Blackwood: piel y huesos de Jaume Vicent

jueves, 27 de octubre de 2016



Adicta como soy a la adrenalina que me proporcionan los thrillers y las novelas criminales y de misterio, no te negaré que, por ejemplo Stephen King y su universo terrorífico me gustan y me interesan. Por eso, aunque el terror no sea el género que me haga poner ojitos cada vez que entro en una librería, sí que me gusta leer de vez en cuando algo de este estilo. Y con Halloween a la vuelta de la esquina, escoger una lectura es casi un juego de niños.

Sin embargo, cuando revisé los títulos que tenía pendientes en mis estanterías (y no son pocos), ninguno terminó por convencerme. Así que como buena tsundoku girl  me dispuse a comprar uno más: Blackwood, de Jaume Vicent.

Hace relativamente poco tiempo que sigo a Jaume y su blog Excentrya, pero me parece una de las mejores apuestas de la blogosfera en materia de terror y misterio. No en vano, es una de las últimas (y valiosas) incorporaciones en la web de Ateneo Literario e imparte allí un curso sobre novela negra que pinta la mar de interesante.

Con estos mimbres como referencias junto con alguna otra mención de Blackwood en blogs como el de Cris Mandarica, me decidí a leer esta novela de terror que bucea en la leyenda de una figura que yo desconocía hasta el momento: el Wendigo.

Este ser se convertirá poco a poco en el protagonista de la historia, como ya viene advirtiendo el autor desde el principio tanto con el título —la novela se titula como el apellido de uno de los creadores de este mito—, como con la cita del comienzo. Y es con él con quien he tenido más problemas como lectora ya que me ha costado comprender su recorrido dramático en conjunto. Generalmente un personaje de sus características cumple una serie de requisitos entre los que suele contar con un patrón fijo en su modus operandi pero aquí esto no sucede y eso en algunas ocasiones consigue descolocar al lector y sacarlo del “sueño narrativo” que por otra parte Jaume ha urdido de manera extraordinaria.

Creo que esa red —construida gracias a la capacidad narrativa tan visual del autor—, es uno de los puntos fuertes de esta novela junto con el buen arco dramático de los personajes principales. Sin embargo, no es eso lo mejor. Tampoco las metáforas originales y aterradoras ni los guiños a Twin Peaks —Lucy, el tipo de población en el que sucede la historia...— o el abanico de referencias de lo más variadas que constituyen el personal estilo del autor.

Lo mejor es el miedo. Si. Jaume consigue que sientas con intensidad las escenas más espeluznantes. La descripción física del Wendigo y las escenas de acción del mismo están narradas de manera tan intensa —e incluso visceral—que nada tiene que envidiar a algunos pasajes de Stephen King o alguna escena de Tarantino si hablásemos de cine.

Pero también hay algunas cosas que me han gustado menos. Por ejemplo, la repetición de "piel y huesos" que parece convertirse poco a poco en una muletilla o el cambio de puntos de vista que hace que en ocasiones la narración no resulte tan fluida como sería deseable —porque repite escenas innecesariamente—y ralentice un poco el ritmo. 

Sin embargo en líneas generales es una lectura muy ágil con una estructura lineal sencilla y un lenguaje llano y coloquial, con lo que se lee en un suspiro.

Eso si, un suspiro de terror.



¿Qué?¿Te atreves a encontrarte con el Wendigo?

3 recomendaciones originales y literarias para disfrutar en Halloween (te encantará la 3, hecha especialmente para tí)

martes, 25 de octubre de 2016

Por regla general, llegadas estas fechas los blogs literarios se suelen llenar de recomendaciones novelísticas para Halloween, pero yo voy a desmarcarme (solo un poco) y te voy a descubrir 3 maneras diferentes de disfrutar de las letras en la noche más terrorifica del año.

1. Descubre Creepypastas:


Dale una oportunidad al terror online con esta comunidad de escritores cuyo objetivo es ponerte los pelos de punta con sus relatos de terror. Son ideales si te gusta el género y, por supuesto, también para leer en la noche más espeluznante del año. Estas narraciones espolearán tu imaginación y crearán el "ambiente" ideal en esos espacios "muertos" de cualquier sala de espera —en el dentista son especialmente escalofriantes, no me preguntéis porqué— o del metro, si me apuras. 




2. Lee detenidamente Calibre 38 o las noticias diarias:


Si. Así es. Por desgracia, tal como sostiene Ricardo Bosque en este artículo de Calibre 38 , la realidad siempre supera a la ficción. Por eso no es difícil encontrar historias hechos reales como estos (el caso de la mujer que llevaba los intestinos de su marido en la maleta ; la heladera que mató y congeló a su víctima en el refrigerador de su negocio o el horror que supone dormir en una pensión sobre los restos mortales de un anterior huésped) que te pondrán los pelos como escarpias. 




3. Descarga estos ex libris que he diseñado especialmente para tí:

Ajá. Soy consciente de que en gran parte las celebraciones de Halloween en el mundo literario pasan por las lecturas al estilo clásico. Y me apetece compartir contigo una cita tan especial como esta, en la que el misterio, la intriga y algo de bastante terror reúnen a cientos de lectores alrededor de las páginas de un libro. Por eso he creado para tí estos ex libris donde puedes derrochar toda tu creatividad (¿Has probado el lettering ? ¡Ojo que engancha!) al incluir tu nombre en ellos y que puedes imprimir en una página adhesiva. Después tan solo necesitas unas tijeras y elegir el libro en el que colocarlo.


Descárgalos aquí

¿Qué te parece?¿Te han gustado? Si es así me encantará que me lo cuentes en los comentarios.

Ah! Y una cosita más... El jueves habrá reseña de terror. ¡Prometido!

Feliz día.

Detrás de la pistola de Cristina Grela

jueves, 20 de octubre de 2016


Enfrentarme a la novela de un autor al que conozco me da pavor. Siento que ha puesto su corazón al desnudo sobre mis manos y temo que el resultado de todas sus horas de trabajo no se vea recompensado por mis palabras. También temo que la novela no me guste, o que me decepcione, porque independientemente del resultado, voy a ser sincera con mis impresiones.

Afortunadamente este no es el caso.

Conozco a Cristina Grela, o @CrisMandarica —como se le conoce en redes— desde hace un tiempo, pero si no tienes el gusto de conocerla (ya estás tardando, insensato) quiero presentarte a una persona generosa, positiva, atenta y amable.

Gracias a ella he descubierto muchas iniciativas como el reto de Adella Brac y sus propuesta en twitter #microcuentosdenoche. He continuado mes a mes las inquietantes historias de su pequeña Samantha en su blog y también, debido a su generosidad y naturalidad he podido asistir casi paso a paso el proceso de edición de su primera novela, Detrás de la pistola.

Y de esta es de la que quiero hablarte hoy.

Pilar acaba de despertar de un largo coma y se encuentra en un momento importante en su vida. Ahora debe recordar, reaprender y reencontrarse con todo lo que quedó en suspenso antes del accidente. Pero no va a ser sencillo porque va a vivir un sinfín de circunstancias que pondrán sobre la mesa los matices grises que ocultan las personas que ella cree más cercanas. Eso le hará crecer, perder su inocencia y sobre todo cambiar su forma de ver el mundo y de enfrentarse a la vida.
Pareja, trabajo, amistades… En cada una de estos campos vitales encontramos obstáculos y problemas. Hay personas (la gran mayoría) que pasan por este proceso en sus años de adolescencia, la época convulsa en que todo cae en tela de juicio, pero hay otras personas que sufren este proceso mucho más tarde, como Pilar, la protagonista de Detrás de la pistola, quien a sus veintinueve años todavía tiene que madurar y reafirmarse.

En este proceso descubrirá que las personas que tiene a su alrededor no son quienes ella creía, sino que ocultan facetas de sus vidas que Pilar irá descubriendo junto con el lector poco a poco. Será esta información —dosificada de manera soberbia por parte de Cristina Grela—, la que finalmente le haga crecer y complete el estupendo arco dramático que la autora ha perfilado para la protagonista.

No se trata de una novela con demasiados personajes ni con una trama excesivamente complicada —confieso que he echado de menos una segunda línea que le proporcionara más jugo a la historia—, pero el estilo sencillo y el vocabulario natural y acorde con las características de los personajes hacen que la lectura dure poco más que un suspiro.
Y ese es otro de los grandes aciertos de esta ópera prima. La facilidad para conectar con el lector. No solo porque la narración se desarrolla en una primera persona que durante la mayor parte de la historia se dirige a un receptor mudo— y eso crea cierta conexión contigo—, sino que, además, Cristina presenta unos comienzos de capítulos muy trabajados, en los que desarrolla lugares comunes que vinculan directamente al lector con la protagonista.

También la ambientación recrea un escenario realista tanto en Zaragoza como en Dos Hermanas. Incluso en cierto momento, Detrás de la pistola me ha recordado a la trilogía de Pérez Gellida, pues Cristina también incluye la letra de una canción importante para la trama y eso ha dado para una conversación la mar de interesante (y hasta ahí puedo leer; )*).



Te gustará si:

* Te interesan los protagonistas con un arco dramático bien perfilado.

* Quieres descubrir una autora novel con mucho que decir

* Buscas una lectura fluída, con un ritmo regular y entretenida.


¡Feliz día!


*Con el permiso de la autora te desvelo que Insomnio, la canción a la que me refiero, es una colaboración entre Cristina y un amigo suyo que es músico.

Conociendo a...Cristina Grela

martes, 18 de octubre de 2016



Hace un tiempo dejé de incluir las biografías de los autores en las reseñas. ¿Por qué? Sencillamente porque no aportaban nada nuevo bajo el sol. Me parecían algo encorsetado y rígido. Cualquiera podía recabar la información básica (y repetitiva) con una sencilla búsqueda en Tío Google

Pero a mí eso no me interesa demasiado. Como lectora y como escritora yo quiero saber cómo es el autor en realidad. ¿Qué le gusta?, ¿Cuándo escribe?, ¿Qué le inspira? Así que me he propuesto conocer las respuestas a estas preguntas y, gracias a todos los autores que se han prestado a apoyar esta sección mensual, desmontar el mito que persigue al escritor.

En el imaginario popular, la figura del escritor se asocia generalmente a un personaje bohemio, solitario con algún tipo de torpeza social… Bueno, pues haberlos haylos (no digo yo que no, como las meigas), pero la realidad es que la gran mayoría de los que me he encontrado a lo largo de estos años ( y han sido unos cuantos) no se corresponden en absoluto a esta falsa imagen.

Y como ejemplo, hoy traigo a Cristina Grela (o Cris Mandarica) del blog Detrás de la pistola. Una mujer luchadora que tiene claro cuáles son sus objetivos, pese a lo difícil de la empresa. Por eso, apoyándose en el crowdfunding ha logrado publicar su primer libro Detrás de la pistola (cuya reseña publicaré el próximo jueves). ¿No la conoces? ¡Pongámosle remedio!








1. ¿Cómo se te ocurrió la idea para esta novela? ¿Qué te inspiró?

La frase que hay en la sinopsis de la novela la leí en un estado de Whatsapp y supe que tenía que escribir sobre ella, me pareció muy cierta: “Muchas veces la persona por la que estás dispuesta a recibir una bala es la que está detrás de la pistola”.



2. ¿Qué autores o libros te han influido más como escritora? ¿Reflejas alguno en tu novela?

He leído a muchos y de diferentes tipos, pero en esta supongo que me he fijado en Isaac Belmar y he seguido un consejo que he visto en webs de personas que considero autoridades en esto de escribir, como Gabriella Campbell , Ana González Duque , Ana Bolox o Jaume Vicent , entre otros, uno que no se cansan de repetir es que es importante meter tijera a tu texto. Es decir, si puedes decir “casa”, no digas “esa construcción de ladrillos y tejado en la que vive gente”. Para mí escribir de manera concisa es un arte muy difícil de dominar.



3. Como ya adelantabas en el blog, para ti los nombres de tus personajes son un punto muy importante en la historia, incluso puede que más que su descripción física (no sabemos el aspecto que tiene la protagonista, por ejemplo) ¿Crees que el nombre de los personajes es un elemento primordial a la hora de crearlos, que puede definirlos tanto como una descripción física?

No tiene por qué ser así, puedes poner un nombre al azar y resultar creíble, también poner un nombre obvio puede ser contraproducente. Es difícil encontrar el equilibrio. Yo intento que signifique algo pero que no resulte, como digo, tan obvio. Por ejemplo, en “Detrás de la pistola”, Pilar le cuenta lo que le ha pasado a una chica que se llama Aurora. Aurora es el nombre de una princesa Disney, sólo si llegas al final de la novela sabrás a qué me refiero; y esos guiños a mí, particularmente, me gustan mucho.



4. Creo ver en Pilar, la protagonista, una especie de “alter ego” tuyo … ¿Te has basado en experiencias propias para crear algún personaje o partes de la historia?

Es cierto que los lectores a veces confunden al protagonista de una novela con su autor, pero no es el caso. Pilar, sin estar basada en nadie (y mucho menos en mí) es una mezcla de personalidades con las que me he ido encontrando a lo largo de la vida. No hay nadie real en ninguno de los personajes, la magia no está en copiar y describir la realidad, sino en inventar algo nuevo que parezca real. Evidentemente, sí hay pinceladas de cosas que he vivido, por ejemplo, yo he sido promotora cuando estaba estudiando, hacía las dos cosas a la vez, y eso me dio la idea para la parte de la trama donde se descubren cosas.



5. Trabajas en un gabinete, ¿Cómo concilias tu vida laboral con el oficio de escritora? ¿Tienes un horario establecido para escribir o unas palabras mínimas al día?


Si sólo fuera combinar el despacho con la escritura sería más fácil que también estudiar, y dormir, y hacer cosas en casa y tener una vida. No sé cómo lo hago, un día miré el archivo de Word y tenía la novela lista. Supongo que el truco está en leer y escribir un poco cada día sin agobiarte; si un día no puedo, no pasa nada, si otro día escribo una página, bien está, y si un día consigo escribir un capítulo entero, pues genial. A veces nos agobiamos con todo lo que queremos/tenemos que hacer sin darnos cuenta de que son las gotas de agua las que hacen el lago.



6. En tu novela la premisa moral es muy importante para el crecimiento de la protagonista ¿Es importante para ti que el arco dramático de los personajes trabaje dilemas morales o prefieres idear el grueso de la novela centrándote en otros asuntos?

Me han resaltado varios lectores que no hay nada extraordinario en los sucesos y que, aún así, la historia engancha. La clave está en que son cosas que podrían haber pasado en algún lugar y que sí interesan al lector. Lo que más me gusta es retratar la realidad a través de historias ficticias, porque creo que cualquier cosa que vivamos o veamos merece ser contada y, muchas veces, supera a la ficción. La vida real es impredecible.



7. Los comienzos de los capítulos son uno de los elementos que más me ha gustado de la novela, porque consigue encontrar esos lugares comunes de empatía con el lector. ¿Cómo los ideaste?


Tuve claro desde el principio que quería transmitir desde el minuto uno, y me inspiré otra vez en consejos de esos blogs que he mencionado (y otros muchos); en esta ocasión fue en este: “No describas, no cuentes; muestra”. He intentado huir de las metáforas manidas para intentar transportar al lector dentro del relato y que de verdad sienta lo que está pasando. No es lo mismo decir “Fulanito le dio una bofetada muy fuerte a Menganita” a decir “Menganita tenía la mejilla roja y se sentía como cuando, de pequeña, se le había desplantado una uña, parecía que el hueso iba a separarse de la carne”. Creo que no sentimos lo mismo. Esto lo vi en la primera novela de Jaume Vicent (Excentrya), “Blackwood, piel y huesos” ; Jaume es un artista en eso y he aprendido mucho leyendo su libro.



8. Como autora, ¿Qué parte disfrutaste más de la novela y con cual has sufrido lo indecible?


Disfruté mucho escribiendo los comienzos de los capítulos, y también el esquema antes de empezar, esto último ha contribuido mucho a que no me perdiese y a que, por fin, haya sido capaz de escribir una novela entera.



En cuanto a lo segundo, reconozco que, de tanto acortar, me cuesta mantener la extensión de los capítulos, empleo mucho esfuerzo y trabajo en no cortar demasiado y en no dejar fuera de la novela nada importante.



9. En esta época de autoediciones, ¿Por qué elegiste el crowdfunding para tu primera novela?


Apoyé el crowdfunding de la novela “Tres reinas crueles” , de Isaac Belmar, y quise probar, me pareció más accesible y me lancé a lo loco; aunque lo de accesible realmente es un poco ambiguo, con esa campaña me demostré que los límites nos los solemos poner nosotros mismos, porque si conseguí vender cien ejemplares y publicar, ¿por qué no iba a ser capaz de publicar con otro tipo de editorial? Por eso, con la segunda novela (que ya he empezado a escribirla), probaré otros caminos.



10. Quienes te leemos en el blog y seguimos las andanzas de tu pequeña Samantha, quizás nos sintamos sorprendidos por el género que has trabajado en tu primera novela ya que se aleja del estilo de estos microrrelatos, pero tú ¿con qué género te sientes más cómoda?


Me gusta experimentar y el género no es algo que me importe. Lo que me gusta es explorar cómo son las personas y eso puede hacerse en terror, en policiaca, suspense, feelgood, histórica, romántica; da igual. Leer una novela, o rechazarla, sólo por su género para mí sería un error.



11. ¿Ya estás trabajando en una próxima novela? ¿Puedes contarnos algo de ella?


Pues voy ya por el capítulo siete, así que voy a buen ritmo, la verdad. Me costó encontrar la chispa y la historia que me hiciese teclear otra vez, pero un día lo tuve claro. Las personas serán lo central, pero tiro algo más hacia el género policiaco, sólo que no será ni un detective ni un miembro de la ley los que investiguen el suceso con el que se abre el libro. Y por el momento, hasta ahí puedo leer.



12. ¿Qué importancia concedes al contacto con tus lectores en las redes sociales? ¿Tienes alguna favorita donde pueden encontrarte?

Para mí es lo más importante, si no te leen, ¿para qué escribes? Me encanta hablar con todo el mundo de literatura (no sólo de mi novela, eso sería muy aburrido), que me digan lo que les ha gustado, que me digan qué consideran que debería mejorar (ya hay quien lo ha hecho y estoy muy agradecida, porque me sirve para aprender y crecer como escritora). Y no sólo de libros vive el hombre, también hablar de cualquier otra cosa. Las redes sociales nos acercan a gente que por muchas razones, principalmente por la distancia, en otros tiempos no tendríamos la oportunidad de conocer, y poder tratar con ellas y ver todo lo que tienen que aportar me parece maravilloso, todo un regalo.



En cuanto a las redes sociales, tengo mi blog, como bien sabes (http://detrasdelapistola.blogspot.com.es), y estoy en Twitter (@CrisMandarica), que es en la que me siento más cómoda. También estoy en Instagram, donde comparto frases, fotos literarias y también momentos de mi día a día. Esas tres redes sociales me llenan lo suficiente como para no aventurarme con ninguna más; además, no hay tiempo para todo.





Y para terminar, si me lo permites, quería agradecer el apoyo de todos los lectores que me han hecho llegar sus comentarios y que contribuyen a que otros me lean gracias a sus reseñas, valoraciones en Amazon o Goodreads, y a su difusión por Twitter. En este caso en especial, muchas gracias a ti, por apoyarme en la campaña, por leerme y por hacer la reseña; y por esta entrevista. Creo que me has hecho preguntas muy interesantes que me ha encantado contestar.



Gracias a ti, Cristina.




BREVE BIO:



Me llamo Cristina Grela, aunque muchos me conocéis por @CrisMandarica, mi usuario en Twitter. Nací en 1987 y creo que desde ese momento ya empecé a inventar historias aunque no las supiese escribir. He ido creciendo con un lápiz en la mano y una libreta en el bolsillo, buscando la inspiración en los lugares más recónditos de todos los sitios en los que he vivido, que no han sido pocos. Galicia es mi casa, pero entre las letras de ese cuaderno que llevo conmigo está mi mundo. Y así, avanzando entre líneas, voy creando mis historias sin prisa pero sin pausa, sin detenerme, sin rendirme; porque si hay una frase que tengo grabada a fuego y que no se me olvida, es que yo soy la gota de agua que cava en la piedra, no por su fuerza, si no por su constancia.



Actualmente compagino mi trabajo como secretaria con un montón de actividades, entre ellas las que más me llenan: la escritura y mi blog, Detrás de la pistola. Allí os espero si me animáis a visitaros.

6 Tácticas secretas para convertir tu novela en un page-turner.

jueves, 13 de octubre de 2016





Todos soñamos con escribir un libro o un relato extraordinario. Unos anhelan que sea un referente literario, otros que sea un fenómeno superventas, y la gran mayoría aspiramos a conseguir la que se ha convertido en una de mis máximas ambiciones: crear un irresistible lazo de “atracción fatal” entre nuestra novela y el lector.

¿Imagináis a vuestros lectores mordiéndose los labios a las tres de la mañana, con esa sensación de inquietud en el estómago devorando las páginas de vuestro libro sin poder dejarlo en la mesilla aunque sepa a ciencia cierta que apenas le quedan cinco horas de sueño? Yo sí, lo confieso.

Todos perseguimos en mayor o menor medida esta imagen (signo inequívoco de que nuestra novela o relato “engancha” al lector), pero ¿cómo puedes conseguirlo? Sigue leyendo y te lo cuento al oído.

Después de muchas lecturas y análisis, he podido recabar varios recursos que se repiten en novelas que he leído casi de una sentada. Y he descubierto una valiosa información que comparto contigo para que también tu historia se convierta en un auténtico fenómeno page- turner, así que ¿preparado? ¡Adelante!






El punto de inflexión en el que el lector suele poner la meta de lectura es el capítulo, así que lo tomaremos como referencia para aplicar las seis tácticas que te descubro a continuación.

1. Concluir el capítulo/escena con algo inesperado o con una gran revelación. ¿Recuerdas el último libro que has leído de manera compulsiva? ¿Lo tienes a mano? Recupéralo y comprueba el final de sus capítulos. Estoy convencida de que en más de uno vas a encontrar este recurso. La idea es crear un interrogante y una sorpresa en el lector. Algo que le genere una comezón inquietante acerca de por qué ha sucedido un hecho o qué pinta allí ese objeto o personaje con el fin de que continúe leyendo para descubrirlo.


2. Dotar al capítulo de un arco dramático propio. Es necesario pensar bien qué capítulos vamos a incluir y qué relación tienen con la narración porque no hay nada más aburrido que una escena o un capítulo plano, en el que no pasa nada que “empuje” tu historia hacia adelante, o en el que se presenten datos y personajes totalmente irrelevantes para el desarrollo del relato o la novela. Y por supuesto, tampoco es aconsejable mantener el mismo ritmo para todo el capítulo. Lo ideal es que la escena o capítulo comience y termine en dos lugares completamente distintos: con dos emociones diferentes al inicio y final y dos niveles diferentes de ritmo y tensión en la misma.



3. Utiliza un Cliffhanger: Este recurso es un artificio narrativo que supone crear intriga al dejar el capítulo inconcluso en el momento más álgido. ¿Cómo podemos conseguirlo? Por ejemplo moviendo el límite de transición clásico de la línea de tiempo: es decir, finalizar el capítulo en mitad de una acción para concluir el suceso en el capítulo siguiente. Por regla general, la manera tradicional de concluir un capítulo suele ser rematarlo con la finalización de una acción. Pero si al acabar el capítulo lo que estaba sucediendo queda inconcluso, el lector siente la acuciante necesidad de conocer el resultado de esa acción. Y continúa leyendo. Así que proporciona a algunos de tus capítulos un “continuará”, y verás qué cambio.


4. Utiliza el Zeigarnik. Este es un recurso del que ya nos habló Gabriella, y que consiste en revelar parte de información y a su vez sugerir una pregunta (que nunca, nunca responderemos hasta que hayan pasado unos cuantos capítulos). Puede ser una pregunta concreta o quizá metafórica (¿cómo va a salir el protagonista de esta situación? ¿qué ha visto el personaje para que actúe así? ¿Por qué se ha desmayado/ha gritado/ha huído?). También puedes sembrar pequeños problemas que se irán resolviendo poco a poco durante el desarrollo de tu historia. En cualquier caso, esto supone dejar al lector sumido en un mar de dudas , y para conocer las respuestas se preguntará qué va a suceder a continuación o elaborará hipótesis. Y ¿adivinas? Si. Continuará leyendo.


5. Pon a tu protagonista en la peor situación que se te ocurra. Cómo somos. Nos encanta ver a los personajes en las peores circunstancias imaginables, ver cómo se desenvuelven y cómo (con mayor o menor fortuna) salen de ellas. ¿Porqué? Parece que esta necesidad cuasi – psicopática tiene que ver con nuestro cerebro y la capacidad de aprendizaje de respuestas ante nuevos estímulos imaginados, pero bueno, eso da para otro artículo. Lo que ahora nos interesa es poner a nuestros personajes contra las cuerdas, entre la espada y la pared, en un callejón sin salida. Ante este hecho el lector quiere saber qué va a pasar y….¡continúa leyendo!


6. Utiliza el reloj a tu favor. Aplica la presión del tiempo y pon a tu personaje en una agobiante cuenta atrás como por ejemplo que sólo tenga unas horas para pagar un rescate o para neutralizar una bomba o unos días para salvar al planeta de un desastre de dimensiones hercúleas…¿Cuántos argumentos cuentan con alguna de estas premisas? Este es un método seguro para que el lector se muerda las uñas de angustia y quiera devorar tus páginas.



¿Qué te parecen estos recursos? ¿Los conocías? ¿Cuál te parece más fácil o difícil de aplicar? Puedes contármelo en los comentarios. Pero antes de que te vayas, quiero comentarte un pequeño detalle.

Estas tácticas son muy interesantes y te aseguran (si se utilizan correctamente) crear la emoción necesaria en tu lector para que continúe pasando páginas sin cesar pero ¡ojo!, si abusas de ellas únicamente conseguirás el efecto contrario al extenuar su mente. Así que, como todo en esta vida, te recomiendo que las uses con cabeza y con mesura.


Si te ha gustado el post puedes compartirlo, ¡me harás un gran favor!

Feliz día

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Reto 5 lineas: octubre 2016

martes, 11 de octubre de 2016





Vuelvo al reto de Adella Brac: las palabras de este mes son pálido, había y hermoso.



Recorrió con los dedos el perfil pálido de su hermoso rostro recreándose en cada detalle como nunca lo había hecho. Aquel no sería un día más. Siete de octubre de dos mil dieciséis. Su primer beso. Nada ni nadie le estropearía el momento más importante de su vida. Echó un vistazo a su alrededor y cuando estuvo seguro de que no miraba nadie, se encaramó sobre la estatua para rozar levemente sus labios de mármol.

Feliz día

El caso de la mano perdida de Fernando Roye

jueves, 6 de octubre de 2016



Cómo he disfrutado esta novela. No solo por su ambientación exquisita —que denota una labor de documentación innegable—, ni por la delicia de esos nombres rurales (Ambrosio, Rosario María...), sino también —y sobre todo—, por el retrato sólido de un momento de la historia que, en líneas generales, hoy en día se desconoce.

El caso de la mano perdida discurre en 1952, en Santa Honorata, un pequeño pueblo jienense donde una pareja de la guardia civil descubre una mano cercenada en un camino rural. Pero en esa época, la aparición de un miembro amputado no implicaba necesariamente una investigación, y menos si en pocas semanas era el propio Caudillo quien iba a visitar el lugar. Sin embargo, el sargento Carmelo Dominguez sabe mantener sus prioridades a flote a pesar de las intrigas del cuartel, de los rumores que corren sobre su persona y de las presiones políticas. Si bien es cierto que el trabajo duro no es su fuerte, si lo es el hacerlo a conciencia y esa mano amputada es como un cabo suelto frente a un gato. Un minino con los ojos de diferentes colores. Un felino que siempre cae de pie, pese a los envites de sus semejantes y a la escasez de medios de la época.

Y es que la posguerra fue un momento duro, y más en un entorno rural. Aunque ahora, con todos nuestros adelantos y los altísimos índices de masa corporal que manejamos, parece que este período nunca hubiera existido. Pero existió. Y con él, además de los personajes que conformaban las tres categóricas patas del banco —léase el cura, el alcalde y el guardia civil—, convivían figuras como la del "sustanciero", quien iba de casa en casa vendiendo los minutos que introducía en la olla un hueso para el cocido.

Esa precariedad, pero sin tristezas ni quejas grandilocuentes es la que Fernando Royne ha retratado de manera magistral, y la que me ha conquistado profundamente. Pero además, ha sabido convencerme con variadas y certeras razones con este Caso de la mano perdida que, en principio, es todo lo contrario a un género que normalmente se postula urbano y sangriento.

Aquí no faltan las rencillas y las envidias inherentes al ser humano, pero su estilo costumbrista y su fino humor, las hace mucho más interesantes (el momento en el que van a esposar a un manco es sencillamente hilarante). También hay una brillante crítica social e incluso un ajuste de cuentas literario con el Caudillo que me ha dejado con una sonrisa casi permanente en los labios.

¿Y qué decir de los métodos de investigación de la época? Entonces no existía el archiconocido CSI...¿puedes imaginarlo? En 1952 ni siquiera constaba un registro de huellas digitales y tampoco la idea de que cualquier pequeño fallo puede "contaminar la prueba". Por eso durante la novela, la mano envuelta en un pañuelo va de un lugar a otro sin custodia; de casa en casa, de bolsillo a armario. Y este es el único pero que le pongo a la novela. Porque la cosa tiene su miga. ¿Qué aspecto podía tener esa mano después de varios días sin estar refrigerada, qué olor despediría? Son elementos en los que me sorprende que el autor no haya reparado pese a ser muy concienzudo en otros muchos aspectos de la novela.

Pero si hay algo imprescindible en este Caso de la mano perdida es el apetitoso tándem del sargento Carmelo Domínguez y el agente Viedma (los Sherlock y Watson españoles de los años cincuenta), que contraponen el saber popular y la superstición frente a la formación —y debo decir que una de las cosas que más he disfrutado ha sido que no siempre ha salido vencedor el lado ilustrado—y la razón.

Buenísimo el perfil y el arco dramático de ambos personajes tanto en su dimensión física como psicológica. Con ellos podemos disfrutar tanto del saber popular en el caso del sargento hechizado como de la metaliteratura policiaca en el del agente Viedma, quien es un enamorado del género y cuyo sueño es convertirse en escritor.

Y finalmente tengo que hablar del autor. Después de leer la novela y percibir esa época y ese ambiente rural de forma tan real, creí que el escritor sería un hombre entrado en años que conoció casi de primera mano la época retratada en la novela. Pero no. La sorpresa fue mayúscula al descubrir a Fernando Roye, un jovencísimo autor (1984), que ha sabido reflejar con sus maravillosos personajes y certeras descripciones de los ambientes, una época que le queda muy lejos. Eso es oficio, señores. Y aquí hay escritor para largo.

Te gustará si:

* Eres fan de la intrahistoria.

* Te interesan las novelas bien documentadas con entornos costumbristas.

* Quieres conocer un escritor que dará que hablar.





Muchas gracias a Sinerrata y a Javi de Ríos por facilitarme el ejemplar.