Grandes incógnitas de la humanidad

* ¿Por qué el día que antes te vas a dormir es el día que tu pareja,
pobrecito mio, pasa la peor noche de la historia (con tos, paseos nocturnos, y carraspera sonora...)?

* ¿Por qué para aliviar las afecciones de vias respiratorias se usa una cebolla partida en dos, cerquita, en la mesilla?(que cuando te levantas parece que has estado cocinandote en tu propio caldo, con un olorcito, eso sí, que
alimenta...).

* ¿Por qué l@s conductores de vehículos grandes piensan que las normas y leyes no están hechos para ell@s? (ejemplo 1: carretera comarcal y gusanito de coches siguiendo a un Mitsubishi que iba a la velocidad de 30KM/h. No tengo claro si: a) todavía estaba dormido, b) era un jubilado/a con mucho tiempo libre, c) estrenaba coche y quería que todo el mundo lo observara (si esta era la idea, objetivo cumplido) o d) carcajearse del respetable en general porque él o ella no tiene ninguna prisa (esta también tiene puntos). Ejemplo 2: salida de la Ofi con otro gusanito de coches esperando pacientemente su turno para entrar en el desvío. Aparece un todoterreno que decide que esperar no está hecho para él, así que pasa de normas establecidas y usa todo el arcén (porque él lo vale) ya que hay sitio suficiente, pero además ¿para qué va a reducir la velocidad si no hay nadie en el carril que acaba de inventarse él solito?)

*¿Qué sucede si te gusta la Formula 1, tienes más o menos veinte años y un coche semi-tuneado? (Respuesta: Te conviertes en el alter ego de Schumacher)

*¿Qué sucede si en uno de estos días de invierno, con placas de hielo, te crees Schumacher y aparcas ? (Pues que a la pared del aparcamiento le sale un sospechoso "agujerito" y que tu coche tiene un lugar privilegiado en el taller de chapa y pintura).

* ¿Qué sucede cuando entras a la Ofi, y a primera hora llega un señor al que le tienes que anotar unos datos?

Primero: Recuerdos varios a toda su familia, que no te ha dado tiempo todavía ni de quitarte el abrigo, y el tipo tiene ya una prisa im-pre-sio-nan-te.

Segundo: Sonreir a la colonia de pingüinos que lleva aquí desde la semana pasada y que te saludan haciéndote la ola y acordarte de la familia del ingeniero que sugirió este tipo de calefacción para la nave.

Tercero: Regocijo general ya que al deslizar el bolígrafo por el papel, resulta que te das cuenta de que ¡sabes taquigrafía!.