Todo cuanto amé de Siri Hustvedt

jueves, 25 de junio de 2015




Hay novelas que te dejan indiferente, y otras que conforme llegan te deshacen por dentro. También hay otras sorprendentes y algunas (las menos), que elijes de compañía para el resto de tu vida. A grandes rasgos, mis lecturas se engloban en estos grupos, pero hete aquí que he dado con una novela que no se dónde encuadrar. Puedo afirmar que no es una lectura fácil, que he pensado dejarla encima de la mesilla al menos tres veces. Por momentos se vuelve demasiado intelectual y densa en algunos capítulos; exige bastante atención y algo de esfuerzo. Pero de alguna manera engancha. No sé qué tiene, pero mantiene el interés del lector con esa historia a priori sencilla, que posteriormente se transforma en una lectura profunda. De esas que dejan poso.

Leo Hertzberg, profesor y crítico de arte, entabla amistad con Bill Wechler, un pintor que irá adquiriendo fama poco a poco. También Erica y Lucille, las esposas de ambos, compartirán afecto y experiencias juntas (ambas se quedan embarazadas y dan a luz prácticamente a la vez). Este dinámico grupo vivirá como tantos otros, buenos y amistosos momentos (compartirán vacaciones, serán un apoyo mutuo, etc). Pero las vivencias idílicas son siempre a corto plazo y se convierten en una quimera. La realidad está ahí esperando, y llegará a sus vidas una y otra vez con las manos llenas de barro. La caducidad del amor, la soledad, los fantasmas de la muerte y la enfermedad rondarán de forma inquietante a estos personajes transformándolos de manera muy profunda a lo largo de sus vidas.

No voy a negar que se trata de un texto muy elaborado, con el que poder disfrutar en muchas de sus páginas, pero por muy fluída que sea la prosa, requiere mucha atención por parte del lector. Siri Hutsved demuestra aquí su validez como escritora por mérito propio, desligándose de Auster (su marido) totalmente. Utiliza bien sus cartas y sabe retratar sentimientos y los hechos trascendentales que viven sus personajes con un léxico rico y un gran dominio de las técnicas narrativas. Pero una vez más os aviso: no es una lectura de “desengrase”, es un texto profundo; con varias capas, con varias lecturas.

Se estructura en tres partes siendo la primera de ellas la más complicada y la que menos ritmo lleva. En la segunda y tercera los acontecimientos dan mayor ritmo al texto y resulta más fácil seguir la lectura de manera fluída. Pero si tengo que destacar algo de esta novela, serán sus personajes. Siri ha hecho un trabajo excepcional con ellos. Y quizás está ahí el quid de la cuestión. Quizás es ese el motivo por el que no haya dejado el libro a medias. Porque Leo, Billy, Violet, Erica, Lucille, Mark, Giles…Todos ellos son prácticamente tangibles y dueños de un mundo interior rico y atormentado que la escritora no duda en mostrarnos con toda su crudeza si es necesario.

No os recomendaré esta lectura en esta ocasión sino que os invito a que sujetéis el libro en vuestras manos, lo sopeséis, leáis su contraportada y paséis sus páginas lentamente. Miradlo, tocadlo, oledlo, y si sentis la llamada… Ya me contaréis.

Feliz día.

3 comentarios :

  1. No lo conocía pero en principio no lo veo como posible lectura para mí ahora mismo, aunque tampoco lo descarto totalmente, quizás en otro momento
    Besos

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  2. Tengo muchas ganas de leer a Siri Hustvedt, y de hecho tengo unos cuantos libros suyos a mano, este entre ellos. Como principalmente suelo dejar que los libros decidan por mí supongo que le llegará su momento, así como mencionas, sopesándolo en las manos, dejándome querer...

    Mil abrazos

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  3. Quiero estrenarme con esta autora, pero me temo que no será por aquí o al menos en este momento: necesito lecturas ligeritas y facilonas, nada que se me haga cuesta arriba por momentos... 1beso!

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