Todo empezó de manera fortuita. Ni ella, la Reina de Inglaterra, esperaba encontrar la biblioteca ambulante allí, ni tampoco que le comenzara a gustar la lectura. Porque su trabajo consistía en “mostrar interés, pero no en interesarse”.
Así, comenzó a leer por compromiso primero, y por gusto después, de manera casi absorbente, aunque eso causara cierta aversión en su entorno más cercano. Excepto entre algunos de los miembros más jóvenes de su familia, que encontraban en la afición de la monarca, cierta liberación de su autoridad.
Sin embargo, esta pasión que intenta ser sofocada de muy diversas maneras (incluso llegan a esconderle algún ejemplar), desembocará en un montón de libretas con apuntes en un primer momento, y con la decisión última de “tener voz”, de participar en la Literatura, de la única manera en que le es posible.
Me gusta que en esta fábula, la anciana pasa a ser menos una rígida monarca, y más un ser humano, porque los libros son el motivo del despertar de su sensibilidad. No en vano, surgen frases acerca de ellos en varias de las páginas de esta obra:
“…los libros no se sometían. Todos los lectores eran iguales….”
“…un libro es un artefacto para encender la imaginación…”
“…no pones la vida en los libros. La encuentras en ellos…”
“ …los libros…sólo nos confirman lo que, quizá involuntariamente, ya hemos decidido hacer. Leemos un libro para que nos confirme nuestras convicciones…”
Encuentro esta obra entretenida, con momentos amenos, y original en su temática principal. Sin embargo, como fondo, esta novela tiene mucho que ver con “Firmin” o con “La elegancia del erizo”. Son galerías de exposición de nombres de autores como Thackeray, Balzac, Turgéniev, Dickens, Tolstoi, Trollope, Shakespeare o Proust.
Y desde luego, en algunas ocasiones, tal muestra cumple su cometido. Leí Ana Karenina gracias a ello.
Filias, que buen libro, me encantó, me pareció inteligente y con un humos maravilloso. Un premio leer este libro
ResponderEliminarUn saludo
Teresa
Teresa:
ResponderEliminarComo te dije, me alegran muchísimo tus comentarios, y sí, es un libro divertido e inteligente.
Besos
ES un libro muy divertido pero que a la vez tiene mucho sobre lo que reflexionar.
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