La tregua de Mario Benedetti

jueves, 22 de marzo de 2012

A Martín Santomé le quedan unos meses para jubilarse, y a sus cuarenta y nueve años, escribe un diario durante un año, en el que plasma su vida. Desde la complicada relación que mantiene con sus hijos: Blanca, Esteban y Jaime, hasta su tardío enamoramiento de Laura Avellaneda.
Esta relación sentimental cambia a Santomé, y le hace olvidarse de sus cafés solitarios, de la sensación de paso del tiempo, de energía gastada y de vacío. Veremos un rayo de optimismo a raíz de su noviazgo con Laura, pero lamentablemente, descubriremos que todo ha sido un paréntesis en su vida, una pequeña tregua que le ha sido concedida previa a su jubilación.
Y asumirá con duelo que no estaba tan equivocado en su forma de ver la vida, en su falta de entusiasmo diaria, en su decepción por saberse mediocre y su sensación de no haber sido capaz de haber aprovechado su tiempo.
benedetti
Esta es una historia de personas normales, y quizás por ello extraordinaria. Me ha hecho pasar de la indiferencia del comienzo. a la ilusión por la historia de amor y por las ganas de vivir, a la desilusión final, al desasosiego debido a que todo continúe igual. Es muy cercana la sensación de que muchas veces hagamos lo que hagamos, y aunque parezca que las cosas van cambiando, que mejoran de algún modo, todo es una ilusión, una quimera.
Reconozco que Benedetti era otra de mis asignaturas pendientes, y a pesar de los matices del vocabulario argentino, me ha conquistado. Es un libro exquisito, fácil de leer, de los que dejan poso.
“La teoría de ella, la gran teoría de si vida, la que la mantienen en vigor es que la felicidad, la verdadera felicidad, es un estado mucho menos angélico y hasta bastante menos agradable de lo que uno tiende siempre a soñar. Ella dice que la gente acaba por lo general sintiéndose desgraciada, nada más que por haber creído que la felicidad era una permanente sensación de indefinible bienestar, de gozoso éxtasis, de festival perpetuo…”
Es curioso, además, reconocer entre sus páginas (es una novela escrita en los años sesenta) nuestro reflejo social actual.
“ En el principio fue la resignación; después, el abandono del escrúpulo; mas tarde, la coparticipación. Fue un ex resignado quien pronunció la célebre frase: “ Si tragan los de arriba, yo también”. Naturalmente, el ex resignado tienen una disculpa para su deshonestidad: es la única forma de que los demás no le saquen ventaja. Dice que se vio obligado a entrar en el juego, porque de lo contrario su plata cada vez valía menos y eran más los caminos rectos que se le cerraban…Quizá sea también el más ladrón, porque sabe perfectamente que nadie se muere de honestidad.”
Bueno (2)

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