Microfilias: La última noche del año
jueves, 2 de enero de 2014
—Te falta valor—dijo ella clavándome sus provocadoras pupilas.
— Acepto— contesté taurino citado por el perfecto contorno que ceñía su vestido rojo.
Apoyé el codo en la mesita de cristal y agitando los dedos sonreí nervioso. Nunca me había medido en un pulso con una mujer, pero «¡Qué demonios!», pensé; «un reto es un envite, una provocación, un duelo que no tiene porqué desarrollarse entre iguales». Sin embargo, ella me sorprendió nuevamente.
—Yo pongo las reglas— y tras un segundo teatral continuó— . Será un pulso diferente. Tu lengua contra la mía. Y pierde quien se rinda primero.
Increíble. Finalizar el año entre los labios de una mujer como aquella era un sueño. «¡Qué suerte la mía!» celebré mientras asentía. Ella se acercó felina y tomando mi rostro entre sus manos dio comienzo al pulso.
Repasó con la punta de su lengua el cuadrilátero dentado en que se había convertido nuestro duelo. Libaba, lamía y succionaba “a tempo”: adagio, moderato, allegro… Las sienes me palpitaban al ritmo ardiente de mi cuerpo mientras un incómodo cosquilleo ascendía tras mis rodillas.
Desperté horas más tarde en el cubículo de los aseos del local, con una aguda resaca como única compañía para descubrir que, junto con la consciencia, había perdido el alma abultada de mi cartera.
Microrrelato para Viernes Creativos.
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Jajajaja, claramente perdió el duelo jajaja.
ResponderEliminarabrazos
Quizas para la siguiente sea un poco mas cauto....jijiji Gracias por pasarte y comentar. Un abrazo
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