3 trucos definitivos para escribir a diario (II) : asume tu identidad

jueves, 25 de febrero de 2016









¿Cómo están mis super-héroes hoy? ¿Qué tal os fue la primera parte? Sencilla de leer y dura de aplicar, ¿verdad? Bueno, pues hoy vamos con el segundo truco. Pero antes dejadme contaros una cosa.

Hace un par de semanas un mensaje de Whatsapp de un número desconocido me emplazaba con mucha familiaridad. Contesté porque no hay demasiadas personas que me conozcan por el nombre con el que el mensaje se refería a mí. Y me llevé una sorpresa mayúscula. Era una antigua compañera de instituto con la que había perdido contacto. No os imagináis la alegría que me dio. Como es natural, tratamos de ponernos al día y en un momento dado le hablé del blog y de mis inquietudes literarias a lo que ella, respondió con toda naturalidad: «Qué bien. Veo que sigues como siempre, escribiendo».

¿Cómo siempre? No. Hace tan solo unos años que he vuelto al redil, a encontrarme y a hacer lo que realmente me gusta. A escribir. Pero es curioso que ella, que me perdió la pista hace veinte años (si, soy una viejuna adorable) me asocie con algo que a mí me ha costado asimilar y aceptar mucho tiempo.

Y esto me ha llevado a algunas reflexiones prácticas que quiero compartir contigo.

Asume tu identidad secreta. 


Estoy absolutamente convencida de que lo que te voy a decir no es una primicia. Es más. Seguro que pensarás que es una perogrullada. Pero es cierto como la vida misma. Y aunque parezca un razonamiento de cajón, a mí me ha costado aceptarlo. Hasta el momento tan solo los más cercanos en tu círculo sabían de tu pasión por las letras, ¿verdad? Pues ha llegado el momento de quitarse la máscara, de descubrir tu identidad secreta. ¡Tachán! Eres escritora. Ya has hecho lo más difícil.


Ojo, que no quiere decir que lo demás sea sencillo. Pero al menos ahora tu entorno (y tú) sabéis que eres escritora, que quieres/debes escribir. Llegar a aceptar esto es lo más complicado porque generalmente no nos podemos dedicar a la escritura a tiempo completo, y tratamos de combinarlo con los cientos de tareas que componen nuestro día habitual, por lo que esta faceta suele quedar relegada al fondo de nuestro cajón de prioridades.

Así que si quieres que los demás te tomen en serio como escritora, debes creer en ti. Debes presentarte como tal y comprometerte con tu labor (sea cual sea el tiempo del que dispongas). Te aseguro que este pequeño gesto te allanará el recorrido y con él derribarás los primeros bloqueos porque te proporcionarán la motivación necesaria para realizar tu meta de escribir a diario. Una vez que sabes lo que quieres, tienes el camino más despejado (aunque esté lleno de cuestas y barro).



Ya pero…¿cómo lo hago realidad?

Está demostrado que cuando vemos físicamente algo (bien sea escrito o en imágenes), nos resulta tanto más sencillo aceptarlo y asumirlo, porque nuestra mente lo entiende con mayor facilidad. Así que:
  • Haz unas tarjetas de visita en las que ponga tu profesión. Por ejemplo:
Mª Juntaletras Apasionada Rodríguez
Escritora.
  • ¿A qué te dedicas? Inevitable la preguntita de marras, pero míralo como una oportunidad:
No digas “escribo…” sino “Soy escritora”.
  • Acepta y asume cada cumplido con orgullo. No recuerdo mejor regalo que el que me brindó hace unos meses uno de mis compañeros de trabajo, cuando de manera natural me dijo:
                             —“ Tú, como eres escritora….”
(Todavía me sonrojo).



¿Y tú? ¿Te has sentido así en alguna ocasión? ¿Te han sorprendido con algún Whatsapp inesperado? Cuéntamelo en los comentarios y, si te ha gustado el post, ¿podrías compartirlo?
Feliz día.

La sonrisa Duchenne de Gerardo Pérez Sánchez

miércoles, 24 de febrero de 2016



Paso un minutito para comentaros una buena noticia. Gerardo Pérez, autor de El Peso del Tiempo y El amor y otras vías de escape, novelas que ya reseñé anteriormente, resultó finalista del Premio Iberoamericano Verbum a finales del pasado 2015 con su tercera novela La sonrisa Duchenne.

Para mi esta es una gran noticia puesto que he seguido su trayectoria y le he visto “crecer” entre las páginas de sus novelas. Creo que este libro supondrá un gran salto para Gerardo y un bocado muy sabroso para los lectores puesto que lejos de acomodarse en un género concreto en el que ya ha probado (la ciencia ficción o la comedia), sale de su zona de confort en esta nueva obra y se adentra en el mundo de los espías.

No os puedo adelantar mucho más porque estoy a la espera de recibir el libro, pero mientras llega el cartero, trato de contener mi impaciencia con la sinopsis:

Un agente secreto español ya retirado recibe la inesperada visita de un antiguo compañero de los Servicios de Inteligencia italianos, que le comunica que Francesca, una mujer con la que ambos mantuvieron una relación en el pasado, permanece en coma tras ser atacada por miembros de una poderosa organización internacional a la que estaba investigando. Después de solicitar su ayuda para vengar la agresión, y prescindiendo del apoyo de sus anteriores mandos operativos, los dos agentes se embarcarán en una especie de cruzada entre la venganza y la justicia que resultará mucho más peligrosa de lo previsto y durante la que se restablecerá de nuevo aquel triángulo sentimental que consideraban roto desde hacía mucho tiempo.



Apetecible, ¿verdad? Y además, para aquellos que podáis, la presentación de este nuevo libro tendrá lugar mañana 25 de febrero a las 20:30 horas en el Real Casino de Tenerife.



Feliz día.

Micro - REC: Encubierta (Semana 1 Oulipo)

martes, 23 de febrero de 2016



¿Conocéis la Oulipo? Es un grupo de experimentación literaria francesa al que pertenecen autores como Queanu, Perec, y Calvino. Fue creado en los años sesenta y lo integraban escritores y matemáticos que buscaban crear obras literarias (poemas y prosa) utilizando técnicas de escritura limitada. A lo largo del tiempo esta agrupación reunió varias restricciones con la idea de que cuanto más restrictivas fueran las reglas, más libre fluiría su creatividad. 





Ay, que la veo venir. Pero ¿qué se le ha ocurrido ahora? Yo prefiero no mirar.


Si, Tresena, he decidido que voy a aplicar (en tanto sea posible) algunas reglas de la Oulipo al microrrelato semanal para el REC. Y esta semana la elección ha sido "Suponiendo".



Premisa original:

  • Desarrollar un texto de una frase larga sin puntuación fuerte en su desarrollo.
  • Con un tamaño medio de unas doscientas palabras.
  • Se inicia con la fórmula: “Suponiendo que nos preguntamos aquí…”
  • Utilidad: reflexionar sobre un tema en particular.

Y aquí mi particular empleo de la misma:






Cada vez que le hablaba del último sobre rechazado suponiendo que ella era un sostén amistoso únicamente, recibía de su parte un gesto ambiguo que él interpretaba como un sentimiento de incomodidad compartida sin darse cuenta de que aquella sonrisa oblicua y el brillo de sus ojos, ocultaban en realidad una voz de júbilo.

¿Qué os parece? ¿Os animáis a limitaros para ser más libres?

Feliz día.



La isla de los cazadores de pájaros de Peter May

jueves, 18 de febrero de 2016




Hace unas semanas charlaba con mis compañeros acerca de la buena literatura y lo que cada uno de nosotros entendía por ello. Y prácticamente todos coincidíamos en que hay un hecho que la define : la trascendencia.

Evidentemente, el libro es un método de evasión, y como tal fue ideada la primera historia de ficción, pero hay novelas que van más allá, y que se recuerdan a pesar del paso de los años (o incluso los siglos). Nos preguntábamos los motivos y las consecuencias:

  • Porque los temas que se tratan son empáticos con el lector de la época y universales en el tiempo.
  • Porque de alguna forma remueven conciencias, son textos incómodos que hacen que el lector se plantee preguntas.
  • Son lecturas a las que inevitablemente el lector vuelve. Antes o después. Son lecturas que crean poso.

Algo así es lo que me ha pasado con este libro. No defiendo su calidad literaria (que la tiene) sino que me he visto reflejada en uno de los puntos que tratábamos antes, la identificación con el protagonista. En mi caso, la cercanía con este personaje es a nivel psicológico por un mecanismo de defensa que comparto con él y que de algún modo define mi pasado. Por eso, aunque para otro lector este sea un libro más, para mí ha sido especial y también por eso engrosa mi lista de próximas relecturas.


La investigación de un macabro asesinato lleva al detective Finlay Macleod a la isla escocesa donde se crió. Su regreso hace renacer en él los recuerdos de un pasado perturbador. Con la investigación en punto muerto y el número de sospechosos en aumento, doce jóvenes se embarcan hacia un sangriento rito de iniciación en An Sgeir. Unos días aislados en una inhóspita roca dedicados a cazar salvajemente crías de ave, a merced del tiempo inclemente. Un rito de iniciación por el que Fin también pasó y que marcó su destino para siempre

La isla de los cazadores de pájaros
es la primera entrega de la trilogía de Lewis (si, una trilogía de nuevo). Pero además de ser una novela negra que cumple con los requisitos básicos del género, incluye una variante que la hace muy interesante. Dentro de la narración, el autor hila dos épocas, una responde al presente y se centra en la investigación del crimen, y la otra, más narrativa, se refiere al pasado del protagonista.

La acción transcurre en su mayor parte en la isla escocesa de Lewis, una pequeña comunidad, casi impenetrable, con arraigadas tradiciones como la visita anual a An Sgeir para la caza de gugas (crías de alcatraz), que se asemeja a un rito iniciático de la edad madura. Esta dura experiencia ha sido durante siglos un gran honor, aunque con el paso del tiempo, los chicos de nuestra era empiezan a dudar de su nobleza.

Durante los veinte capítulos que conforman la novela y, gracias a las dos líneas narrativas citadas anteriormente, asistiremos tanto a la investigación y resolución del crimen como al descubrimiento del atormentado mundo interior del inspector Fin Mcleod.

Junto a él, no faltan los personajes básicos en este género; tenemos al compañero del investigador (Gunner), a la chica (Marsaili), y la víctima (Angus Macitchie) aunque no solo están ellos sino que aparecen bien acompañados de otros personajes que enriquecen la novela. Y entre ellos, me gustaría destacar a la propia isla que, con su entorno opresivo y gris, sus casas aisladas, y el ambiente tormentoso típico del lugar, imprimen a la historia un escenario sólido.

Pero atendiendo a una visión objetiva y crítica, también matizaré que, a pesar de que ha sido una lectura que me ha gustado y de la que he aprendido valiosos recursos para escribir, hay algunos elementos que no me han convencido (giros bastante predecibles o una sobrecarga de argumento sentimental).

Así que te recomiendo su lectura si:

  • Te gusta la novela policíaca con un entramado narrativo de peso.
  • Te interesan las historias en las que los personajes se reconcilian con su pasado.
  • Lo tuyo son las novelas con una ambientación inquietante y cuya tensión permanece constante.
¿Qué? ¿Te animas con la Trilogía de Lewis?
Feliz día

Micro-REC: Obituario

martes, 16 de febrero de 2016







Era de los pocos detectives honrados que quedaban en la ciudad. De esos que no tenían miedo a nada y buceaban en los suburbios con la tranquilidad que proporciona saberse tan desamparado como las almas que encontraba a cada paso. De mirada franca y sonrisa intermitente. Tan célebre como pobre. Un hombre sencillo que llevaba las suelas de sus zapatos oscuras y cuarteadas. Idénticas a los celos que roían las almas criminales de sus colegas.


Mi despojillo semanal para REC.
Feliz día.

Tarantino y Agatha Christie: parecidos razonables

jueves, 11 de febrero de 2016




¿Tarantino y Agatha Christie juntos?  Izaskun, maja, pero ¿qué estás diciendo? ¿A qué viene esta entrada? 

 
Ya está. La hemos perdido. Pobrecica. Con tanta novela negra se le han derretido los sesos como al Quijote.


No, tresena. (Aún no, al menos).
Os lo contaré. 


Reconozco que soy una tía bastante cuadrada, de esas que para tener cierta tranquilidad en su vida hace listas de pros, contras, proyectos y un largo etcétera. 


 

A principios del pasado año, proyecté mis objetivos de escritura hacia la formación y por eso, además de leer teoría casi hasta el infinito, cursé dos talleres: Cómo escribir un cuento y el Taller de Novela Policíaca. Y estoy muy satisfecha con ellos, pero este año, gracias a la reflexión de un magnífico escritor, quien en una de sus charlas acerca de la teoría y la práctica literaria apuntilló que «el filólogo es al escritor como el ginecólogo al buen amante», me he propuesto llevar  lo que he aprendido a la práctica

Y compartirlo contigo.

 

De ahí el post acerca de los no-superpoderes, y la colaboración en Ateneo Literario sobre las aportaciones prácticas del festival Pamplona Negra. Y de ahí también la entrada de hoy. 



¿Y lo de Quentin y Agatha?

Ya va, ya va.

Lo confieso. Me gustan las películas de Tarantino. Me encantan sus personajes y los diálogos que éstos mantienen. Soy fan de sus estructuras ingeniosas y de sus bandas sonoras a pesar de que hay algunas cosas que no me hacen demasiada gracia (como el sello excesivo de casquería y sangre que imprime a sus cintas). Pero es un inconveniente tan pequeño en comparación con la destreza de todo lo demás que, sinceramente, no me importa.

Así que cuando se estrenó Los Odiosos Ocho (a quien decida qué títulos llevarán en castellano las películas, por favor, ¿no se podían exprimir un poquito las neuronas para que al menos éstos sonasen bien?), sabía que acudiría a verla. Sí o sí. Pero además, ¡oh, sorpresa! entre las críticas previas de la película, encontré un recorte que conectaba este film con la novela policíaca clásica.

Y entonces, descubrí que no solo sabía que acudiría a ver la película, sino que tenía que verla, analizarla, y contarte qué había de cierto en ello (sin spoilers). ¿Qué tienen en común Los Odiosos Ocho y las novelas de Agatha Christie? ¿Qué recursos clásicos ha llevado a la práctica Tarantino?


 Allá voy.


  1. Estructura clásica aristotélica: La película se ajusta casi por completo a la distribución aristotélica de la historia (incluso se estructura por capítulos) aunque incluye un elemento característico del director: un flashback explicativo entre el nudo y el desenlace.
  2.  El “misterio de cuarto cerrado”: el grueso de la acción transcurre en un refugio de las montañas (la tienda de Minnie), donde Los Odiosos Ocho se resguardan de un gran temporal de nieve. 
  3.  Gran número de sospechosos con un oscuro secreto: nadie es trigo limpio, amigo.
  4.  El poli torpe: La película cuenta entre sus protagonistas con un personaje algo negado que asegura ser el nuevo sheriff de Red Rock.
  5. El investigador excéntrico: También incluye este arquetipo observador y certero imprescindible en toda buena novela de detectives clásica, aunque según el prisma de Tarantino, este personaje sea un cazarrecompensas de color en un Wyoming atestado de excombatientes Confederados.
  6. Un buen giro inesperado de la trama: no es una característica exclusiva de las novelas negras, pero si es imprescindible para mantener o concluir una historia de manera que al lector o al espectador le satisfaga (y en atención a aquellos que todavía no la han visto, como decía Mayra Gomez Kemp, «hasta aquí puedo leer»).

Así que, efectivamente, he encontrado seis puntos comunes entre las novelas clásicas de detectives y Los Odiosos Ocho, aunque en esta última hay un sello personalísimo de Tarantino que matiza muchas de las características de la novela cozy. Por eso creo que, a pesar de ese extra de sangre y violencia que salpica toda su obra, esta es una película a tener en cuenta para quienes amamos la novela negra.

¿Y tú, la has visto? ¿Qué te ha parecido? ¿Destacarías algún recurso más?


Los comentarios están a tu disposición.
Feliz día.