Halloween I: Origen y significado.

La palabra Halloween es una contracción de “All Hallows ´Eve”; una frase hecha del siglo XVI, de origen escocés cuyo significado es “Víspera de todos los Santos”. 

Sin embargo, originalmente, esta festividad nada tenía que ver con la iglesia, ni con los difuntos, sino con los ciclos relativos a las estaciones. En realidad esta celebración pagana procede del pueblo celta, donde se conocía como Samhain (palabra derivada del irlandés antiguo), que significa fin del verano y se consideraba el comienzo de un nuevo año para ellos. 

Este pueblo dotaba a la festividad una carga esotérica importante, ya que suponía una brecha abierta a través de la cual las almas de los difuntos podían atravesar su mundo y llegar a este. Como la Nochevieja en nuestra época, el Samhain era un punto de inflexión desde el que realizar una reflexión acerca de los días ya pasados y también para intentar atraer un buen año mediante algunas costumbres como: encender hogueras, practicar la adivinación, el sacrificio de animales, etc. 

Parece ser que la tradición de las vestimentas característicamente terroríficas de este día se deben a que por la brecha de la que hemos hablado antes, podían pasar tanto los espíritus buenos como los malos, siendo estos últimos muy temidos, ya que tenían la facultad de pedir bienes, y si su solicitud no era satisfecha podían importunar a las familias e incluso maldecir las cosechas. Por eso, para evitar que las malvadas ánimas los abordasen y les pidiesen sus donaciones, los antiguos pueblos trataban de camuflarse entre ellos disfrazándose de la forma que ellos imaginaban más parecida a la apariencia de los espíritus. 

Con la llegada de los romanos y sus múltiples deidades, se combinaron la fiesta de la cosecha romana en honor a Pomona (diosa de las frutas) junto con el Samhain celta y se incorporó la costumbre de emplear manzanas para festejar este día. 

Más adelante, con la aparición y asentamiento del cristianismo, las festividades paganas se reemplazaron por otras más acordes con la nueva religión. De esta manera, el día de Todos los Santos pasó del 13 de mayo al 1 de noviembre. 

Pero la consolidación de esta fiesta en el Nuevo Continente, tardará un poquito más. Será en 1840, cuando hordas de irlandeses llegan a Estados Unidos tras la gran hambruna e importan sus costumbres entre las que se encontraba la “Víspera de Todos los Santos” cuando Halloween comience a ser conocido. Fue creciendo en popularidad desde los primeros años veinte, siendo su momento álgido tanto de asentamiento como de difusión los años ochenta gracias a las series de televisión y al cine.