De vuelta

viernes, 12 de agosto de 2011

Llevo varios meses sin pasar por aquí. Y ¿porqué?. Básicamente porque no he tenido ganas de leer. Pero tampoco de nada. Me he estado "divirtiendo" enormemente en una montaña rusa corporal.
Mr. Filias y yo vamos a ser papás. Así que me disculpo por la ausencia, pero ahora que ya me encuentro bastante mejor, volveré por aquí, que tengo varias reseñas ya pendientes, y muchas ganas de estar de nuevo entre vosotros.
Sin embargo, también os pido un poquito de paciencia, porque Álex (que así se llamará nuestro ratoncito de biblioteca, jeje) necesitará unas reformitas en nuestro hogar que ahora mismo se están llevando a cabo, por lo que en varios días no tendré internet.
Un beso para todos y felices vacaciones!



Filias: El ojo de la cerradura

lunes, 18 de abril de 2011

He tenido la suerte de tener entre mis manos este poema de Vilma Vargas. Pertenece a la Antología Cuarta. Y así, sin más, he recordado esta fotografía.

PENTAX Image

No podría llegar aunque camine mucho.
Todo, absolutamente todo, es horizonte.
El movimiento de tus párpados me aleja.
Busco y te escondes,
lanzo al agua una piedra
y no se rizan las ondas,
vuelvo donde tu estás
y pasamos sin vernos,
nada busco en ti que no sea mío.
¿”Dónde apacientas tus rebaños”?
Abro una puerta y otra puerta se cierra.
En esta habitación tú giras y yo giro,
no hemos dejado de perseguirnos,
de mirarnos por el ojo de la cerradura.

El ojo de la cerradura, Vilma Vargas

Cuatro hermanas de Jetta Carleton

martes, 5 de abril de 2011

Tenía ganas de leer esta novela que ha recibido tantas reseñas buenísimas de Isi, Teresa, La hierba roja… Y la verdad es que no me ha decepcionado en absoluto.
Las Moonflower vine o Damas de la Noche.

Los Soames viven en Missouri, en los años cincuenta. Ya son todos adultos, y se reúnen unas semanas todos los veranos para disfrutar de la compañía de la familia.
La historia de Callie, Matthew, y sus hijas se va desgranando poco a poco en cada página. El libro está estructurado en un capítulo inicial en el que se nos da una imagen general y superficial de todos los miembros de la familia, pero después se organiza en capítulos que corresponden a cada uno de ellos.

Y es aquí donde realmente los conoceremos. Sus alegrías y miserias, sus miedos y su necesidad de reconocimiento…En definitiva, su humanidad. Porque si algo llama la atención de esta novela costumbrista es la extraordinaria construcción de sus personajes.
En algunos momentos les abrazarías, en otros les zarandearías gustosamente, pero en general, lo que llama la atención es que los identificas como reales. Me quedo con el carácter de Mathy, con la terquedad de Jessie, con la belleza ignorada por ella misma de Leonie, con la lealtad de Miss Hagar, con el amor por aprender de Matthew (aunque creo que es el personaje que peor me cae), y principalmente con Callie (a quien juzgué mal desde el principio, y quien al final creo que es la persona que más intenta aceptar las cosas de la vida).
Me encanta el momento que da sentido a esas dos semanas, las “damas de la noche” (que como Isi, creo que debiera haber sido el título de la novela, aunque quizás en inglés, para evitar interpretaciones erróneas). Me parece un momento mágico, sencillo y tierno. Para disfrutar de la compañía de los demás, como quien se reúne alrededor de una hoguera en la noche.
Aunque también la historia en sí guarda algún que otro secreto que da volumen y cierra el círculo perfecto de la narración.
Un párrafo que me ha gustado ha sido este:
Poco más puedo añadir. Es uno de los mejores libros de este año, sin duda, y lo recomiendo efusivamente. Delicioso.
“Salió afuera y bajó por el sendero deteniéndose junto al ahumadero para contar los capullos de las damas de noche. Al cabo de un par de días estarían a punto de florecer. Eran unas flores tan hermosas y duraban tan poco tiempo…Eran casi como la visita de las niñas:algo que se esperaba con ilusión todo el año, luego llegaba, se disfrutaba mucho con ello, y por fin terminaba en un satiamén. Tal vez tenía que ser así. Ella pensaba que le gustaría tenerlas en casa siempre, pero quizá no lo deseaba. Cada cosa tiene su tiempo. Si sus hijas estuvieran siempre allí, no podría esperar su llegada con ilusión.”
También la cita final de Wallace Stegner:

“La mayor parte de las cosas se rompe, incluidos los corazones. Las lecciones de la vida no dan sabiduría, sino cicatrices.”

Filias:" El extraño caso de la mujer caracol" o "la chica de las listas"

martes, 29 de marzo de 2011

 Tengo una libreta amarilla en mi bolso. Siempre llevo una. ¿Porqué? Bueno, es que casi todo en mi vida forma parte de una lista, y como consecuencia, gran parte de mi tiempo lo paso en tales menesteres (preguntadle al Sr. Filias: él me bautizó como la chica de las listas).
Pero lo que en un primer momento podría tildarse de "orden", es más un meollo caótico estructurado en listas generalmente inconclusas que pueden continuar sin sentido aparente a través de las páginas de mi libreta.
Y además, todo es susceptible de ser "enlistado": posibles destinos vacacionales, la archiconocida lista de la compra, las tareas pendientes diarias y semanales (esta aunque sea me da la satisfacción de poder tachar las filas a menudo, jejeje), actividades (generalmente creativas, manualidades) pendientes, y por supuesto, la lista infinita de libros por leer.

La libreta es para mí como el tesoro del Gollum. La necesito siempre a mano.  Es imprescindible para apuntar cualquier cosa, idea, libro, sugerencias varias, etc. Si no está accesible, casi me entran angustias... Por este motivo medio obsesivo de apuntarlo todo para que no se me olvide, llevo el bolso lleno de lápices, bolígrafos y papeles varios. Y por eso también soy la imagen viviente de la típica mujer caracol, que se enfrenta diariamente a la "teoría de fondo de bolso". Porque, además de cargar con un peso extraordinario sobre el hombro, cuando buscas las llaves, los chicles, el cacao, el móvil, siempre sabes dónde encontrarlo. En el fondo del bolso. Of course.

Pero volviendo a las listas. Ahora mismo, tengo tres listas de libros interesantes y pendientes. Una en la libreta, y las otras dos, algo más extensas en dos hojitas intercaladas entre las paginas del achuchado cuadernito. Y es un follón. Esto se va convirtiendo en un listado enorme de títulos y autores, que al cabo de unas semanas de haberlos apuntado, no sé muy bíen porqué me llamaron la atención.
Así que en este momento me debato entre formar un club de enlistadoras anónimas, con carnet de socio que incluya una fotografía con una preciosa barra negra en los ojos, o proponerme hacer de una vez por todas un sistema medianamente lógico y fácil de "llevar a cuestas". Uff.
¿Alguna recomendación?

Angeles Rebeldes de Robertson Davies

viernes, 25 de marzo de 2011

Llevo una semana bastante descentrada, y por eso me ha costado horrores hacer lo que generalmente no me suele resultar muy complicado. Pero bueno, parece que estos días que vienen serán mejores, y para celebrarlo, aquí os dejo una reseña del último libro que he leído.

Francis Cornish, hombre pudiente, catedrático, excéntrico y mecenas artístico, ha muerto. Y ha dejado a cargo de tres consejeros expertos (compañeros suyos de la Universidad canadiense de S. Juan y el Espiritu Santo, conocida como La Entelequia) la tarea, a priori sencilla, de confirmar e inventariar sus bienes para la Galeria Nacional.
Esta labor simple, se va convirtiendo en un trabajo extenso y casi penoso, por la acumulación caótica de todas las obras que Cornish ha ido coleccionando. Sin embargo, la recompensa (poder elegir una obra que no se encuentre, en principio, catalogada) es grande.
Mucho más, si de antemano se conjetura con total seguridad, la idea de encontrar un valioso manuscrito, sobre el que basar el trabajo más importante de la propia carrera académica.
Esta presunción creará entre los tres albaceas algunas suspicacias.
Pero, para animar el asunto, aparece entre los muros de La Entelequia un malicioso, astuto y entrometido ser: Parlabane. Gracias a este hombre, Hollier, DaCourt y McVarish, van a ir de cabeza durante toda la novela, en la que también se nos insinuarán referencias al arte, al mundo gitano y a la alquimia, y en la que no faltará el humor.

Me quedo corta, muy corta en realidad con esta reseña, pero como decía Mayra Gomez-Kemp, "hasta aquí puedo leer...". Sí os dígo que es una novela que me ha tenido engañada prácticamente durante toda la lectura, como cuando miras fijamente a un prestidigitador, y crees que puedes imaginar cuál será el truco.

 Ja! Yo, empeñada en desmenuzar el triángulo alquímico de Hollier, Maria y Parlabane, embebiendome en términos como soror mystica y famulus, y casi enredada en las ideas de Rabelais y Paracelso. Y entonces, ¡zas! Todo cambia de repente, y desemboca en un final del todo inesperado (o casi), cuajado de excentricidades, y donde triunfa el amor (pero para nada diabético, ¿eh?). Además, es la primera parte de una trilogía (creo que no había empezado tantos seriales en mi vida: el pentateuco, juego de tronos, y éste ángeles rebeldes), que aunque se pueden leer por separado, coinciden en sus personajes.

Todo un acierto, y además, recomendable.
"Para instruir se precisa energía, pero para saber callar sin bajar la guardia y en constante disposición de ayudar, mientras los estudiantes se instruyen solos, se precisa aún más energía. Dejar que alguien tropiece (lo cual le enseñará a no tropezar de nuevo), cuando podríamos evitárselo con una sola palabra, pero a costa de privarlo de conocer un peligro importante, es una de las tareas del maestro que requiere una energía específica, porque contenerse es más difícil que gritar."
Y entre sus páginas:

Filias: Nuclear

domingo, 20 de marzo de 2011

Hace un par de días, comentando el asunto de Japón con un amigo, me quedé sobrecogida. No sólo por lo que ha pasado, que es mucho, sino por la grandiosa capacidad de obviar el peligro que tiene el ser Capturahumano.

A raíz del seísmo y de la alarma nuclear, todos nos hemos puesto a temblar. Parece que finalmente el “que viene el lobo” nos despierta de una modorra sempiterna. Pues bien. Entono el “mea culpa” por no haberme preocupado en informarme acerca de este tema años atrás. Soy consciente de que aunque mires para otro lado, el problema sigue ahí.

Sin embargo, la gota que colma el vaso, no son las noticias para revisar la seguridad en las centrales. Sino que, en un informativo cualquiera (esto me pasa por zapear), veas las centrales en pequeñito, en unos iconos monísimos e inofensivos ellos, inundando el mapamundi mundial. Y, ¿dónde se encuentran dos de ellas? Sí, en plena falla de San Andrés.

No doy crédito. ¿Qué habían fumado el día que decidieron construirlas allí? ¿No son suficien-temente peligrosas per se, que las ponen sobre una falla que se empeña en moverse varias veces al año?¿Las mentes pensantes que eligieron el proyecto sacaron la carrera juntando tapas de yogures?

Tengo un amigo al que le encantan los rollos apocalípticos (siempre que le pillen lejos, claro), y ya antes de lo de Japón me comentaba que gracias a la falla de San Andrés, el mapa de los EEUU iba a cambiar. Que ya faltaba poco, aunque no se sabía todavía cuanto.

Fenomenal. Me encanta. Una vez más no hacemos nada.

Y mientras tanto, en Japón, nos dan un ejemplo enorme de capacidad de aguante, de sufrimiento y de solidaridad.

Oriente “1” – Occidente “0”

El pentateuco de Isaac - Angel Wagenstein.

jueves, 17 de marzo de 2011


El Pentateuco y la kipá.

Isaac Jacob Blumenfeld, nos narra su vida en una Europa convulsa, envuelta en guerras, con unas fronteras caprichosas, que hacen que su Kolodetz natal pertenezca al Imperio Austrohúngaro, a Polonia, a la URSS o al Tercer Reich según los deseos de las autoridades competentes.

El libro, es la primera parte de una trilogía, y como su nombre indica, se estructura en cinco partes que corresponderían a los cinco libros del Pentateuco. El título se ha elegido en recuerdo de la prueba irrefutable de que los judios son el pueblo elegido de Dios. Aunque el propio Isaac piense:
“¡Gracias, Dios mio, por el honor tan alto!, ¿pero no pudiste escoger a algún otro pueblo?”

Durante las dos primeras partes, he tenido la sensación de que me mostraban una visión cándida e inocente de la guerra. Sin embargo, a partir del tercer libro, se cede el paso a una madura resignación aderezada con una finísima ironía. Este anecdotario de chascarrillos o anécdotas del pueblo judío es el que le va a permitir continuar día a día y no perder la cordura al paso de la trágica época que le tocó vivir.
“Esto son dos judíos de dos pueblos cercanos que se ponen a discutir sobre cuál de sus rabinos respectivos tiene relaciones más estrechas con Dios y, por lo tanto, es más capaz de hacer milagros.

“ Por supuesto que es el nuestro”, dice el primero. “El pasado sabbat nuestro rabí se encaminó hacia la sinagoga, pero de repente se puso a llover a cántaros. No es que nuestro rabí no tuviera paraguas, pero ya que el sábado no se debe hacer nada: ¿cómo lo iba a abrir? Miró hacia el cielo, Jehová lo entendió enseguida y se hizo el milagro: por un lado, lluvia, por el otro, lluvia, y en el medio, ¡un pasillo seco hasta el propio templo! A ver, ¿qué me dices sobre esto!”
“ Pues escucha lo que te voy a contar: el sabbat pasado nuestro rábí regresaba a casa después de rezar. En el camino se encontró un billete de cien dólares. ¿Cómo cogerlo, si es un pecado tocar dinero? Miró al cielo, Jehová se dio cuenta y se hizo el milagro: por un lado, sabbat, por el otro lado, sabbat, y en el medio, no me lo vas a creer ¡era jueves!”

Huésped involuntario ( y quien no lo fue) de tres campos de concentración, nos deja multitud de momentos durísimos, incómodos y sobrecogedores sin falta de descripciones descarnadas. Quizás la parte más horrible de cuanto vivió, es la que decide no contar. La que sólo perfila de manera muy aguda, y nos deja conmovidos por su fortaleza y su templanza.
“Comíamos sólo pan y patatas en dosis homeopáticas con las que a una familia de cucarachas les habría dado una distrofia repentina.”

“Por favor, no pidas que te cuenta mis recuerdos que me pesan como un molde de hierro fundido de cien toneladas.”
“A diferencia del mundo de afuera, donde los seres humanos vivían en sociedad y morían en soledad, allí moríamos colectivamente, pero cada uno sobrevivía por su cuenta.”
El análisis personal que hago de este libro tan excepcional, es que es una obra realmente necesaria. Estamos ya atrofiados, insensibles.

“Han quedado lejos los tiempos de las primeras revelaciones espeluznantes, han amainado las oleadas de horror que como un maremoto inundaron la conciencia de la humanidad después de la guerra…Expresiones como “Zyklon-B”, “cámara de gas” o “solución final” han ido perdiendo poco a poco su inicial inverosimilitud demoníaca y se han convertido en artículos pusilánimes que los diarios publican con motivo de las efemérides.”

Ya no nos alarma nada, y no recordamos cuales son las consecuencias de una guerra. Pienso que es un momento idóneo para este libro, que nos enseña a no olvidar la sinrazón de la guerra desde la perspectiva sorprendente del humor de las víctimas.
Si Dios tuviera ventanas, hace tiempo que le hubieran roto los cristales”.
En el pentagrama:

Filias: La Fontana Di Trevi

martes, 15 de marzo de 2011

Ya llega el momento de ir pensando un poquito en las vacaciones. E inevitablemente mi cabeza huye a Roma en julio. Me encantó el viaje, y casi sufro el síndrome de Stendhal, pero después de esperar años para ver a Moisés, todo mereció la pena. Una de las cosas que más llamó mi atención fue la Fontana Di Trevi. Es sorprendente, aparece de la nada, entre calles, y te deja con la boca abierta. ¡Qué maravilla! Tengo que volver...

No digas noche. Amos Oz

jueves, 10 de marzo de 2011


Teo y Noa, viven el Tel Keidar, una ciudad que poco a poco le ha ganado terreno al desierto. Son una pareja especial, que vive al margen de convencionalismos (se llevan quince años de diferencia, y han elegido la convivencia sin pasar por el matrimonio).

Noa es una mujer sensible, e impetuosa, que vive volcada en su trabajo de profesora de literatura. En el momento en que la conocemos, un alumno suyo ha fallecido por culpa de las drogas, y ella se embarca en el proyecto de construir en la ciudad una residencia para la rehabilitación de drogodependientes. Esta labor, consume su tiempo libre, pero con terquedad, ella se empeña en realizarla sola, sin ayuda de Teo, con el fin de demostrar su propia autonomía. En su fuero interno, sin embargo, percibe que él es la persona indicada para llevarlo a cabo.

Teo, reposado y práctico, es un hombre de complexión robusta, con un amplio historial laboral a sus espaldas que abarca desde trabajar para el gobierno, hasta para el ejército israelí. Decidido a dejarlo todo tras su viaje a Latinoamerica (para realizar proyectos de viviendas), conoció a Noa, y eligió seguirla hasta Tel Keidar. Es el cobijo estable, el refugio protector de Noa, pero ésta a veces, le rechaza porque quiere hacer valer su independencia y libertad, aunque le necesite.
“Desde el principio supo que yo era demasiado pequeña para sacar adelante esta iniciativa…Se mantiene al margen, y de momento, intenta no entrometerse, por puro tacto. Así se comporta un adulto, dejando que el infante escale según su voluntad, aunque, sin que el niño se dé cuenta, se ubica en el pinto preciso con los brazos extendidos, cerca de las caderas del niño, por detrás, para poder cogerlo si llega a caerse.”

Viven un amor tranquilo, aderezado por los personajes que giran a su alrededor: un chistoso maduro con ínfulas de galán, la alcaldesa de mano firme y decidida, el zapatero que perdió a su mujer y a su hijo en un atentado, el autor de la columna “la voz que clama en el desierto” del periódico local, los inmigrantes rusos a quien Teo presta su ayuda, y la estudiante que pasa con Noa cada vez más tiempo antes de su ingreso en el ejército, y con la que en ocasiones habla del amor.
“Nadie sabe nada acerca de los demás. Y menos que nada cuando se trata de amor. el amor, según su opinión, era realmente un estado destructivo. Dos extraños que de pronto se ven, no es que se vean, se huelen, y en un abrir y cerrar de ojos quedan más unidos que una hermana y un hermano…Y muchas veces se trata de dos que no son amigos ni conocidos ni compañeros, sólo están enganchados el uno al otro aunque el mundo se derrumbe a su alrededor…Quizás deberían inventar, también para estos casos, alguna terapia de desintoxicación.”
Esta es una novela de corte intimista, para disfrutarla poco a poco. Tiene un tempo lento, podría ser un adagio, que permite disfrutar de la cotidianeidad de cada momento.
Tiene unas descripciones del lugar exquisitas, al igual que las de los personajes:
“Es un hombre bronceado y alto, de setenta años, largo y flaco, un poco encorvado; su imagen recuerda a una especie de camello decorativo, de hierro y rafia, mal proporcionado; tiene las piernas largas, fibrosas y muy bronceadas, va siempre con unos pantalones cortos de color caqui, muy rozados y unas chanclas con la suela desgastada. Da la impresión de tener las piernas unidas directamente al pecho.”
Oz nos deja vivir en primera persona, las mismas acciones del día a día desde los distintos prismas de Teo y Noa. Podemos percibir la vida de una pareja a través de sus propios sentidos. Intenta que lo veamos tan de cerca, que la narración se realiza en primera persona por ambos protagonistas.
Otra característica que ha llamado mi atención es la ausencia de diálogos estructurados. El autor los integra, sin guiones, a la narración, sin que esta pierda un ápice de belleza. Y nos deja a lo largo de la novela momentos tan deliciosos como este:
“Ahora, en medio de un silencio total, es como si todo se hubiera detenido; hasta los planetas parecen haber dejado de moverse por cansancio. Y da la impresión de que siempre será noche. Que todas las estrellas son tragaluces minúsculos en el selo del piso de arriba, estalactitas que brillan con las llamas que arden al otro lado del firmamento. Si se levanta el telón, la tierra se inundará de esplendor y todo se aclarará. O arderá.”
Música: Mahler

Filias: Caminando

lunes, 7 de marzo de 2011

Hay veces que los días se hacen cortos, cortos. Y en cambio, en otras ocasiones parece que el minutero dispone de tiempo extra adicional. En el invierno, abundan los primeros. Pero el momento en que baja la luz es mágico. ¿no os parece?

La foto es el Paseo de Sarasate en Pamplona.
Besos invernales.

Expiación de Ian McEwan

jueves, 3 de marzo de 2011



Modo de recordar paginas interesantes y NO escribir en ellas
 El día más caluroso del verano de 1935, los Tallis se reúnen para celebrar una animada velada en honor a León, el segundo hijo de Emily y Jack.
En la gran casa viven: Jack (el marido siempre ausente), Emily (que sufre permanentemente de migrañas), y sus dos hijas Cecilia (recién llegada de Cambridge) y Briony (una preadolescente que sueña con ser escritora) además de los recién llegados primos Quincey (Lola, y los gemelos Pierrot y Jack), que pasarán una temporada indeterminada con ellos. Hoy está previsto que llegue León (el hermano mediano de ánimo siempre festivo) . También compartirán la cena Paul Marshall, amigo de León, y  Robbie Turner, el hijo de la asistenta, al que el señor Tallis hace de mecenas costeándole su ingreso y estudios en Cambridge.
Y, lo que en principio iba a ser una alegre celebración, se convierte en el día que sus vidas cambiarán para siempre.
Años después la guerra llega, y todos han cambiado. Robbie se ha convertido en el militar Turner, apodado “el jefe”; Cecilia ya no tiene que debatirse entre su deseo de salir de la casa o su necesidad de ser útil a la familia, y Briony intenta desesperadamente continuar hacia el futuro, pero el ancla del pasado la retiene con fuerza.
El planteamiento ineludible es: ¿Cuántas veces una decisión tomada sin demasiada seguridad, o por el engaño de nuestros sentidos, o por no disponer de la información adecuada, nos culpabiliza durante mucho tiempo? Y ¿cómo no intentar compensar las consecuencias, expiar ese error?

A lo largo de la lectura he tenido muchas veces la sensación de no saber qué esperar porque McEwan juega contigo de tal manera que no puedes hacerte a la idea de qué va a pasar a continuación. Y esa sensación te hace depender de cada palabra hasta el final.
La narración es lenta en un principio pero al estar estructurada en partes hace que separes perfectamente los diferentes periodos, y a pesar de ser muy descriptivo, va ganando en fuerza e interés conforme avanza la lectura; la historia te va conquistando y atrapando cada vez con más firmeza.
 Destacan frases que por sí solas son abrumadoras:

“Pero ¿qué era la culpa en aquellos tiempos? Una baratija. Todo el mundo era culpable y nadie lo era….Los testigos eran también culpables. Hemos presenciado todo el día los crímenes de los demás. ¿No has matado a nadie hoy? Pero  ¿a cuántos has dejado morir?”
Como contrapunto, el autor también retrata algunos momentos divertidos:

“Las ortigas volaban por encima de su hombro izquierdo, y caían a sus pies…¡Se acabó!, le hacía decir ella. ¡Ya basta! ¡Toma!...En seguida fue esta acción la que la abstrajo, junto con la crónica de prensa que compuso al compás de sus tajos. Nadie en el mundo superaba en esto a Briony Tallis, que al año siguiente representaría a su país en los Juegos Olímpicos de Berlín y estaba segura de ganar el oro…alcanzar aquel nivel requería dedicar toda una vida. ¡Y que cerca había estado de malgastarla como dramaturga!”

Y no ha faltado el “elemento desconcierto”. Entre sus páginas, he encontrado unas anotaciones cuando menos sorprendentes (que vida más dura la de un libro de biblioteca, pasar por tantas manos, y a veces, tan poco cuidadosas).Me explico. En las películas, existen los gazapos, y más de una vez he encontrado algunos (tan llamativos que mucha gente ya los había visto antes J), pero en las lecturas, nunca me paré a pensar en buscarlos.
Sin embargo, hay quien sí lo hace, y lo subraya, lo remarca, y lo achaca al traductor. En la edición que acabo de leer, en la página 301 dice: “ les llevó a cada uno un litro de vino tinto en botellas descorchadas”, y justo al volver la hoja, remata: “Nettle pensaba que era justo abrir una botella ahora.”
Sí, es un gazapo. Pero no hace falta (¿o quizá a esta persona sí?) hacerlo notorio con inscripciones en el libro, uff. ¿Habéis encontrado alguna vez un gazapo? Está visto que yo me introduzco tanto en la historia que me están contando, que no tengo ojos para otra cosa.
En definitiva, me ha parecido un libro muy interesante, bien escrito,  y un autor muy inteligente, que sabe cómo cautivar, y mantener en vilo al lector.
P.S: Entre sus páginas: It´s a Long way to Tipperary

Filias: Recuerdos de Madrid.

lunes, 28 de febrero de 2011



 
Hace ya un par de semanas que volvimos de Madrid, y después de la "resaca" es el momento de ponerse al día y hacer balance.

Fue el fin de semana de:
  •  Mayores niveles de contaminación (la ciudad parecía "de provincias" porque tenía boina y todo, jeje), y días después todavía teníamos la sensación de haber estado fumando paquetes y paquetes de Ducados sin parar.
  • Los premios Goya. No sé si fue por eso o no, pero nos encontramos con algún famosillo y todo.
  • Los Enamorados. Eso, eso, besiños por aquí, chuics por allí, vamos, ánimo primaveral a todo trapo.
  • Los Museos. Aunque todavía nos queda el Thyssen para la siguiente.
  • Las suelas desgastadas. Agujetas, pues no, pero un cansancio infinito que arrastré toda la semana ( apunte: empezar a pensar en hacer algo con mis carnes morenas).
  • El Chocolate con Porras. Esto es incompatible con lo de las carnes, pero es que está taaaaan rico!! (gracias Lahier: a tu salud. Delicioso)
  • Las Multi-Compras. Y yo que me había propuesto (seré inocente) no comprar más libros, que me había hecho fan "number one" de todas las bibliotecas del mundo mundial...(Nota: siguiente escapada a Ikea, que me faltan estanterias, sigh!)
  • Las sorpresas. Tiene miga ir a encontrarnos en pleno Madrid con una pareja del barrio y con una compañera de instituto (así que el Sr. Filias decía que la "capi" era "de bolsillo", jejeje)
Y por supuesto, no faltó mi momento estelar. Paseando como una alegre florecilla con las costuras y las etiquetas de la ropa en plena libertad (si, si, llevaba la camiseta del reves). Peroooo eso significa suerte, ¿verdad? y además prácticamente nadie se dio cuenta hasta que a una señora le dio por gritarme:

-¡MUCHACHAAA! A mí me gustaria que me lo dijeran, llevas la camiseta al revés.

Pues muchas gracias mireusté, y ya, puestos, casi hago una reverencia al respetable que miraba con mucho disimulo, pero miraba, oiga.

¿Las fotos? Pues no sé si quedó algo por retratar. Me quedo con estas:

 
Mercado de San Miguel

La moda de los candados, en Plaza Mayor








Farolas del Palacio Real
Final de Gran Via
 





Metrópoli dramatizado



Lo mismo by night

 
Metrópoli by day








La lluvia antes de caer de Jonathan Coe

jueves, 24 de febrero de 2011

La anciana Rosamond ha muerto, y Gill, su sobrina, cuando acude a su casa tras el funeral, encuentra varias cintas de cassette, veinte fotografías y la última voluntad de su tía: entregar las cintas y las imágenes a Imogen, una práctica desconocida para Gill.
Sin embargo, tras varios intentos frustrados para encontrarla, decide seguir el mandato de Rosamond y escuchar ella misma las cintas, que desvelan en la voz de su anciana tía, mediante una descripción detallada de cada fotografía,  la verdadera historia de Imogen, y los íntimos entresijos ocultos de varias generaciones.
Había oído hablar (muy bien por cierto) de Coe y su “ El Club de los Canallas”. De hecho fue una de las lecturas que me recomendó T. Pero ha sido “La lluvia antes de caer” el primer título que leo de este autor. Y no me ha decepcionado. Destila melancolía, sensibilidad, nostalgia y belleza a partes iguales.
La novela no necesita de grandes artificios ni ficciones exageradas, ni hechos extremadamente truculentos. Son situaciones mucho más sencillas (no por eso dejan de ser en algunos casos espeluznantes), y por ello quizás, más creíble y real.
Me gusta disfrutar de todo lo que me puede ofrecer un libro, por eso en este caso no he podido resistirme a buscar las referencias musicales que enriquecen toda la novela (aunque no he logrado encontrar algunas, una pena).
Y como la vida misma, su final me deja un sabor agridulce y el eco de un instante en que casi se pueden atrapar las leyes no escritas del destino.

Este fin de semana me encontré por casualidad con una roulotte, y no pude evitar acordarme de Ros.

Bailero (Victoria de los Angeles)

Filias: ¿Jugamos?

domingo, 20 de febrero de 2011

Hoy os propongo un juego. Sabiendo que Oteiza es el escultor del espacio, que se empeña en mostrar la parte “en negativo” de las formas, os animo a que descubráis qué (se dice que) puede haber detrás de esta escultura.

Imaginad que es parte de un todo, que le falta un volumen a su alrededor. Ya sé, ya sé que es difícil, pero visualizadla encima de vuestra mano, ¿a qué os recuerda?

oteiza.

"Tokio Blues" de Haruki Murakami

jueves, 17 de febrero de 2011

Este es uno de esos libros que te dejan pensando en él días después de haberlo terminado. Es la historia de Watanabe y Naoko. Una relación desequilibrada en muchos sentidos, porque cada uno de ellos se encuentra en un momento vital diferente.
Él está ya en la universidad, y pese a su visión rutinaria de la vida (se mueve un poco por inercia, no tiene metas ni ilusiones que le motiven), siente algo cada vez más fuerte por Naoko. Ella, en cambio, se encuentra en un paréntesis, en un suspenso vital en el que es incapaz de mantener una relación normalizada con el mundo exterior.
Alrededor de este lazo entre ellos, van desfilando personajes atrayentes. Excéntricos y organizados en exceso como Tropa-de-Asalto; inteligentes, llenos de talento aunque un poco faltos de ideales como Nagasawa; tiernos y maternales como Reiko; y llenos de sorpresas, como Midori.
Hace unos meses leí “Crónica del pájaro que da cuerda al mundo”, y al comenzar la lectura de Tokio Blues, pensé que iba a encontrar puntos coincidentes entre ambas obras. Sin embargo, me pasó como a mi sobrina cuando vio mi recién estrenado corte de pelo:
-“Te pareces un poco a la Tía Filias, pero un poco no”.
Eso es, algo tienen en común las dos lecturas, aunque en Tokio Blues se vuelve más realista, bucea más en los personajes y en sus caracteres. Es mucho menos onírica. Realmente me hubiese encantado conocer a unos cuantos personajes en la realidad, y charlar con ellos de mil y una cosas.
También existen unos puntales fijos durante todo el libro: el sexo, la muerte y el amor. Y se me ocurre que tan sólo falta el color verde para que Murakami y García Lorca coincidan en temática (cada uno a su manera, claro está). Bueno, ahora que lo pienso, Midori significa verde…
Divagaciones aparte, es una novela entretenida, un poco triste en algunos momentos, pero merece la pena.

Filias: Oteiza

martes, 15 de febrero de 2011

Escultor, pensador, poeta, Jorge Oteiza (Orio, 1908- San Sebastian, 2003) es esto y mucho más. Es uno de los artistas más importantes, cultos y menos políticamente correctos del siglo XX. Por eso es difícil que deje indiferente.
Defiende un artista educado desde la perspectiva del Arte más que las obras en sí mismas, y aboga por ser un autor útil para la sociedad, dispuesto a actuar. Por eso intenta defender sus ideas más allá de los convencionalismos sociales (por muchos problemas que esto pueda acarrearle). Su obra escultórica es un recorrido desde los monumentos de estilo primitivo, espirituales, hasta las últimas corrientes vanguardistas, en las que insiste contundentemente en el estudio del vacío y del negativo.
En estos días fríos es un auténtico gustazo subir a Alzuza, y disfrutar del paisaje recortado por las aristas del Museo Oteiza.


 IMG_1262Vista del Museo Oteiza en Alzuza
 
 
 

Filias: El Reto 2011

jueves, 10 de febrero de 2011

¡Por fin! Acabo de apuntarme al reto de Meribélgica, que este año tiene que ver con la tabla periódica de los elementos (y yo que siempre he sido de letras, ;)). Reconozco que estoy como un niño con zapatos nuevos, y ya se lo he recomendado a varios amigos lectores. A priori parece muy complicado, y cuando comprendes las reglas, (si os soy sincera) sigue pareciéndolo. Pero soy un caso perdido. Me encantan los retos.
Tengo algunas dudas acerca de si podré terminarlo (siempre surge una lectura no prevista e indispensable, jaja), pero queda toooodo el año por delante ¿verdad? así que ya veremos.
¿os apuntais?

"En ausencia de Blanca" de Antonio Muñoz Molina

martes, 8 de febrero de 2011


Quise empezar a leer algo de Antonio Muñoz Molina debido a las reseñas tan estupendas que ha hecho Teresa de sus obras.
En la biblioteca, y ya con “El jinete polaco” en la mano, revisé otros libros suyos. Y lo vi. Allí estaba “Ardor Guerrero”. Al instante llegó a mi mente de manera fulminante una oleada de imágenes: el instituto, el talón del concurso de literatura, mi profesor y guía de lectura, la librería recién inaugurada y su olor a papel nuevo, sus mesas pulcramente ordenadas, y mi mano sosteniendo “Ardor Guerrero”.
Yo tenía dieciocho años, y, lo confieso, enterré este libro en mi memoria. Se me atragantó. Lo recuerdo como una obra densa, tediosa y con una temática que era muy lejana para mí.
Así que, mientras devolvía a la estantería “El jinete polaco”, y me iba auto-convenciendo para volver a leer “Ardor Guerrero”, pensé que era una buena idea acercarme al autor pasito a paso. Elegí “En ausencia de Blanca”.
Es la historia de un matrimonio fundado en un amor dependiente. Mario, un funcionario de treinta y tantos, de origen humilde, austero, sencillo, y Blanca, su contrapunto. Ella ha tenido una infancia acomodada y una vida díscola y atolondrada, incluso autodestructiva, según nos va desgranando su marido en sucesivas retrospectivas.
Mario venera a su mujer, y la coloca siempre uno o dos escalones por encima de él. Pero ha empezado a descubrir detalles sutiles, que le dan pie a pensar que Blanca, su Blanca, ha sido suplantada por la mujer con la que ahora comparte su vida.
Es un librito corto, que se lee casi del tirón. Destaca su estupenda prosa, y el tratamiento minucioso de los personajes. En especial de Mario, del que sabemos casi todo (su origen, sus inquietudes, su relación con sus compañeros de trabajo, y sus inseguridades y sospechas), y con quien creo que el autor comparte algo más que su procedencia, Jaén.
Sin embargo, a Blanca la conocemos poco a poco. Físicamente primero, y en su pasado después, pero la deja en una especie de limbo emocional inaccesible. Me hubiera gustado saber más de ella. ¿Por qué su ausencia se alarga sólo ese lapso de tiempo? ¿Qué siente por Mario?
El final es abierto, casi a gusto del lector, que decidirá qué le ha sucedido a Mario. Si se ha resignado, si está desequilibrado…
Creo que si en lugar de aquel “Ardor Guerrero” hubiera leído este libro, seguro que hubiera querido repetir con este autor. Para la próxima vez, “El jinete polaco”. Prometido.

Filias: Help! Lost in Madrid

sábado, 5 de febrero de 2011

¡Yuju! Por fin ha llegado. La semana que viene Mr. Filias y yo nos vamos unos días de escapada a Madrid. La idea es recorrer el Madrid histórico y visitar el Prado, pero hay tantísimas cosas interesantes por allí, que me temo que voy a dejar en el tintero cosas importantes.
Y como no me gustaría encontrarme "lost" por allí, agradecería que me aconsejarais sitios para visitar, consejillos varios... Vamos, lo que se os ocurra.
Muchisimas gracias!

Mariposas en la nieve de Lola Beccaria

miércoles, 2 de febrero de 2011

IMG_1304La protagonista de la novela, concertista, se pierde cuando vuelve de camino para su casa, y con desconcierto se da cuenta de que el depósito del coche está en las últimas. Afortunadamente, encuentra un lugar en el que parar y hacer noche, Raspajo de la Sierra. Sin embargo, no será el nombre del pueblo lo único que la sorprenda, y que le de pie a retomar un mundo interior casi olvidado, un lugar sin limitaciones, rico, mágico. Esto, a su vez, será el desencadenante para darle un giro de ciento ochenta grados a su vida.

El criterio que sigo para elegir un libro es, bien que alguien (con quien coincida más o menos en gustos) me lo haya recomendado, o bien, que alguna reseña lo identifique como una lectura que merezca la pena.

Sin embargo, esta última vez, me he dejado llevar. Pensé que es importante dar oportunidades a autores poco leídos, o que todavía no se han hecho un hueco en el panorama literario. Pero por miedo también, elegí una editorial que me gusta bastante (Anagrama). Me equivoqué de pleno.

Y me da una rabia tremenda, porque siempre tengo más libros que tiempo para leer, y porque me parece importante poder disfrutar al máximo de una lectura.Valoro y admiro el hecho de ponerse delante de un papel en blanco, y ser capaz de construir una historia que nos llene, que nos haga soñar, que no nos deje indiferentes. En este caso, es una pena, pero no puedo decir que fuera así.

El estilo, parecía que iba a ser vivo, por aquello de las frases cortas, pero la narración se alarga en una procesión de introspecciones. Y esto hace que te presentes hacia la mitad de libro, con el ánimo casi desinflado, y cara de interrogante, pensando ¿pero dónde lleva esto?

Es en la segunda mitad del libro, cuando el hilo narrativo recobra vida y agilidad. La historia sigue siendo surrealista y casi onírica, pero empieza a tener otros matices.

Quizás la parte final de la obra es la que más cuerpo tiene, la que da un poco de sentido a lo demás.  Sin embargo, la sensación que me ha quedado es de

Etiquetas de Technorati:

que es un material fantástico para un relato, no para una novela.

Adivinanza

martes, 1 de febrero de 2011

En la redonda
encrucijada,
seis doncellas
bailan.
Tres de carne
y tres de plata.
Los sueños de ayer las buscan
pero las tiene abrazadas
un Polifemo de oro.
¡La guitarra!
Poemas del Cante Jondo. Federico García Lorca.

Filias: El Primer Premio, Chispas.

miércoles, 26 de enero de 2011


Estoy feliz, hoy he recibido un premio de la mano del blog de la hierbaroja, pero además, éste no es cualquier premio, es mi Primer Premio, y me he sentido jovencita y de estreno así que ha venido a mi memoria este anuncio de la infancia ¿os acordais?


Gracias, Lahier, por acordarte de este joven blog. Y ahora paso a remitirlo a:
  • Teresa de Los libros de Teresa (la primera persona en darme la bienvenida)
  • Isi de From Isi (una chica encantadora, con un fino olfato para las buenas lecturas).
No tengo muy claro si este es el funcionamiento habitual, pero espero haberlo hecho correctamente.
Un abrazo y ¡Felicidades!



"El Caso Kurílov" de Irene Nemirovski

martes, 25 de enero de 2011

En marzo de 1932 León M., revolucionario y terrorista ruso, muere en Niza, el lugar donde residió sus últimos años bajo una identidad falsa. Entre sus pertenencias, un legajo de hojas mecanografiadas, y un título escrito a lápiz: El Caso Kurilov.
Kurílov, ministro ruso de gran crueldad, fiereza y ambición, será el objetivo del Comité Revolucionario, que en 1903 decide asesinarlo de manera violenta y popular. Algo aleccionador para la nobleza. El brazo ejecutor será León M., que entrará a formar parte del entorno del “Cachalote” como Marcel Legrand, médico suizo.
Así, durante los meses de verano, en el revuelto clima político ruso, León M. comparte con su enemigo largas horas, en las que estudia minuciosamente al hombre, al ministro, al “Cachalote”. Con sorpresa, termina por comprenderlo en ocasiones, e incluso llega a compadecerse de él.
Me habían recomendado vivamente este libro, y la verdad es que esperaba algo más. Si bien es cierto que el retrato psicológico de sus dos principales personajes, es muy atractivo, el resto de la novela no me ha gustado como esperaba.
El hilo argumental se corta a veces de manera brusca, con retazos del momento en que León M. escribe sus recuerdos, e interrumpe el ritmo (por otra parte un poquito lento) de la narración principal. Además el desfile de cargos políticos es tal, que casi tengo que hacer un croquis para poder aclararme un poco con la jerarquía rusa.
Sin embargo, el cambio de mentalidad del protagonista me ha gustado especialmente. ¿Qué descubriríamos si pasamos varias horas con nuestro adversario? Probablemente, igual que León M. nos daríamos cuenta de que aunque insoportable o despótico , detrás de todos los adjetivos,  también hay una persona.
“El poder real está en manos de locos o niños que ni siquiera saben reconocerlo cuando lo poseen, y el resto de los mortales, persiguen sombras…”
Iréne Nemirovsky

Filias: Ex libris

martes, 18 de enero de 2011


Ordenando un estante, he encontrado un libro que no recordaba. Lo he abierto, y en su primera página ha surgido la imagen de un ex libris. Pero no era el mío. (Nota personal: devolver el libro a su propietaria ipso facto, qué vergüenza, por Dios).

Después del momento de desazón, me he puesto a pensar que gracias a este sello, el libro volverá (esta semana sin falta) a manos de su propietaria, y que aunque probablemente yo haya sido la última persona del planeta en saber qué eran los ex libris, gracias a L. todos mis libros llevan ahora, invariablemente, mi marca personal.

Un ex libris es un sello, o etiqueta que frecuentemente aparece en la primera página de un libro, (a veces se repite varias veces dentro de la obra), y que suele incluir el nombre del dueño del ejemplar, o de la biblioteca a la que pertenece.
En un primer momento, eran inscripciones manuales en los propios libros, señalando a quién pertenecían y en ocasiones, requiriendo el retorno del libro al propietario. Incluso, en algunos casos, contenían amenazas celestiales e infernales para aquellos que no lo devolvieran.
Su temática ha recorrido desde la heráldica, hasta ornamentaciones variadas en la época del Modernismo, pasando por imágenes relacionadas con el mundo del libro.
El ex libris tal como lo conocemos, data de 1470, de Alemania. En una época en que los libros significaban riqueza y poder, se hacía necesario que cada obra llevase impresa su pertenencia. De ahí que ilustres artistas como Durero, participasen en la confección de algunos ejemplares. Pero el momento culmen de los ex libris fue a comienzos del siglo veinte, gracias al coleccionismo.

P.S: Ya sé que el modelo que elegí no es demasiado original, pero es la postura en la que, repetidamente,  me han visto leer en casa,  a lo largo de los años (y a la que he terminando renunciando en aras de mi salud vertebral).

"Una lectora nada común" de Alan Bennett

viernes, 14 de enero de 2011

Todo empezó de manera fortuita. Ni ella, la Reina de Inglaterra, esperaba encontrar la biblioteca ambulante allí, ni tampoco que le comenzara a gustar la lectura. Porque su trabajo consistía en “mostrar interés, pero no en interesarse”.
Así, comenzó a leer por compromiso primero, y por gusto después, de manera casi absorbente, aunque eso causara cierta aversión en su entorno más cercano. Excepto entre algunos de los miembros más jóvenes de su familia, que encontraban en la afición de la monarca, cierta liberación de su autoridad.
Sin embargo, esta pasión que intenta ser sofocada de muy diversas maneras (incluso llegan a esconderle algún ejemplar), desembocará en un montón de libretas con apuntes en un primer momento, y con la decisión última de “tener voz”, de participar en la Literatura, de la única manera en que le es posible.
Me gusta que en esta fábula, la anciana pasa a ser menos una rígida monarca, y más un ser humano, porque los libros son el motivo del despertar de su sensibilidad. No en vano,  surgen frases acerca de ellos en varias de las páginas de esta obra:
“…los libros no se sometían. Todos los lectores eran iguales….”
“…un libro es un artefacto para encender la imaginación…”
“…no pones la vida en los libros. La encuentras en ellos…”
“ …los libros…sólo nos confirman lo que, quizá involuntariamente, ya hemos decidido hacer. Leemos un libro para que nos confirme nuestras convicciones…”
Encuentro esta obra entretenida, con momentos amenos, y original en su temática principal. Sin embargo, como fondo, esta novela tiene mucho que ver con “Firmin” o con “La elegancia del erizo”. Son galerías de exposición de nombres de autores como Thackeray, Balzac, Turgéniev, Dickens, Tolstoi, Trollope, Shakespeare o Proust.
Y desde luego, en algunas ocasiones, tal muestra cumple su cometido. Leí Ana Karenina gracias a ello.