Cuando T. me recomendó este libro no me preparó en absoluto para lo que me iba a encontrar. Y la sinopsis del mismo tampoco lo hace. No es tan sólo el hecho de bucear en la historia familiar para descubrir y recomponer la figura de la madre de la autora, sino todo lo que ello conlleva porque se trata de una novela dura, que en ocasiones llega a angustiarnos ya que no hay nada más crudo que la propia realidad.
Delphine de Vigan (Boulogne_Billancourt, 1966, -), escritora francesa que reside en París, es la autora de No y yo (galardonada con el Premio de los Libreros y llevada a la gran pantalla), Las horas subterráneas (premiada con el Goncourt y el Premio de los Lectores de Córcega) y Nada se opone a la noche (Premio de novela Fnac, Premio de novela de las Televisiones Francesas, Premio Renaudot, el Madame Fígaro y el Gran Premio de las Lectoras de Elle). Con todas sus novelas ha tenido gran éxito en Francia, pero con esta última ha recibido reconocimiento mundial y está en vías de publicación en veinte editoriales extranjeras.
Se estructura en tres partes que corresponden a la infancia de la madre de la autora en primer lugar, la madurez y el declive propio de la enfermedad en un segundo apartado y finalmente el resurgir de Lucile frente a sus desordenes físicos y mentales para desembocar en un final que la autora nos presenta al principio del libro.
Es un libro arduo para leer no tanto por el estilo de la autora que es sencillo y ágil sino por la dureza de los hechos. Delphine trata de permanecer al margen de sus sentimientos para poder retratar a Lucile desde una mayor objetividad, y desde luego lo consigue. Trata de “dibujar” a todos sus allegados desde un prisma imparcial y para ello se vale de documentación de los propios familiares, cintas, videos, diarios, y de entrevistas que va concertando con algunos de ellos. De igual modo nos presenta a todos los Poirier ,siempre por su nombre de pila, sin familiaridades (excepto en alguna ocasión contada).
La forma narrativa es curiosa porque varía en función de las sensaciones que plasma la autora. Los párrafos son largos y elaborados algunas veces, cuando la historia es ligera pero otras, cuando los sentimientos saturan la narración, las frases se hacen cortas y los párrafos breves aunque cargados de emociones.
Creo que la autora ha sido muy valiente al escribir sobre algo tan privado y exponerlo al mundo entero, y pienso además que ha conseguido con este libro dos cosas muy importantes para su vida: en primer lugar un retrato familiar extenso, real en tanto que facetado por la visión de todos sus parientes, y una catarsis propia de quien escribe para soltar el dolor y reconciliarse consigo misma. Parece que el acto de valor que esto implica además, le ha supuesto un lugar indiscutible en la historia reciente de la literatura francesa.
Es una lectura profunda que os recomiendo vivamente.
Feliz día.
Se estructura en tres partes que corresponden a la infancia de la madre de la autora en primer lugar, la madurez y el declive propio de la enfermedad en un segundo apartado y finalmente el resurgir de Lucile frente a sus desordenes físicos y mentales para desembocar en un final que la autora nos presenta al principio del libro.
Es un libro arduo para leer no tanto por el estilo de la autora que es sencillo y ágil sino por la dureza de los hechos. Delphine trata de permanecer al margen de sus sentimientos para poder retratar a Lucile desde una mayor objetividad, y desde luego lo consigue. Trata de “dibujar” a todos sus allegados desde un prisma imparcial y para ello se vale de documentación de los propios familiares, cintas, videos, diarios, y de entrevistas que va concertando con algunos de ellos. De igual modo nos presenta a todos los Poirier ,siempre por su nombre de pila, sin familiaridades (excepto en alguna ocasión contada).
La forma narrativa es curiosa porque varía en función de las sensaciones que plasma la autora. Los párrafos son largos y elaborados algunas veces, cuando la historia es ligera pero otras, cuando los sentimientos saturan la narración, las frases se hacen cortas y los párrafos breves aunque cargados de emociones.
Creo que la autora ha sido muy valiente al escribir sobre algo tan privado y exponerlo al mundo entero, y pienso además que ha conseguido con este libro dos cosas muy importantes para su vida: en primer lugar un retrato familiar extenso, real en tanto que facetado por la visión de todos sus parientes, y una catarsis propia de quien escribe para soltar el dolor y reconciliarse consigo misma. Parece que el acto de valor que esto implica además, le ha supuesto un lugar indiscutible en la historia reciente de la literatura francesa.
Es una lectura profunda que os recomiendo vivamente.
Feliz día.
Ya me había fijado en él por alguna recomendación aunque no había leído ninguna reseña, creo que es una lectura que encaja en mis gustos aunque sea un libro duro así que la buscaré
ResponderEliminarbesos
Hola Tatty!
ResponderEliminarDesde luego es un libro muy especial. Espero que te guste.