer esto... pero es que piensa que estás en el país del Tocomocho, el timo de la estampita y otros tantos. País de lazarillos, de pillos, de «mirar pal otro lado» y de todas esas cosas.
    Mira, yo también voy a tirar de frase manida: a todos nos toca.
    A mí me entraron a robar en casa... Estando yo durmiendo y no me enteré hasta que me desperté por la mañana y me encontré el revoltijo.
    Da mucho coraje, mucho más si te engañan y caes por empatía con el personal... Pero bueno esta gente vive de eso, viven de engañar a las buenas personas. El problema, como está sucediendo ya con los casos de personas enfermas, es que pagarán justos por pecadores...
    Pero bueno, míralo de otra forma, ya tienes material de escritura...
    Un besazo y, como te diría mi abuela: eso te pasa por buena persona ;)

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    1. ¡Ostras Jaume, qué pasada! En tu propia casa contigo dentro. ¡Me dan escalofríos solo de pensarlo. Muchas gracias por el apoyo y el ánimo. Y si, ya tengo material...Y de primera mano.
      Un abrazote grande, solete.

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  2. Ainss, pobrecita. No dejes que esos amigos de lo ajeno nos roben tu sonrisa (ni tus futuros asesinatos)

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    1. Gracias Ana, eres un amor. Ya voy pergeñando asesinatos.Tengo dos víctimas posibles y una necesidad de justicia poética que...No te digo más. Muchas gracias por estar ahí.
      Mil besos.

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  3. Si te han engañado, úsalo para escribir buenos escritos de género negro, pero que no te desmoralice eso. Siento mucho que empieces la semana así guapetona, qué gentuza, pero no decaigas, queridiña. Biquiños mil y un abrazo chillao!!!

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    1. Pues es lo que pienso hacer, preciosa. Creo que es un buenísimo consejo en el que coincidís varios, así que lo voy a utilizar. No sé cómo ni cuando, pero ahí esta, en la marmita haciendo chup chup hasta que termine de hacerse el caldo...
      Muchas gracias por el apoyo. Ah! y por el abrazo chillao, que me ha encantado.
      Muacssss!

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  4. De ese tipo de episodios no se libraba ni la mismísima Agatha Christie, eso seguro. Estoy de acuerdo con Cris: puedes utilizar esta mala experiencia para inspirarte y escribir un relato de género negro; puede resultar hasta terapéutico.
    Cayendo en ese tipo de formulismos que, sé que no te consuelan, te digo que estas son cosas que, cuando tienen que pasar, pasan.
    Mucho ánimo y a seguir la semana.
    Un abrazo!

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    1. Muchas gracias, So. Hoy, con un poco más de perspectiva ya lo veo diferente. Si que voy a intentar extraer lo mejor de la experiencia y a tratar de hacer algo positivo con todo ello. Me atrae especialmente hacer un poquito de justicia poética...Ya veremos.
      Mil gracias por pasarte, comentar y por el apoyo.
      Sois todos un tesoro.
      Mil besos.

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  5. Hija, no te fustigues. No por leer mucho sobre novela negra tienes que sospechar en la vida real, al revés. Sales de los libros y piensas que la realidad no tiene nada que ver con la ficción. Lo malo es que a veces la supera.

    Lo del tema romanticón, no sé, no sé, yo no te veo...pero bueno, por intentarlo que no quede. Ánimo y piensa que a todos nos ha pasado en algún momento.

    Un abrazo!

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    1. Nada, nada. Lo de las merengadas se me ha pasado ya jjajaja. Tienes razón. Voy a dar un margen al tema de ayer, intentar sacar lo positivo de la experiencia, y quizá pueda ser la inspiración para algún relatillo. Quién sabe. De cualquier forma, gracias. Mil gracias por estar ahí.
      Cientos de beeesotes (sin merengadas eh?) jajaj

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