¿Sabes cuál es el truco más efectivo de un buen mago? Desviar la atención. Así consigue atraparte desprevenida y logra que el resultado final sea sorprendente y asombroso. Lo se de buena tinta. De primera mano.
Algo así es lo que alcanza Claire Mackintos con Te dejé ir.
Nada por aquí________________________________________________________________
La novela —impresionante para ser una primera incursión literaria—cumple con los elementos básicos de un buen thriller psicológico, por lo que como lector disfrutarás de: obsesiones, traumas, sueños y pesadillas recurrentes, conflictos entre los protagonistas y su entorno familiar, identidades falsas…
Pero también esta lectura te exigirá algo para que puedas disfrutar de la historia en su totalidad: paciencia.
Sobre todo en la primera parte, que es donde la autora siembra las bases para —de manera posterior— interpretar correctamente tanto la novela en general como las acciones de los personajes. Para ello, la autora se detiene —un poco más de lo deseable— en explicaciones y parece que la tensión y la intriga se vayan apagando poco a poco.
Sin embargo, es un ardid más de la escritora que consigue que lleguemos al final de esta primera parte con las defensas bajas y el despiste adecuado para dejarnos con la boca abierta tras un giro argumental magistral que desemboca en una segunda parte mucho más vertiginosa y adictiva.
Nada por allá_________________________________________________________________
En cuanto a la estructura estilística, la novela cuenta con todos los ingredientes imprescindibles de un buen best seller al uso y no faltan los capítulos breves, el estilo sencillo y una intriga emocional bien dosificada durante toda la lectura.
Los personajes, aunque quizá algo arquetípicos en algunos casos, están bien perfilados y todos tienen su motivo para actuar en la forma en que lo hacen, por lo que es fácil empatizar con ellos (u odiarlos si es el caso). Es especialmente destacable el estudio psicológico de uno de ellos (no diré demasiado para no spoilear nada). En su temperamento están excepcionalmente retratadas las fases por las que pasa una víctima de la violencia de género: Negación, culpabilidad, anulación de su personalidad…Brutal.
También son de interés los temas que toca (algunos de manera más superficial que otros): acoso escolar, problemas de conciliación laboral, la culpabilidad, la soledad, los errores de caer en las típicas ideas preconcebidas…
Y todo ello desde dos narradores diferentes, lo que confiere un ritmo bastante interesante a la trama. Durante la primera parte, la novela transcurre en tercera persona cuando la acción se refiere a la investigación del caso y en primera persona para la protagonista, mientras que en la segunda parte entra en escena otro narrador en primera que parece dirigirse directamente a alguien (que en un primer momento no sabemos quién es), lo que crea mayor suspense y le da chispa a la novela.
Un, dos, tres…¡et voilá!____________________________________________________
Aunque Te dejé ir es una lectura muy entretenida, no será una de esas novelas que pasarán a la posteridad. Y sin embargo tiene ese nosequé que queseyó que resulta tan atractivo y adictivo.
¿Por qué?
Porque está escrito desde la emoción.
Por eso resulta tan auténtica y consigue conectar directamente con el lector de tal manera que los errores e imperfecciones (como las excesivas páginas en algunos pasajes, los diálogos poco creíbles y algún giro argumental demasiado telenovelero) se diluyen dentro de la vorágine de sensaciones intensas que causan su lectura.
La primera parte está bien, sin más. Se lee fácil pero se hace un poco larga. También es, probablemente en la que menos emoción incluye la escritora. Pero después, en la segunda, toda contención se va al traste. La acción apremia, el entorno se vuelve agobiante, hostil, y el sufrimiento tan palpable que es inevitable una emoción por parte del lector. Por eso funciona. Por eso esta historia se hará un hueco en tu memoria.
Y es que si Te dejé ir tiene algún punto fuerte destacable —además del consabido giro argumental del que todo el mundo habla— es que la autora escribe sobre algunos temas con una sensibilidad exquisita ya que se basa en su propia experiencia.
De hecho, Claire Mackintosh fue agente de policía y en el curso de su trabajo se encontró con un caso como el que refiere en la novela. Además, también sufrió la pérdida de un hijo, por lo que los pasajes relativos a los sentimientos de dolor por la muerte del niño son especialmente profundos y acertados.
Una novela, en definitiva, entretenida y con algunos escollos perfectamente salvables porque sabe llegar, sorprender y asombrar.
Te gustará si:
● Eres fan de los giros argumentales.
● Te gustan los thrillers psicológicos.
● Sueles empatizar con los personajes.
¿Te animas a leerla?
Feliz día.
Feliz día.