Crisis. España, 1980. Acaban de llenar el depósito del 124 blanco para hacer un larguísimo viaje en busca de una oportunidad. Van persiguiendo un futuro mejor, aunque no saben que sus cartas ya están echadas, y su porvenir truncado ya decidido.
El se acomoda en el asiento y enciende el motor. Ella enjuga una lágrima rebelde que pretende resbalar por su mejilla. El paisaje comienza a pasar cada vez más rápido tras las ventanillas. El se remueve incómodo mientras da unas caladas profundas al puro que sostiene entre los dedos de su mano derecha. La mira y abre el cajón de las cassettes mientras echa una ojeada a las dos pequeñas que dormitan ingenuamente en el asiento de atrás.
Cambia el Farias de mano son soltura, y elige una cinta decidido. La abre con una sola mano, como tantas otras veces, y la introduce en la radio. Eleva su mirada, la observa entre volutas de humo, y le sonríe con dulzura. Acaricia su mentón, y mientras ella le mira con tristeza y con toda la ternura del mundo, él con su profunda voz le susurra melodiosamente: "muchacha bonita.....".
Hoy estoy de blues.
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