¿Cómo se explica el fenómeno de la bilocación? ¿Podríamos ser capaces de viajar al pasado? Y si así fuera, ¿qué consecuencias podría tener? ¿Qué sucedería si se descubre que una de las grandes verdades del cristianismo ha sido “modificada” al interés de la Iglesia?
Algunas de estas preguntas están siendo investigadas por Carlos y Txema (periodista y fotógrafo de la revista Misterios). No creen en las casualidades, por ello se han visto envueltos en la tarea de recuperar y la historia de Maria Jesús de Ágreda, “La dama azul”, una monja del siglo XVII que poseía el don de la bilocación (poder estar en dos sitios a la vez aunque medie entre ellos miles de kilómetros de distancia).Sin embargo, algo en principio sencillo, envolverá a Carlos en una situación complicada, que pondrá a prueba su agnosticismo.
Por otra parte, en Roma, el padre Baldi tampoco cree en las coincidencias, y sospecha que la muerte de uno de sus colegas estudiosos de la cronovisión tiene gato encerrado.
Además, desde Los Angeles, Jenniffer Narody sueña a diario con una dama azul que se presenta a los nativos de Nuevo Mexico y les habla de la fe cristiana consiguiendo que miles de indios abracen la fe cristiana sin necesidad de derramamientos de sangre.
Todos ellos están relacionados de alguna forma con la monja concepcionista, y por ello, cuando desaparezca misteriosamente un importante manuscrito directamente relacionado con la dama azul, comenzará a desenredarse un ovillo que revelará unos hechos asombrosos.
En la creciente moda que se inició hace unos años con la temática de la religión, esta novela me ha parecido mucho menos artificial y más asentada en la realidad. Más fundamentada. No en vano se podría decir que es una novela con rigor histórico y con un hilo narrativo fundamentado.
Es un libro bien escrito, en el que una vez más se pone en duda el papel supuestamente desinteresado que han jugado las altas esferas de la Iglesia a lo largo de la Historia. Lástima que esta temática a mí no me resulte especialmente atractiva; es más, me incomodan un poco aquellos asuntos que no son excesivamente demostrables y que pueden dar lugar a engaños a personas necesitadas de fe. Como a todo el mundo, lo inexplicable me llama la atención, pero me crea desconfianza.
Lo que más me ha gustado de esta novela es que me ha permitido volver en cierta forma a Italia. Recordar lugares especiales de Roma y del Vaticano, evocar momentos de aquel maravilloso viaje ha sido una delicia. Incluso la estancia allí, la hicimos en las madres concepcionistas, en el mismo lugar que cita el libro (¿casualidad? :-) ).
Y lo que menos, el final tan rápido, abrupto y abierto para lo elaborada que está el resto de la novela.
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