La segunda recomendación de #autorasnovelanegra es Las niñas perdidas de Cristina Fallarás. Un puñetazo certero justo en la boca del estómago.
Una novela brutal, dura, quizá hasta excesiva en algunos pasajes. No tanto por la violencia explícita (que en algún momento está presente) sino por la rabia que destila.
Es una de esas novelas que remueven, que pellizcan por dentro. De esas que son incómodas y que hacen reflexionar. De las que me gustan, en definitiva.
Victoria González, una periodista reconvertida en detective y embarazada de cinco meses, recibe un encargo anónimo junto con un suculento importe para investigar la desaparición de dos niñas. La investigación, sin embargo, no parte de cero sino que surge del hecho desencadenante de la aparición del cadáver cruelmente mutilado de una de las dos hermanas.
De la mano de la detective y de Jesús, su ayudante, recorrerás la Barcelona más sórdida en busca de la hermana perdida. Bucearás en el alcantarillado de las historias más repulsivas y conocerás a los personajes más descarnados y miserables. E irremediablemente, como en un espejo, te verás reflejado en la parte más “amable” (y reprobable) de nuestra sociedad. Esa que está aborregada por lo superficial y políticamente correcto.
Los malos presagios, la irresponsabilidad, la atmósfera asfixiante, la denuncia de la hipocresía social, la difícil renuncia a un pasado tóxico, la crueldad, y la violencia en todos sus registros son semillas que germinan con fuerza en esta novela perturbadora que exuda indignación y rabia en cada frase.
La lectura, sin embargo, es fácil. Su estilo, directo (no podía ser de otro modo) y en algunos casos incluso bastante literario. La prosa, certera. El lenguaje — acorde con las situaciones y el tono de la novela— es bastante crudo en ocasiones y los capítulos cortos, por lo que el ritmo crece y se ramifica hasta más o menos la mitad del libro. Entonces, cuando la trama ya está bien madura, cae del árbol y la inercia de la caída la vuelve imparable.
Las descripciones de los ambientes y lugares, son de lo mejorcito de la novela. Pero no esperes encontrar aquí giros inverosímiles ni elaboradas argucias argumentales. No son necesarios. La realidad ya es bastante despiadada y sorprendente por sí misma.
¿Algún pero? Quizá algunos personajes respondan a arquetipos creados, pero funcionan. Vaya si lo hacen.
Y cómo pone la primera mujer ganadora del Hammet en evidencia la capacidad infinita del ser humano para ser miserable. Un estudio delicioso y terrorífico al tiempo.
Preguntas, cientos de preguntas que surgen y golpean. ¿Por qué nos escandaliza hasta la médula el maltrato animal y somos capaces de movilizarnos por nuestras mascotas con más ceño que en casos de homicidios, pederastia, maltrato de género…? ¿Qué mecanismo institucional está fallando cuando se permite la entrega de niños a hogares de acogida con responsables que anteponen cualquier superficialidad al bienestar físico y psicológico de los pequeños? ¿Qué está pasando? ¿Por qué lo permitimos?
No te llames a engaño. Las niñas perdidas es una novela de lectura fácil, pero de difícil deglución. Se hace bolo y cae a plomo en el estómago. Es, sobre todo, una novela de perdedores. Esa es la clave. Por eso es tan verosímil. Tan reveladora e intensa. Por eso duele.
¿Conocías a la autora?¿Te gusta este tipo de novela negra? Dímelo en los comentarios, por favor.
Feliz día.
Me la apunto!
ResponderEliminarTiene buena pinta, de esas que sacas jugo. Cuando acabe de destripar a la Redondo, que me tiene, me tiene...jajajjaja
Me lo llevo ^^ También a mí me gustan estas novelas que son duras de digerir por todo lo que te hacen sentir y reflexionar. Gracias por la recomendación, no la conocía :)
ResponderEliminarBueno, ayer por la noche conseguí terminarla. Si te digo que he estado a punto de dejarla varias veces supongo que me creerás. De lo que sí me siento orgullosa es de no haber utilizado mis prejuicios para averiguar quién era la escritora, y hoy, después de poner una reseña en GoodReads la he buscado. Si lo llego a saber soy más dura. Cuando la veo en los debates televisivos me produce tal aversión que no puedo con ella, pero esto ya son cuestiones personales que enturbian la crítica del libro.
ResponderEliminarTemática: sórdida, lúgubre, pestilente... Creo que la autora, ante todo, quiere acercarnos a la Barna maloliente, de putas y yonkis, de vicio y perversión, esa de la que las personas que vivimos a "años luz" de ese mundo pensamos que se trata más bien de escenas sacadas de una película apocalíptica.
Narrativa: Se me ha hecho dura (?) verla repetir frases y llenar párrafos con lo mismo porque se trata de un personaje mentalmente limitado, por ejemplo. Creo que abusa de ello, pero se entiende que quiere darle esa voz a determinados elementos. No me he sentido identificada con ninguno de los personajes, ni la prota, ni su colega Jesús, ni la madre de las niñas. De ahí el poco enganche que ha conseguido por mi parte.
Hay también erratas por un tubo, verbos que (seguramente mal traducidos del catalán) debían estar en presente y están en infinitivo, contradicciónes como: "Se acercó hasta ellas (un gato) y pasó de largo sin mirarlas. Él sí se fijó, y como si se diera cuenta, el animal se dio la vuelta y fue a sentarse a un palmo de sus piernas". Son las típicas que te sacan del libro y te hacen cuestionarte: - Pero a ver, ¿en qué quedamos? ¿El gato las miró o no las miró?
Páginas repetidas, párrafos repetidos (culpa de la editorial, ya)...
El final es un "chimpún" que te libera de seguir leyendo y no sabes si agradecer o acordarte de su familia, pues la sensación que me ha dado es que se ha cansado de la historia y no quiere seguir.
En fin, que ahora, viendo quién es, ya me cuadra todo. Eso sí, al menos no he prejuzgado el libro en base a lo bien o mal que me cae la autora.
Ohhh, Ana qué rabia. Pensaba que te gustaría. Claro, yo no la leí con bisturí, como tú. Me dejé llevar. Tampoco conocía a la autora pero creo que es bastante cañera ¿no? Yo tampoco me sentí identificada con ningún personaje pero sí que viví la historia de cerca. Me pareció descarnada y brutal. Me removió por dentro (ya te digo que me dejé llevar y pasé ampliamente de estilos, recursos y demás). Qué pena de recomendación, lo siento. A ver si con la siguiente acierto. :(
EliminarMil besotes, reina.
Creo que no has entendido mi crítica. El libro en sí consigue que se revuelva una por dentro (tal y como tú cuentas), el problema es que si no disfruto con una novela me pone un poco alerta. Y me viene muy bien para pillar giros, que ando con el Castro para arriba y para abajo, pero de ahí a que sea un libro que destacar, no. Me sirve? Sí (de ahí que vaya con el bisturí), por tanto bien leído está.
EliminarAhora me voy a pasar a Lovecraft...con eso te digo todo, jajaja.
Besazos.
Vale, vale. No lo había entendido... Entonces me quedo un poco más tranquila. ¿Lovecraft? Wow, ya contarás. Miles de besos.
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