Mortal y Rosa de Francisco Umbral

miércoles, 15 de enero de 2014



En Mortal y rosa, sobrecogedora y tierna elegía de la infancia, Francisco Umbral evoca la muerte de su hijo. Desde la inhóspita revelación de la pérdida, el escritor construye un largo monólogo en que la muerte actúa como coartada maravillosa que convierte su pesadilla humana en una fuerza catártica y liberadora. Francisco Umbral procura el reencuentro en la evocación, y cada sensación es un continuo superar la existencia inerte, cada objeto una excusa para la reflexión: «sillas de paja infantil, graves mecedoras, caballos de crin celeste me preguntan por ti, se preguntan por ti.» Con «esta corporeidad mortal y rosa, donde el amor inventa su infinito» —verso de Pedro Salinas que preludia el texto—, el escritor aborda una cantata de belleza y originalidad máximas, que desborda todos los rencores, porque, como señala en una frase que bien pudiera glosar la obra, «el hijo es un relámpago de futuro que nos deslumbra. Por él, por mi hijo, he visto más allá, más adentro, y más lejos, y quizás, ay, eso basta».





 

Francisco Umbral (Madrid, 1932 – Madrid 2007) fue un controvertido y prolífico escritor. Cursó la carrera de Periodismo y la desarrolló en sus primeros años en El Norte de Castilla, La Voz de León, Proa y El Diario de León. Su gusto por la Generación del 27 marcó su personal forma de escribir junto con su difícil bagaje personal. Tertuliano del Café Gijón, coincidió allí con Cela gracias a quien publicó sus primeros escritos. Tan conocido por su extremo carácter como por sus numerosas novelas, murió en 2007 de un fallo cardiorrespiratorio.



Con la lectura de este libro he cumplido dos objetivos que eran importantes para mí. El primero, acercarme a un autor que tenía totalmente condenado por desagradable (¿quién no recuerda el “yo he venido aquí a hablar de mi libro”?). Y el segundo, ser capaz de finalizar una obra que a priori imaginaba muy dura por la temática que trataba.



Por eso comencé a leer casi de puntillas, con la seguridad de que antes o después tendría que hacer un receso, coger aire y asumir la crudeza de la realidad que esperaba encontrar entre sus páginas. Pero inesperadamente, he encontrado un libro diferente; que dice más por lo que no muestra que por lo escrito, porque toda la obra es un discurrir en círculo alrededor de la herida abierta del escritor por la temprana muerte de su hijo.



El libro se estructura en una especie baile que lleva varios movimientos: merodea alrededor de la llaga, vuelve a su pasado, teoriza acerca de temas dispares desligados del tema principal, y retoma de nuevo el hilo. Umbral divaga demostrando su dolor y su conocimiento del lenguaje manejándolo a su antojo; igual describe su cuerpo como hace una referencia velada al mito de la caverna o nos dibuja a base de recuerdos parte de su infancia en el mismo tono en que habla acerca de las disciplinas artísticas.



En esta especie de diario, como él lo bautiza, nos deja ver su interior tal cual es, descarnado, sexual, incómodo en ocasiones y extraño en otras, pero sin engaños ni mentiras. Y es que debo reconocer que pese a la inicial reticencia, he disfrutado con su forma de expresarse, que quizás pueda recordar en algunos pasajes a Delibes o Carrasco— aunque algo más áspero— y mi libreta de apuntes se ha llenado con muchas anotaciones.



Si bien no me han quedado ganas de leer algo más del escritor, reconozco que su prosa tiene mucho de lírica y que recrearse en ciertos párrafos está más que justificado. Con todo, no es una lectura ligera a la cual acercarse alegremente sino que exige pausa y cierta atención, por lo que recomiendo su lectura aunque reconozco que no será del agrado de todos los públicos .



¿Conocéis la obra de Umbral?¿Qué os parece?
Soy toda oídos.

Feliz día

12 comentarios :

  1. No me lo he planteado ni como reto, así que no voy a pasar por ese esfuerzo que me supone leer a Umbral, alguien desagradable que, como Cela, me alejan de su obra. Me conforme con leer tu opinión, mucho más agradable para mi ;)

    Besos

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    1. La verdad es que si de antemano sabes que te va a suponer mas esfuerzo que disfrute entiendo perfectamente que lo dejes pasar. ;))
      Un besote

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  2. A mi también me produce ese efecto este señor y otros pocos. En estos casos, reconozco que mejor separar "personaje" y obra. Sé que no es un libro fácil pero lo tengo entre mis pendientes, he leído párrafos sueltos y algunas impresiones que me hacen querer curiosear. Buscaré el momento propicio.
    Un beso

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    1. Esa era un poco la idea. Ser capaz de separar la imagen del autor con su obra y aunque su personalidad se refleja en la novela no me ha parecido tan horrible como esperaba en un primer momento. Acercarse leyendo algun parrafo en esta obra tampoco esta mal porque no es una historia co comienzo nudo y desenlace. Es una buena opción.
      Besos

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  3. A mí este autor no me llama nada, creo que me siento un rechazo similar y no me animaré a probar con sus libros
    Besos

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    1. Es que lo de este señor era muuuuy fuerte. A mi me ha costado años decidirme a darle una oportunidad a sus escritos ;))
      Besos

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  4. Lo he leído y no terminé de cogerle el punto al libro. Me costó horrores terminarlo
    Besos

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    1. Es un poquito denso en algunas partes, y divaga bastante, pero aún con todo me parece que tiene grandes imágenes y una prosa fantástica.
      Besos

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  5. Tener mala opinión de alguien por hacerse respetar en un programa en directo en Televisión me parece cuando menos discutible. Si es sólo por esa famosa frasecita, no vamos a perder el tiempo. Si se trata de que te cae mal por su físico o por las opiniones de otros sobre él pues dice bien poco de uno como lector.
    Creo que hay que tener claro que una cosa es la obra y otra el personaje y quedarse con la obra porque no hay otra.

    Yo creo que 'Mortal y rosa' no es el mejor libro para introducirse en la literatura de este genio. Recomendaría empezar por otros libros, 'Dias felices en Argüelles', 'La noche que llegué al café Gijón', 'Travesía de Madrid', 'Capital del dolor'...

    Saludos

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    1. No me parece mal que intentase hacerse respetar, pero de alguien como él se esperaba al menos un mayor grado de educación. No entro a valorarlo por su físico y, afortunadamente no necesito la opinión de los demás, sino que dispongo de la mía propia que guste o no, es lo que muestro aquí. Coincido contigo en que hay que separar obra y personaje, y te agradezco tus recomendaciones acerca de este autor a pesar de que te escudes en ese "Anónimo".
      Saludos

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  6. Me gustan las lecturas diferentes =)
    No he leído nada del autor, ya va siendo hora!

    Besotes

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