Microrec: Rojo Pasión
martes, 10 de noviembre de 2015
Salen sigilosamente de las habitaciones de sus hijos y se deslizan de puntillas por el pasillo hacia la sala, al abrigo de la oscuridad. Allí, como cada noche, amparados por el silencio, se sonríen cómplices y retoman su relación justo donde la dejaron cuando nació su primogénito. Él se sienta al ordenador y se aísla en su mundo virtual en tanto que ella se pinta las uñas de rojo pasión; a la espera de que comience su serie favorita.
La aportación semanal al REC.
Feliz día.
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Pues no sé si era tu intención, pero a mí se me antoja como otro tipo de felicidad. Tan válida como cualquiera. Siempre das en clavo tú. Abrazos!
ResponderEliminarBueno, es el cambio vital que se ha impuesto entre los dos tras su paternidad y he tratado de retratarlo...
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Bueno, coincido con Luz, es un giro o vuelta de tuerca quizá un tanto raro, pero que funciona perfectamente en el relato.
ResponderEliminarBuen intento Izaskun.
Saludos.
Es posible que haya quedado un poco forzado, Alfonso. No quedé especialmente contenta con el resultado pero ya sabes como es el REC. No da tiempo para más vueltas ni retoques ;)
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A primer golpe he pensado que podía ser triste pero también realista, lo que creo muy positivo es que no deja indiferente, Izaskun.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias Marilú. No fui consciente al escribirlo de la doble lectura que podía suscitar, pero lo veo como algo interesante.
EliminarAbrazos
Coincido con Luz, cuando llegan los niños, es tal el vuelco que te da la vida, que retomar esos momentos a los que antes no dabas importancia, te produce una sensación de extraña felicidad, de reconquista. A mí me ha gustado mucho. Suerte en la próxima. Besosss!! Y enhorabuna por tu ENTC.
ResponderEliminarMuchas gracias Juancho, veremos qué nos depara el hueco de debajo de la cama...Todavía no me creo lo de ENTC, estoy feliz y algo nerviosa que este mes me toca ser jurado y quiero hacerlo bien.
EliminarEspero que tú también tengas mucha suerte, y si el universo conspira, ¡conocernos en breve, enteciano!
Sí, sí... un acuerdo tácito que tiene poco de complicidad y mucho de comodidad...
ResponderEliminarUn abrazo
Si es que no se puede explicar mejor, rubiademivida.
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