El bigote de Emmanuele Carrére
jueves, 12 de febrero de 2015
Antes de comenzar con la reseña debo deciros algo. Ojo con esta novelita breve porque no es apta para mentes con instinto centrifugador. Una vez hecho este inciso, paso a comentaros mis impresiones de esta obra tan corta como intensa e interesante.
La historia parte de un hecho tan común como es afeitarse el bigote y las reacciones que este asunto causará en las personas cercanas al protagonista. Marc, que así se llama el personaje principal cree que, de esta manera sorprenderá a su mujer cuando esta vuelva de la compra, pero no puede estar más equivocado porque, sorprendentemente, nadie en su entorno parece darse cuenta del cambio. Esto suscita todo un profundo entramado psicológico puesto que la situación hace que Marc se plantee multitud de hipótesis para explicar porqué un cambio tan obvio y evidente a primera vista no recibe ni tan siquiera un breve comentario y pasa desapercibido.
Cimentada en algo trivial y anecdótico, Carrère bucea en la psique humana, en la patología de un desequilibrio que no sabremos si es tal hasta el desenlace de la novela, ya que el autor juega con nosotros durante todo el desarrollo de la trama. Hace que dudemos tanto como el protagonista, y no sabremos a qué atenernos. ¿Se trata todo de una broma de Agnes, su mujer?¿Se han confabulado todos a su alrededor para no decir nada? Y si lo han hecho, ¿con qué motivo? ¿Es real u obedece a un estado mental enfermizo del protagonista? Y con la cercanía que nos muestra la escritura del autor, Carrère nos hace plantearnos cómo nos sentiríamos nosotros ante una situación parecida.
De la mano de una narrativa natural y sencilla, el autor nos guía por las diferentes situaciones que desencadenan la falta del bigote y el delicado equilibrio mental del protagonista, que van desde la carcajada hasta la angustia. Podreis empatizar más o menos con Marc por su carácter inestable, o quizás con el autor por su forma de narrar, pero de lo que estoy segura es que si decidís leerlo, el libro no os dejará indiferentes ya que conozco pocos autores capaces de crear una emoción tan profunda (ojo que no estoy diciendo que la sensación sea positiva) en tan pocas páginas.
Confieso que he tenido la tentación de abandonar la lectura en dos ocasiones. En un primer momento porque había llegado a un punto en el que la narración se había estancado, y me parecía que estaba girando alrededor del mismo asunto y, en un segundo momento porque me superaba la inquietud de estar buceando en el delirio del protagonista. Afortunadamente he conseguido tomar la distancia adecuada y volver al libro con más serenidad para poder disfrutar de la historia y sobre todo, de su personaje principal (la construcción psicológica es extraordinaria).
También la capacidad del autor para saber mantener la tensión narrativa necesaria con un ritmo ágil y fluido hasta el inesperado final de la novela me parece un detalle a tener muy en cuenta (a pesar de la pequeña pelea que tuve con el texto en un momento dado como os he comentado).
Así pues...¿La recomiendo? Si, pero ya os he avisado desde el principio del peculiar carácter de la novela y de las consecuencias existencialistas que podeis vivir a cuenta de su lectura. Una obra perturbadora, inquietante, angustiosa, desasosegante. No os digo más.
¿Estais preparados?
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
Pues no me convence mucho esta novela, aunque el planteamiento es curioso
ResponderEliminarBesos
Pues me llama la atención, aunque ese amago de abandono me ha puesto en alerta... Pero creo que le daré una oportunidad, cuando despeje mi lista de libros urgentes, eso sí. 1beso!
ResponderEliminarLo estoy y la quiero, me ha gustado mucho la reseña, porque nos avisas de sus peculiaridades y de los escollos (para ir advertidos) pero chica, a mi eso de bucear por la psique humana es que me priva.
ResponderEliminarBesos