Comenzamos con una frase que espero que nos de mucho juego. Os lo muestro todo a continuación:
1. El sorteo de la ONCE de ayer:
Nos da el número 74.
2. El libro elegido:
"El viaje de la reina" de Angeles de Irisarri.
¿Qué os parece?
Los expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno.
A ver qué se nos ocurre...
Feliz día.
P.S: Aquí al lado en la columna de la derecha dejo un enlace fijo para que podais seguir tranquilamente todas las frases y participaciones en los diferentes blogs.
VERSIÓN EXTENDIDA (Juan Antonio)
ResponderEliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno. Cuando los vieron descabalgar de sus extrañas monturas algunos dieron un paso atrás y otros solo fueron capaces de languidecer presas del pánico. Les asustaban sus cadavéricos rostros, sus caras tiznadas y el zarrapastroso cabello que les crecía en la cara.
La voz de la primera de las fantasmagóricas figuras, la que encabezaba la fila, sonó débil y deshidratada
―Creo que nos hemos perdido. Seguíamos una estrella para llevar unos presentes al redentor.
―No sabemos nada –contestó nuestro postillón –. Marchaos y no nos hagáis mal.
Pesarosos, los tres entes prosiguieron su camino arrastrado todos aquellos fardos llenos de regalos.
Me encanta lo de la voz deshidratada, debe ser como la mía por las mañanas, ja,ja,ja. La verdad es que yo siempre me he preguntado por qué los reyes magos siempre están tan orondos, me gustan tus magos perdidos ;o)
Eliminar¡Qué buena esta versión tan poco conocida, Juan Antonio,me encanta! Pobrecitos Reyes Majos, que han perdido su estrella, y que descripciones tan estupendas te gastas.
EliminarUn abrazo.
Has vuelto a sacar el finalista REC que llevas dentro. Es otro larde de ese dominio poco habitual del léxico y la sintaxis que me engachó a tu blog y a tus escritos. Esta vez con un toque de fantasía que me encanta y en una línea muy acorde a micros de aula ;) Ladrón, que no se te pasa una.
Eliminar¿Cómo has hecho, Juan Antonio, para llevarme desde imaginarme a los Jinetes Negros de "El Señor de los Anillos" a comprender que retratabas a unos Reyes Magos zarrapastrosos perdidos para la eternidad y condenados a vagar tirando de unos regalos inútiles? Ah, sí, creo que lo llaman... maestría.
EliminarPues nada, que lo has conseguido. ¡Y qué pena, penita, pena de los tres Magos! ¿No te da lástima lo que has hecho con ellos? ¡Carbón, es lo que te van a traer estas navidades!
Un abrazo.
Qué bueno, Juan Antonio. Aunque el final me resulta un poco chistoso al descubrir que son los Reyes Magos, creo que les daría un aire más fantasmagórico, "arrastrando todos aquellos fardos llenos de metales". Pero como Eduardo, de los Jinetes Negros a los Reyes Magos muy bien llevado.
EliminarEs el metaliterario un camino repleto de trampas y celadas que tú has sabido sortear con buen tino, llevándonos de una historia a otra con la habilidad de un experto prestidigitador y, como ya han dicho otros compañeros, haciendo gala de un léxico exquisito. Enhorabuena.
EliminarMe parece un buen giro a la manida historia de los reyes magos. Buen comienzo Juan Antonio.
EliminarSaludos.
Y el Noel, vigilando por si acaso... Nos adelantas las navidades Juan. Buen comienzo.
EliminarMe gusta la vuelta que aportas al mito. Menos mal que algunos años encuentran el camino.
EliminarUn abrazo, Juan Antonio
Un giro inesperado que cambia la imagen que tenemos de los tres Reyes. Muy bueno.
EliminarBuen relato Juan antonio. Me ha encantado ver a los REyes Magos cansados arrastrando sus pesares y sin encontrar el camino. Muy buen final
EliminarBesicos muchos.
Muy bueno Jaun Antonio, me estaba imaginando a unos barbudos descubridores de nuevos mundos cuando vas tu y ¡zas!, je je. Me gusta mucho.
EliminarAbrazos.
p.s. ¿qué tal los nervios... je je?
DE LEYENDAS MALÉVOLAS (Eva)
ResponderEliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno. Pero cuando el velo de nubes que cubría la enorme luna roja se despejó, se percataron de que tan solo se trataba de un hermosísimo unicornio plateado. Fue entonces cuando Don Álvaro se rascó la cabeza y preguntó receloso al guía:
―¿Tú estás seguro de que nos encontramos en esa tierra inhóspita y cruel, que han dado en llamar el Infierno de las Almas?
Y el guía, consultando las estrellas, tartamudeó confuso:
―Mi señor, quizá haya errado un poquito en mis cálculos y estemos explorando la que llaman Paraíso…otra vez.
Jajaja. Qué imaginativa, Eva. Me ha encantado el giro final que le has dado. Ese Paraíso con Unicornio y todo... muy deseable excepto para Don Álvaro. ;)
EliminarAbrazos.
Hola, Eva, lo primero tu personaje me ha evocado a Don Álvaro y la fuerza del sino.. aunque no sé si has tirado por ahí porque la trama que has tejido no me cuadra mucho con la obra, aunque pensando que él acaba suicidándose, todo podría ser. Bueno sea así o no, la verdad que también demuestras por qué has sido bifinalista ReC con mucha originalidad y un gran uso del vocabulario castellano. Empezamos fuerte con los micros al azar.
EliminarAcertado título para el relato. Curiosa la situación y mejor desenlace. No había visto dar mejor uso a un unicornio en mi vida. Los personajes me llevan a grandes parejas literarias o del cine de anti-héroes entrañables. Eva, me ha gustado mucho. Un besote.
EliminarBueno, la frase me inspiraba eso de que la sugestión, las habladurías, lo desconocido, hace que tengamos miedo: el poder de la mente para invocar imágenes horrorosas porque creemos que están alli, o deben estar...pero no siempre es así ¿por qué ha de ser horrible lo que tiene fama de horrible? Siempre hay otros ojos con los que mirar...Loren, Don Álvaro es lo que me salió, no sé, pensando en descubridores y leyendas oscuras, no tenía en principio relación ;o)
EliminarYo me imagino más un paraíso lleno de odaliscas que de unicornios, sean del color que sean, pero si quien nos lo pinta así, es alguien tan versada en animales como lo eres tú, me lo creo a pies juntillas. Por otra parte la historia me encanta y ese error de cálculo me resulta de lo más tierno.
EliminarFelicidades Eva. Has conjuntado muy bien los extremos en un buen micro. Pasame cuando puedas el telefóno del guia,; si alguna vez somos castigados al infierno, seria el mas indicado para llevarnos :-)
EliminarSaludos.
Que razón tienes, Eva, nos da miedo aquello que desconocemos y a menudo ¡cuanto nos perdemos!.
EliminarSugerente el micro y la imagen del unicornio.
Saludos,
Muy simpático tu micro Eva. Esta apuesta que estais llevando a cabo me está enganchando. Sois unos fenómen@s.
EliminarBesicos muchos.
Qué terrible castigo no poder salir del paraíso... Que busquen un manzano. Mano de santo. Palabra de San_Pedro, je je.
EliminarBesos Salamandra.
CASI DE LEYENDA (Izaskun)
ResponderEliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno. Inmovilizados, se encontraron frente a un cartel con una extraña inscripción, en tierra de nadie, con todos los componentes eléctricos inutilizados, y lo que era aún peor: sin cobertura. Afortunadamente, cuando pensaron que todo estaba perdido, surgió del asiento trasero la voz de un anciano:
—Anda, Jorge, hijo. Pon el cacharro este en modo manual y si eres capaz, continúa por el camino durante unos kilómetros— sonrió condescendiente dirigiéndose a los niños— . No pasa nada, chicos. Esto será una gran aventura para contar a la vuelta del verano. Ya veis muchachos, toda una carretera secundaria; casi una leyenda.
Relato que ahora que empiezan las vacaciones de verano da hasta miedo, Izaskun, aunque como dices es muy difícil transitar por una de estas carreteras, porque son casi ya de leyenda.
EliminarHasta para perderse hay que tener gracia. El abuelo cebolleta amenaza con un par de horas de atormentadoras batallitas entre curvas, baches y lamentos. Izaskun, aprovecho el primer post para agradecerte y felicitarte por la iniciativa. Un abrazo.
EliminarJe, pues a mí me ha hecho gracia el abuelo... Me imagino la situación, y la verdad es que solo nos van quedando, o vamos quedando, unos pocos para recordar que no hace tanto tooooodo podía hacerse sin la ayuda de artilugios. ¿Leyenda urbana? Pues no, como las carreteras secundarias. O 'Slowly', como canta Aute. Un saludo.
EliminarJe,je,je, Pues a mi me ha gustado mucho que nos hayas traído a esta época desde esa frase. Yo soy de las que se pone histéica cuando mi marido para el coche porque el gps pierde señal. De hecho, sigo con mis mapas de toda la vida llevándole la contraria a cada pasao, ja,ja,ja. me encanta esa figura del abuelo dando la seguridad de la experiencia.
EliminarNo sé si seré de los pocos que quedan, pero de momento me sigo resistiendo al poder tentador del gps. También soy de los que les encanta perderse por esas carreteras, eso sí, solo, que si no todo son reproches. El relato, divertido y entrañable, ¿se puede pedir más? Si, ese aire a Pequeña miss Sunshine que nos deja.
EliminarAunque me ha gustado mucho tu apuesta, yo sin mi "tonto" no salgo de viaje ni loca... sobre todo por los radares... quita, quita, ;-)
EliminarUn abrazo.
Me has recordado a una mini que escribí sobre una carretera secundaria y la titule algo así como "Olvidadas", y que tu relatas tan bien. Buen paralelismo entre el anciano y la secundaria. Un abrazo Izaskun
EliminarAh los viajes sin las nuevas tecnologías...toda una aventura.
EliminarLe has dado un toque simpático a esa carretera secundaria, que ya me estaba imaginando cosas extrañas y los niños dentro. Muy buena apuesta y mejor propuesta por tu parte. Felicidades.
EliminarBesicos muchos.
Uaaa! y si quieren una experiencia completa se pueden pasar comentarios por "lapicero", es una app antigua, pero siempre funciona, je je.
EliminarBesos Filias, que buen estreno de los Relatos del Azar. Felicidades.
MISIÓN IMPOSIBLE
ResponderEliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno. Detuvieron su marcha y sus pies sintieron el ardor del terreno arenoso que hollaban. En la cabeza del grupo, el líder dudó, y con él, todos los demás. Alzaron sus ojos temerosos hacia la figura imponente que, a contraluz, seguía interponiéndose en su camino. Con voz atronadora, les interpeló:
—¿A dónde pensáis que vais?
Sin mediar palabra, echaron a correr y se dispersaron entre las sombrillas multicolores. No quedaba sino resignarse y esperar a que se cumpliesen las dos horas de digestión.
Jaja, Eduardo, un buen micro para empezar a ambientar el veranito. A mí me ha recordado al chiste ese que dice:
EliminarEn la playa, un pobre se acerca a una mujer que toma el sol, y dice:
-Mire, llevo 15 días sin comer...
-Ala, pues ya puede usted bañarse, que no se le va a cortar la digestión.
Muy estival este micro que me ha recordado al Piraña y compañía ;) Parece que en los micros esta semana se ha puesto de moda el diálogo jajaj.
EliminarAbrazos
Muy bueno como lo has resuelto. Ahora, que menuda enganchada les han pegado a los crios. Veraniego, fresco y bien servido. Enhorabuena.
EliminarMuy bueno, Eduardo. Yo el otro día firme una autorización sorprendente en ese sentido para una salida de mi hija a un parque acuático. Flipé. Loren , que buen el chiste, ja,ja.
EliminarUn micro refescante y algo nostálgico, que deja sentir el poder del sol, el olor a mar, el rumor de las olas, en fin, las vacaciones.
EliminarTu historia me ha encantado. Aún me retumba aquel consejo intimidatorio... ¡hasta que no hagas la digestión, no te metas en el agua!
EliminarGracias por la evocación.
Me ha hecho mucha gracia además por lo inesperado, pero era verdad, ¡no había manera de meterse al agua antes de ese tiempo! Original y divertido, gracias.
EliminarSaludos
Ja,ja muy bien llevada esa figura dictatorial adulta de todos los veranos.
EliminarEN UN LUGAR DE UTOPÍAS Y FICCIONES
ResponderEliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno. Pero aquel caballero, seco de carnes y enjuto de rostro, encarnaba la Libertad y la Ensoñación de que el mundo puede tomar otro rumbo y dirigirse hacia el Bien. Se les acercó y pidió clemencia a los guardianes y comisarios. Frustrado por la falta de compasión, sacó su lanza y liberó a los encadenados, castigando, a su vez, a los opresores que los encaminaban a galeras. Y, con una faz rejuvenecida y una sonrisa de anhelo, instó a los liberados a difundir su dulce mensaje. Los desagradecidos lo apedrearon, mientras huían riéndose de la quimera del amor ideal que predicaba.
Claro, no podía esperarse sino que Loren nos sacase del armario a don Quijote, ya que no montado sobre Clavileño, como en su avatar, sí en el ingrato episodio de los galeotes. ¡Y mira que ver en ese caballero enjuto una estampa de la Muerte, trasplantándolo desde 'un lugar de La Mancha' a otro 'de Utopías y Ficciones'...!
EliminarY es que, como dice Juan Antonio, hay mucho de ti en tu relato: esa confianza en la utopía; esa bonhomía integral que ni los hechos, en forma de duras piedras lanzadas por los galeotes liberados, logran tambalear; esa necesidad de la ficción como forma de regenerar a la humanidad...
¡Quijote, que estás hecho un quijote...! Enhorabuena.
Utopías, quijotes, suscribo lo dicho por Eduardo y Juan Antonio. Y pensar que aún hay gente que confunde a los ilusos con los idealistas...Bien, Loren!.
EliminarVeo muchas cosas en tu relato y veo muchas cosas de ti en tu relato. Ese denuncia siempre presente, ese áurea de fantasía desdibujada, y como no, calidad y tablas. Me resulta entrañable ese quijotesco protagonista que en lugar de molinos batalla contra necios. Como siempre, te sales. Un abrazo.
EliminarLoren! Me encanta tu personaje y sus ideales. Muy tuyo como dicen por aqui. De calidad y con carga. Enhorabuena justiciero. Vivan los Quijotes.
EliminarAbrazos
Un certero retrato del Quijote, un tributo a Cervantes y toda una declaración de intenciones en defensa de la utopia.
EliminarPero cuanta bondad rebosan tus letras... ahí, haciendo campaña, que estamos hartos de tanto malaje.
EliminarBuen micro, Lorenzo.
Que bonito y poético. Se agradece un personaje así aunque sea de ficción.
Eliminar
ResponderEliminarREFLEJO
Los expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno. Pero pronto se dieron cuenta que era un espejismo, una superchería, algo que el temor a lo desconocido les hacía ver. Siguieron su camino, descubrieron y arrasaron nuevas civilizaciones, sometieron a sus gentes, les arrebataron su identidad y aniquilaron su orgullo.
Montados en sus caballos, blancos, negros, rojos y bayos prosiguieron su camino, perpetuaron sus conquistas.
Siempre a distancia, una figura espectral, guadaña en mano, les seguía.
Jo, da 'yuyu' seguir con el narrador a tus expedicionarios, Salva... A la Muerte no se la encontraron delante, sino que iba tras ellos; tampoco a uno de los Jinetes del Apocalipsis, sino que ellos eran el Apocalipsis.
Eliminar¿Y a qué civilización o civilizaciones pasadas, presentes y futuras les adjudicaremos esa tarea de exterminar a las otras? ¡Tenemos tanto donde escoger...!
Miedo me das, pero enhorabuena.
Saludos.
Me has llevado a las historias del tercer hombre, en este caso, en su versión más afilada y oscura. Muy buenas esas hordas que son empujadas sin saberlo por la dueña, al fin y al cabo, de todas sus vidas. Un abrazo.
EliminarPues a mi me has llevado a la conquista de América, aunque también me haces pensar en posibles movimientos migratorios en algún no demasiado lejano futuro, cuando la muerte en forma de hambre, guerra, cambio climático...empuje a los pueblos a buscar espacios, aunque estén ya ocupados. Muerte por delante y muerte detrás. Buen reflejo, Salvador.
EliminarGrande, Salvador, a mí también me has llevado a rescatar la leyenda negra.
EliminarA mi me da que pensar en el reflejo que nos relatas. Hoy ria aun sin caballos ni jinetes seguimos siendo testigos de la imposición del conquistador y del paso inevitablemente de la de la guadaña por si se han dejado algo pendiente. Muy bueno Salva, muy bueno.
EliminarERAN ELLOS
ResponderEliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalípsis y los demás, nada bueno. Por la ventana de la posada asoma su cabeza la joven Dulcinea que asustada por el rugir de los caballos teme que vengan en busca de su joven doncel que es el dueño de su amor para llevárselo a la guerra y por el que está dispuesta a luchar con sus armas de mujer. Nada de lo que pensaba era cierto, aquellos hombres eran mensajeros del rey su señor que venían a recaudar los pocos reales que ella conseguía sirviendo a los nobles que pernoctaban en su humilde casa y a los que ella con tanta delicadeza recibía entre sus piernas, de algo hay que vivir decía una vez hecho el trabajo.
Esta Dulcinea tuya no es del Atlántico, Me ha chocado un poco lo del rugir de los caballos, como si fueran leones, pero buena imagen de otro tiempo muy diferente...¿o no tanto? Eran ellos, metiendo miedo. Besos.
EliminarNunca me había encontrado con una Dulcinea tan de saldo y esquina aunque debo reconocer que le has dado tal abrigo de clase y pragmatismo que me hacen rendir armas. Vocabulario en sintonía y original desarrollo de la idea. Un abrazo.
EliminarA ver, Puri, corazón, que has elegido para la prota tu mismo nombre de guerra ¡no será esto autobiográfico, espero!
EliminarSorpresa y alivio, y me ha gustado.
Un beso.
Hola, Puri, hemos empezado con homenajes a nuestros avatares o nicks. Podría ser una secuencia ficticia con ese joven doncel hijo del fallecido Don Quijote, y recurriendo a lo que sea por sacar adelante al heredero del ingenioso hidalgo.
EliminarOjiplatica me he quedado con ese giro final, Dulcinea. Muy interesante el desarrollo que le has dado a la frase.
EliminarAbrazos
Hola gracias a todos por comentar mi micro, estuve fuera y no pude daros las gracias antes, y me alegra que os gustara, por cierto Rafa no tiene nada que ver con mi persona, es totalmente inventado el argumento.
EliminarAbrazos y besos para todos.
Puri
La Ley de la relatividad
ResponderEliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno. El sol del atardecer alargaba aquellas sombras hasta casi rozarlos y, al grito de “piesparaquéosquiero”, iniciaron una cobarde y desordenada retirada en la que, si alguna vez las hubo, desaparecieron jerarquías, escalafones y cualquier resquicio de discriminación por razones de sexo, raza, religión o rango. Dejaron de correr cuando se sintieron a salvo, unos sobre los árboles de un frondoso bosque, otros, parapetados detrás de las rocas más grandes que encontraron a su paso y los demás, cuando se dieron la vuelta y contemplaron la verdadera magnitud de aquello que tanto les había horrorizado.
Muy de Juancho. Tiene tu sello Juancho. No sé explicarlo pero eres único planteado situaciones. Lo cuadras de tal manera que no cuesta ver y participar con los personajes de tus relatos. Encantando de leerte de nuevo. Un abrazo.
EliminarA mí cuando llevan filosofía o cierto grado necesario de interpretación profunda, me da miedo destrozar el relato con mi visión, pero a mí me ha llevado a reflexionar, a un alegato de que no hay que prejuzgar al otro, al diferente, de que hay que abrirse, tener una visión panorámica, es decir, todo es relativo según el punto con el que se mire. Coincido con Juan Antonio en tu facilidad de planteamientos afortunados.
EliminarPues yo no sé por qué me he imaginado unos conejitos o un rebaño de ovejas al atardecer, Las sombras alargadas a veces dan mucho miedo :o). Encantada de leerte, lagarto.
EliminarUna descripción tan elaborada como inquietante Juancho. Encantada de leerte.
EliminarEVIDENCIAS
ResponderEliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno: que si el Colgado, que si el Diablo, que si el Loco ... Dejaron el dinero sobre la mesa y salieron corriendo sin esperar la interpretación sobre lo que el futuro les depararía en su viaje de vuelta. De los que partieron nunca más se supo. De Rodrigo sí. Temeroso de lo que aquel tarot pudiera augurar, decidió quedarse y montar un casino al lado de la vidente. En seis meses, ella, abrumada por la competencia, tuvo que cerrar su choza. Al parecer no se apercibió de que, detrás del Carro, asomaba la carta de la Rueda de la Fortuna.
Los arcanos no tienen secretos para ti, Rafa. De las cartas que citas, hay incluso alguna que correspondería con el devenir de tu historia (el loco si mal no recuerdo son altos y bajos y ruptura del equilibrio para entrar en situaciones de montaña rusa). Te hablo muy de memoria así que no me hagas caso. En lo que sí tienes que hacerme caso es en lo bien que escribes y lo fresco que te ha quedado el relato. Menuda manera de que te levanten la chaqueta delante de tu propia cara. Muy bueno. Un abrazo.
EliminarAhh te has ido por el tarot y nos has contado una historia divertida. Me encanta seguir los diferentes hilos de la imaginación de cada uno. Visualizo ese casino con neones junto a una chocita de na, pero una vidente que no ve bien tiene poco futuro de ualquier modo ;o)
EliminarJaja, Rafa, muy bueno. Me gusta cuando usas ese toque gracioso, satírico e irónico que guardas dentro
EliminarMmm. Que buen giro hacia el azar el tarot y lo inesperado. No le veo yo un futuro muy prometedor a la pitonisa sin intuición, la verdad. Que acertadas las cartas que has elegido...
EliminarAbrazos
Muy pícaro tu Rodrigo y una original forma de seguir la pauta del relato.
EliminarRumbo al fin de sus días.
ResponderEliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno.
Al despertar de sus ensoñaciones, comprobaron que estas no eran más que el presagio de lo que siempre temieron, y que ahora tendrían que aceptar, ya que el galeón hundía la proa irremisiblemente hacia aquel abismo de negrura ingente.
Unos se lamentaban, entre lágrimas, de su triste final. Otros revivían rápidamente sus vidas sabiendo que ya no darían más de sí.
Y entre la negrura nadie reparó en la traición del capitán, que ascendía de nuevo al mundo de los mortales en busca de mas almas temerarias a las que comandar hacia el fin de sus días.
Muy bien, Alfonso, me ha gustado mucho tu relato. A cada línea iba navegando en diferentes naufragios de barcos, he estado en el Titanic, en el crucero ese del
EliminarCapitán que huyó... Etc hasta he visto a Moby Dick... Venga gracias por las letras que has dejado por aquí.
Alfonso. Me has traído a la cabeza al Holandés Errante. No sé si iré muy desencaminado. En cualquier caso has exprimido la frase para sacar una gran historia llena de aciertos. Me alegra ver que también estás en este barco. Un abrazo.
EliminarA mi también me ha recordado a Los Piratas del Caribe ;). Estupendo micro con un final que me ha encantado "en busca de mas almas temerarias a las que comandas hacia el fi de sus dias". Genial.
EliminarAbrazos
Estos capitanes que no son los últimos en abandonar el barco...cómo proliferan últimamente. Bien, Alfonso.
EliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno parec... Justo en ese momento se despertó.
ResponderEliminar“Qué tonterías sueño últimamente. Ayer arrastraba un carrito; la sed, el hambre, lo gris, amenazaban mi existencia. Anteayer me convertía en un enorme insecto. El jueves conducía un coche de caballos mientras todo a mi alrededor ardía. El miércoles me escondía con mi familia en un refugio...”
Empezaba a preocuparse, cuando cayó en la cuenta de que todos esos sueños se hallaban en su estantería, descubría algo maravilloso: de noche revivía las historias de los libros que había leído.
“Ahora mismo, esta vieja solterona, se va a comprar Emmanuelle, ¡faltaría más!”
El título podría ser.... "Dime qué lees y te diré con quién sueñas"
EliminarMuy bien, Rosy, me ha encantado, ese otro lugar de utopías y ensueños que son las letras del papel.
EliminarJajaja, qué bueno. Si es que lo mejor de la literatura es cómo nos adereza el día a día, ¿verdad?
EliminarMe ha encantado.
Abrazos
Me ha parecido un relato muy simpático y muy bien construido. Ahí anda el reflejo que desprende alguien seguro de sí mismo y con más ganas de mirar hacia delante que hacia atrás. Seguro que se acaba leyendo los tres de las Sombras de Grey. Un abrazo.
EliminarQue bueno, Rosy, habrá que pensarse mucho que leer. Haré caso a tu solterona, a ver que pasa.
EliminarUn abrazo
Ja,ja,ja. Rosy, me voy a pensar muy bien lo que leo antes de dormir a partir de ahora, ja,ja,ja. Un beso.
EliminarEs curioso como han salido varios micros humorísticos con una frase tan espeluznante como inicio jejeje. Muy divertido, sí.
EliminarBrillo ardiente
ResponderEliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno.
La montaña se erguía imponente ante ellos, vomitando pedruscos, fuego y cenizas, rodeada de una niebla espesa de polvo negro. La tierra temblaba y los hombres empezaron a dudar, pero el Capitán esgrimió el machete, " no hemos llegado hasta aquí para volver con las manos vacías, mataré al que vacile".
Las masas de fuego siguieron cayendo, sembrando el caos entre las filas, hasta que uno gritó, "¡oro!", y corrió a coger una de las piedras recién lanzadas, que brillaba recubierta de líquido dorado.
Muchos dejaron la vida, pocos volvieron con algo más de lo puesto y alguno, regresó sin manos.
Ohhhh! Me encanta la Justicia que emana de tu texto aunque para redondearlo el Capitán tendría que haber perdido las manos el primero. Por aquello de dar ejemplo ;).Me ha gustado mucho la idea del volcán, qué giro más afortunado, Esther.
EliminarUn abrazo
Creo que tu relato ajusticia algunos valores de esos tan humanos que hacen que el mundo va como va. Tu texto está lleno de fuerza. Pones muy bien en situación ambiente. Un abrazo.
EliminarInteresante escrito, y no sería un político ese capitán, pues a mí me ha recordado a uno.
EliminarMuy amables todos. Gracias por comentar.
EliminarEsther
¡Ayy la avaricia! Igual de escasa es la generosidad que el oro ¿por qué no se le da tato valor? Ah,,,porque no es material. Buen derrotero, Esther.
EliminarHola Esther, ¡cuánto tiempo...! que no te despisten mis pinos; soy Rosy, y ya sabes que en la próxima quedada, ojalá en tu tierra, te invito a un desayuno, jajaja
ResponderEliminarQue incautos los siervos y que avaricioso el mandamás, por otro lado, "normal", el que sirve siempre hace el trabajo sucio.
Buen micro.
Un beso y a ver si coincidimos en otra.
Gracias Rosy, encantada de saludarte y esperando próximo encuentro.
EliminarUn abrazo, Esther
Los expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno.
ResponderEliminarTal era el aspecto que presentaba maese Rodrigo tras los años pasados en las mazmorras enemigas: ojos hundidos, mejillas descarnadas y piel amarillenta cubierta de pústulas y bulbos. Su cuerpo esquelético cabalgaba a lomos de un rocín de similar suerte, que volvió sobre sus pasos con desesperado galope. No pudieron ver reflejadas en sus pupilas dilatadas por el miedo sus propias imágenes: victoria, guerra, hambre y muerte habían llegado para salvarle.
Qué bien se lee el sufrimiento en tu descripción del personaje, aunque debo estar un poquito espesa porque no se si lo he terminado de entender muy bien. Le han rescatado, ¿no? aunque el rescate no le va a hacer olvidar los horrores de los que ha sido testigo... Creo.
EliminarBesotes
Yo me pierdo justo en el clímax, a partir del no, una lástima no haberlo entendido del todo porque la atmósfera creada promete.
EliminarA mí también me gira un poco todo, pero será culpa mía seguro. En cualquier caso me ha gustado como has construido las imágenes. Los 4 jinetes siempre al rescate. Un abrazo.
EliminarYo intuyo que le has dado la vuelta a la frase y que los expedicionarios eran los jinetes..pero a estas horas ya me cuesta tener clara la mente, mañana lo leo de nuevo. Un abrazo.
EliminarYo lo he interpretado como Salamandra. Gran micro, un vocabulario muy preciso y adecuado.
EliminarLA CUEVA
ResponderEliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno. Sobre la pared norte de la cueva se erguía la figura grabada de un ser tan espeluznante y extraño, que a no dudar debía ser de otro mundo. El más intrépido del grupo siguió avanzando cámara en mano, mientras los demás lo seguían con cautela. De nada ayudaban las enormes estalactitas que amenazaban con desprenderse del techo. Se oyó un chasquido y un resplandor devolvió, por un segundo, la luz de la vida a los ojos del ser atrapado en la piedra. Los gritos de susto se solaparon con los del guía de la excursión: “¡he dicho que sin flash!”.
Jjajaja. Qué bueno, Sara, que ocurrente y actual además. Yo me he encontrado con más de una "rara avis" de estas que digan lo que digan, no les importa nada con tal de llevarse una foto a casa. Es más, basta que se les avise que no se pueden hacer fotos con flash, para que se sientan citados, cual Miuras, y no paren hasta sacar la foto de marras.
EliminarUn abrazo.
Muy bien, Sara, creo que el más original de esta primera semana, de momento.
EliminarCoincido con Lorenzo. Es un relato muy original y muy bien dirigido hacia esa sonrisa final. Enhorabuena. Un abrazo.
EliminarMe encanta Sara, por su naturalidad y verosimilitud ;o) . Un abrazo
EliminarUn final inesperado y muy divertido.
EliminarBuen y divertido giro final :)
EliminarAy, lo que no haríamos por una buena foto para luego compartirla por estas redes virtuales jaja.
ResponderEliminar¡Gracias por comentar!
Me enteré ayer de vuestra propuesta de escritura veraniega. Habéis conseguido que me ponga a escribir, y eso es difícil, ya que llevo una temporada de sequía absoluta :-)
Abrazos.
En unas horas continuamos en http://utopiasyficciones.blogspot.com ¿Cuál será segunda frase de Microrrelatos al azar?
ResponderEliminarDerecho de conquista
ResponderEliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno. Acercándose un poco más, arrastrando los pies ateridos, más que caminando, por aquel árido paraje, pudieron distinguir el esqueleto enhiesto de un infante frente a un árbol seco. La imagen, aterradora igual, suponía un miedo reconocible, casi confortable.
Quedó en manos del más joven de la partida, hacerse cargo de la instauración de un nuevo principado sobre aquel peñasco. Como todo patrimonio una capa raída y una espada oxidada, que hubo de arrebatar él mismo de los restos petrificados.
(yo siempre echando la verja, je je)
Uy! O sea que realmente fue así y no como nos lo han contado ¿no? Vaya con Arturo y su Excalibur, jajaja
EliminarAbrazos
MALA SIMIENTE SOBRE LA FAZ DE LA TIERRA
ResponderEliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno.
Horrorizados, comprobaron que aquel humano era capaz de ver su forma real tras la ilusión de sus disfraces de molino. Aunque le derrotaron, tras una corta deliberación decidieron no quedarse a comprobar si volvía con un ejército. Regresaron a su planeta de origen e indicaron en su informe que, debido a la existencia de seres clarividentes entre los que poblaban aquel planeta, desaconsejaban su invasión por no poderse llevar a cabo con el habitual protocolo de sigilo y silencio que caracterizaba a su raza.
Chapó. Me lo pones difícil, Maese.
EliminarMucho ingenio en tan pocas palabras.
EliminarQué original visión del famoso Caballero. Así que, en vez de tener los sesos "vueltos agua", nos salvó de una inminente invasión extraterrestre. Viva tu imaginación.
EliminarEL VIGÍA
ResponderEliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno.
El soldado —que, sentado en el suelo húmedo de lluvia y sangre devoraba un brazo con la mano cubierta por un guantelete de hierro— les miró con curiosidad y emitió un alarido sobrenatural.
De inmediato, los cientos de cadáveres del extenso lodazal salpicado de armas, estandartes y monturas mutiladas, respondieron al unísono a la llamada de su compañero.
Muy visual y un final con mucha fuerza, Vicente
EliminarCoincido con Ignacio en su comentario: visual y con fuerza. Cuántas versiones diferentes da una misma frase, esto es lo bonito de la literatura.
Eliminar¡Madre mía! Y llegaron los zombis. Desde luego original el giro que le has dado, angustioso, inquietante...¡Estupendo!
Eliminar
ResponderEliminarLos expedicionarios se quedaron espantados, unos creyeron ver la estampa de la Muerte, otros, uno de los Jinetes del Apocalipsis y los demás, nada bueno.
Fue tan solo un segundo, una mirada que traspasó a los que allí se encontraban.
La pequeña escultura que descansaba sobre aquel pedestal, los había mirado. Estaba seguro de eso. Su sangre se había quedado congelada durante un tiempo, en el que vieron pasar ante sí toda su vida. Las imágenes que mas le habían impactado fueron aquellas que le recordaron las atrocidades que iban dejando a su paso. Y allí petrificados, como soldados de terracota, quedaron para la eternidad.
Bienvenida Virtudes! Muy bueno el giro a la frase de inicio. Ya los imagino, como si les hubiese mirado Medusa, ¿verdad?, con sus últimas imagenes impregnadas en la retina, quietos, vueltos piedra, para siempre. Muy bueno. Gracias por participar, guapetona.
EliminarHola Izaskun, llego un poco tarde a tu semana. Pero no he querido perderme la ocasión de participar en ella.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nunca es tarde para escribir, Virtudes. Bienvenida, adelante. Te animo a que visites también los demás blogs de mis compañeros y participes con las diferentes frases. ¿quién dijo miedo? ;)
EliminarUn fuerte abrazo.