Esperó hasta dormirse y soñó con otra Navidad. Una en la que pudiera combatir al frío desde su hogar, con bufandas de espumillón; donde atacar significase lanzarse a degüello sobre el postre, y en la que una conquista equivaliese a un instante en los labios de una mujer. El frio le despertó entre melodías teñidas de nostalgia y elevó su mirada al cielo cubierto de estrellas. Veinticuatro de diciembre de mil novecientos catorce.
Acudió presuroso al aviso del centinela y al asomarse con cautela por encima de la trinchera, descubrió un trapo blanco ondeando en las filas enemigas.
Una estrella fugaz surcó el cielo.
Pidió un deseo.Mi despojito semanal al REC
Izaskun, ay las guerras. Deberían estar prohibidas todas, bueno no todas, como bien indicas en tu micro, las de besos, las de risas, las de fiesta..., en definitiva las que no matan deberían estar obligadas.
ResponderEliminarMe ha gustado como has recreado la Navidad alejado de casa y como has conseguido que los deseos se cumplan con esa paz en el frente.
Besos.
Muchas gracias Nicolás. Es que últimamente ando enfrascada en muchas lecturas bélicas, y claro, eso se refleja.
EliminarBesicos.
En cuanto a mensaje creo que el mejor conseguido de los que te he leído, bueno quizá no porque siempre lo haces todo a lo grande, pero esa estrella fugaz que es la que los debe guiar hacia el verdadero camino de la paz es muy bonita, preciosa, excelsa... Enhorabuena por tu micro REC de esta semana. Me ha encantado.
ResponderEliminarLoren majo, ¡Qué grande eres! Me alegro de ir por el buen camino y aprender de todos vosotros.
EliminarMillones de besos.
Contundente... De los que más me ha gustado, mucho en poco, supongo que eso es la esencia de los micros. Bravo!
ResponderEliminarBesos!
Muchas gracias Ana. Vuestra opinión es muy importante para mi. Me alegra conseguir transmitiros mis sensaciones.
EliminarBesicos.
Excelente recreación de esa imagen, no sé si verídica o cinematográfica, de los soldados saliendo de las trincheras para darse una tregua y celebrar la Navidad. Muy, muy, muy bueno. No sé en que estaban pensando los de REC para dejarse escapar esta joya.
ResponderEliminarBesos
Gracias Anna eres muy amable. Si. Hace referencia a la Tregua de Navidad de la Primera Guerra Mundial, que fue real, pero el episodio del soldado tan solo ha sucedido en mi imaginación.
EliminarBesicos
Estupendo micro, como siempre, Izaskun.
ResponderEliminarRecreas con tu micro esos sueños del soldado que luego, durante unas horas, pudieron convertirse en realidad en el episodio histórico de la Tregua de Navidad. No hace mucho que vi la película y he recordado a Daniel Brühl y el gran momento cinematográfico en que el sacerdote se deshace de la cruz.
Gracias Ignacio. Eres el crack de los comentarios. Me alegra haber disparado tu memoria e imaginación. Es una inyección de ánimo. Muchas gracias.
EliminarBesicos
Preciosa combinación de imágenes y sensaciones. Un tema tan duro como la guerra tratado con una sensibilidad muy propia de ti. Enhorabuena, Izaskun. Un beso
ResponderEliminarGracias Concha, es un empujón de emoción saber que os ha gustado.
EliminarBesicos.
Supongo que el deseo sería que aquella tregua entre los contendientes se prolongase.... Qué bien has juntado los sueños con una historia real, películas al margen. Es estupendo, Izaskun.
ResponderEliminarOhhh, gracias Luis. Me has alegrado el rato con tu visita y comentario. Un besote, majo.
Eliminar¡¡Paz!! Pero sin ganadores ni vencidos. Solo Paz.
ResponderEliminarBesines,