The Ghost and the Bone-Setter & The drunkard´s Dream de Joseph Sheridan Le Fanu

lunes, 25 de marzo de 2013





Todavía no he comenzado dos de los retos a los que me apunté a principio de año; el de los autores del realismo y el de los libros en inglés. En estos días he intentado poner remedio a esto, y he comenzado la lectura de un pequeño librito de nivel que contiene dos breves relatos: “ The Ghost and the Bone-Setter” y “The Drunkard´s Dream” de Joseph Sheridan Le Fanu.


Como señalo, son cuentos breves aunque bastante interesantes. El primero de ellos nos introduce a través de un párroco irlandés en una superstición local: la creencia de que la última persona que ha sido enterrada en un camposanto tiene la obligación de proveer de agua a sus compañeros de cementerio para saciar la sed del purgatorio.


Este párroco nos transmite la historia del padre de uno de sus feligreses. La historia que le transmitio el hijo de éste se refería a Neil. Éste era un carpintero de renombre y también un poco dado al alcohol. Vivía cerca de un viejo castillo en el que habitaba el alma del antiguo señor, que solía dedicarse, en la noche, a romper botellas y vasos y a beber toda aquella bebida espirituosa que encontraba en su camino.


Un día, Neil tuvo que vigilar el castillo, para lo que se aprovisionó con una botella de whisky y otra de agua bendita. Además, con el fin de no pasar sólo y en guardia la noche contó con la compañía del mayordomo del castillo, Larry, pero para desdicha del carpintero, el habitante del castillo cayó dormido en seguida.


La tormenta, el miedo, algo de alcohol y la superstición hicieron que esa noche fuera inolvidable. El antiguo señor, que huele a azufre y debe abastecer de agua a todos sus compañeros se personó y le solicitó ayuda a Neil para que le acomodase su pierna (rota en un accidente de hípica). Queriendo controlar el dolor, el viejo fantasma toma la botella y bebe un largo trago de lo que cree que es whisky, pero que resulta ser agua bendita.


Este suceso desencadena un final inesperado tanto para el borrachín de Neil, que a partir de entonces será mucho más piadoso y acudirá a los oficios sin falta, como para el viejo señor.






En el segundo cuento, es el mismo párroco el que nos introduce en otro interesante relato. En esta ocasión refiere el mundo de los sueños como forma de redención de los pecados de un hombre incorregible, historia que nos relata con detalle por haberla vivido en primera persona.


Pat Connel, hombre alcohólico y carpintero de profesión se encuentra moribundo, y su hija pide al párroco que le otorgue el último auxilio. Cuando llega al lado del hombre, el pastor nada puede hacer por él, puesto que el médico acaba de confirmar su muerte. Sin embargo en unos instantes, Connel vuelve en sí gesticulando y con una mueca de horror en su cara.


Será días después cuando el cura pueda volver a visitarlo, y cuando Pat le cuente al párroco su vivencia personal en un lugar demasiado parecido al infierno y del que ha logrado escapar durante un mes asegurando al propio Satanás que volvería al cabo de ese tiempo.


Atemorizado por cuanto había vivido, quería confesarse y cambiar de vida. Así se lo dijo al párroco, y así fue. Se convirtió en un buen trabajador, en una persona ordenada y diligente que había dejado de lado el alcohol. Tras unos meses, se encontró con un antiguo amigo que le convidó a una copa que le deparó inexplicablemente, un viaje sin retorno.



Joseph Thomas Sheridan Le Fanu (1814-1873). Escritor irlandés de cuentos góticos y novelas de misterio y terror modernos, estudió derecho en el Trinity College pero pronto cambió la toga por el periodismo. Publicó muchos trabajos por entregas y trabajó para varios periódicos como el Dublín University Magazine y el Diblin Evening Mail. Los temas de sus cuentos suelen ser recurrentes y hacen referencia a la aparición de fenómenos sobrenaturales.

1 comentario :

  1. Los relatos me gustan, y estos terrores clásicos los suelo disfrutar mucho...
    Besines,

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