Víctor Llosa se ha convertido en el “desgraciado genio” que pronosticó su maestro Mario Galván. Sin embargo, ni tan siquiera Mario era consciente del alcance de la primera palabra de su vaticinio cuando a Víctor le diagnostican la enfermedad de Lebre. Un raro caso de ceguera, que llenará sus días de lunas llenas, y su vida de una oscuridad blanca.
A través de las páginas de esta novela, descubriremos cómo Víctor debe volver a aprender todo de nuevo, reconocerse ahora diferente, y pasar de la oscuridad a a la luz. Recorreremos con él la Historia de la Magia, con mayúsculas, ): a Auzinger, Maskelyne, a Hoffman, e incluso conoceremos al pícaro Pete Gruss. Sin olvidar, por supuesto, el lema Populus vult decipi (el pueblo quiere que lo engañen), porque esta frase tendrá un lugar importante en la nueva vida de Víctor.
Enrique de Hériz nos guía con maestría por la infancia del mago, y nos descubre poco a poco el porqué de sus obsesiones (Lauren Bacall, las hormigas, la canción If de Louis Armstrong, su encono con Houdini, etc). También descubriremos cómo Víctor se adapta a su nueva vida con ayuda de Alicia, técnica de la ONCE, y cómo impacta él en la vida de ella.
Para Alicia no es fácil acercarse al mago, porque éste ha tejido una gruesa capa a su alrededor, así que tendrá que poner toda su pericia e imaginación en rasgar esa tela, mediante encuentros orquestados con su maestro, la galería de ciegos famosos y la complicidad de Irina, una prostituta que ha de terminar por desmontar al antiguo Víctor, y construir finalmente al nuevo gracias a su hijo, Darius.
Me ha encantado este libro. No sólo porque está bien escrito, ni por sus personajes estupendos, sino por la redondez de la novela. De Hériz ha sabido crear un narrador que nos acerca mucho más a los momentos importantes de Víctor, Mario, y Alicia, y crea la ilusión de acelerar el tiempo cuando la tensión de la trama decae. Es un grato descubrimiento, tanto la obra como el autor, y os lo recomiendo sin duda. Me han quedado tantas ganas de seguir leyendo que en mi Plan Infinito ya cuento con “Mentira”, otra de sus obras.
“ Toda la perplejidad acumulada por Víctor, cristalizó en una frase:- No puede ser.- ¡Por fin!- Estalló Mario-No puede ser, no puede ser, no puede ser. ¡Dilo otra vez!- No puede ser, – murmuró Víctor-¡Más alto joder!. ¡Grita, grita conmigo!.-¡No puede ser!. Se sumó Víctor contagiado por la excitación repentina del maestro aunque algo frenado todavía por el sentido del ridículo. Galván se levantó bruscamente a medio grito, rodeó la mesa y se acuclilló al lado de Víctor.Apenas un palmo separaba sus caras.
- Escúchame bien Víctor Losa. Cuando preguntas cómo lo hago, me ofendes. Cuando lo llamas truco, me ofendes. Cuando me pides que lo repita, me ofendes. En cambio, cuando se te abre así la boca para decir que no puede ser, me das la vida. Porque nos dedicamos a esto ¿entiendes? A oír que no puede ser, y lograr que sea…”
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