En pleno Mar de Bering, el pesquero soviético Estrella Polar, ha recogido en sus redes el cadáver de Zina, una de las camareras de la tripulación.
Afortunadamente, el barco cuenta entre sus navegantes con Arkady Renko, un antiguo investigador moscovita, a quien encomendarán investigar (de manera superficial, para cubrir expediente con Vladivostok) las posibles causas de la muerte de la chica.
Pero lo que en principio parece un suicidio, se ira tornando en una trama muy enmarañada en la que el crimen, el espionaje, el contrabando y la propia vida de Arkady, están en juego.
Tenía buenas críticas de Martin Cruz Smith, por el “Parque Gorki”, así que me lancé a leer este libro sin más. Pensé que sería una lectura ligera, amena y rápida. Pero no conté con algunas variables.
En primer lugar, la edición digital que me han pasado (ya se sabe: “a caballo regalado….”). No sé si podía ser peor. Cambia palabras en mitad de las frases, quitándole todo el sentido al momento y al ritmo de la historia. Al principio es hasta divertido, pero después de unas cuantas veces, ya no tiene gracia.
Otra variable es el organigrama tan elaborado de los camaradas soviéticos. Llega un momento que entre tanto cargo, al final, es fácil perderse un poco.
Y finalmente las casualidades poco creíbles de la novela. Vamos, lo que se ha traído un poco por los pelos para que la historia tome forma, porque vamos a ver, con la de soviéticos que hay, ¿cómo es posible que acaben en el mismo barco (con destino “detrás del sol”) un peligroso delincuente y su aguerrido captor?
En fin, que me he entretenido bastante, pero no como esperaba.
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