Las correcciones de Jonathan Franzen

martes, 22 de abril de 2014



Alfred Lambert es un ingeniero de ferrocarril cuya percepción de la realidad empieza a resquebrajarse a causa del Parkinson. Su esposa Enid, tras cincuenta años de matrimonio, sigue obsesionada con mantener el orden en su enrome casa de un barrio residencial, y se empeña en desterrar del universo familiar cualquiel indicio de pertubación. Los tres hijos se establecieron en la costa Este años atrás, lejos del hogar familiar. El mayor, Gary, es un alto ejecutivo bancario, un modélico padre de familia a quien empieza a resultarle difícil convencer a su esposa y a sí mismo de que no está deprimido. El segundo, Chip, fracasó en un  trabajo inmejorable en el mundo académico y se ha enfrascado en un nuevo proyecto de dudosa legalidad. La hija menor, Denise, extremadamente capaz y competitiva, ha alcanzado  el éxito como chef de un restaurante de moda, pero sufre los reveses de una vida sentimental inestable y desafortunada. En el país, la realidad económica corrige las expectativas sobrevaloradas del mercado bursátil. Los medicamentos más avanzados corrigen los transtornos del ánimo. Pero, en el ámbito de la familia, ¿pueden los hijos corregir los errores de sus padres? Y en un orden de cosas más concreto, ¿logrará Enid reunir a todos sus hijos para pasar una última Navidad juntos?

Esta es una de esas novelas que he leído gracias a vuestras recomendaciones, porque reconozco que a priori, nunca la hubiese elegido de las estanterías. Fue una sugerencia de Moli, del blog "Cosas que (me) pasan", y ha sido una lectura algo difícil (es una novela extensa y mi falta de tiempo ha hecho que en ocasiones haya perdido un poquito el hilo) aunque conforme avanzaba en la novela, esa sensación ha dado paso a otras muchas que os comentaré a continuación.

Jonathan Franzen (Chicago, 1959) escritor estadounidense, se graduó en Estudios Germánicos  y continuó sus estudios de Filología germanica en Berlín. Trabajó en el laboratorio de sismología de
Harvard, circunstancia que le ayudaría a escribir una de sus novelas, “Movimiento Fuerte”. Su andadura literaria comenzó en 1988 con La ciudad veintisiete, en 1992 publicó “Movimiento Fuerte”, pero fue con Las Correcciones (2001) la obra con la que saltó a la fama y que le concedió el National Book Award. Posteriormente, ha escrito algunos libros de ensayos “Como estar solo “ (2002) y autobiográficos como “Zona templada” (2005) y “Zona Fria” (2006). Será de nuevo en 2011 cuando este autor influido por Fitzgerald, Roth o Delillo, salte a la fama con Libertad, al ser citado como uno de los libros favoritos de Barack Obama y calificado como una “obra maestra” por el Sunday Book Review del New York Times.

Narrada en tercera persona, esta novela cuenta la historia de una familia del medio oeste americano, los Lambert de St. Jude, que deben adaptarse a una nueva situación. Los padres (Alfred y Enid) ya son ancianos y uno de ellos además padece parkinson, por lo que la jerarquía familiar habitual debe modificarse. Los hijos deben tomar el mando y ser, para variar, el puntal al que puedan asirse los ancianos. Pero no todos lo aceptarán por igual. Gary, Denise y Chip, además de enfrentarse cada uno a sus respectivas circunstancias vitales, encajarán la situación familiar de muy diferente forma: hay quien lo aceptará con naturalidad, quien intentará ignorarlo y quien se empeñará en negar la realidad.

Posiblemente sean los personajes la parte que más me ha gustado del libro, porque están realmente bien construidos. Qué digo bien. Incluso mejor, pero no os lleveis a engaño. Probablemente ninguno de ellos os guste del todo, porque están tan bien descritos, son tan humanos que, como en la vida real, sus defectos (que inevitablemente os harán identificaros con alguno de ellos) están presentes en cada situación. Y los personajes, junto con las relaciones que se establecen entre ellos, son el punto fuerte del libro. Aunque también describe perfectamente el ambiente estadounidense de finales de los noventa, con su sociedad consumista y mercantil, la idealización de la bolsa y las acciones, que desembocarán (esto lo sabemos ahora) en la grave situación de crisis económica mundial que padecemos.

El autor en estas extensas páginas tiene el lugar apropiado para mostrarnos sus dotes de escritor y exponer diferentes formas de acercarse a un personaje (a veces lo presenta directamente, y otras en cambio, se sirve de una historia paralela para llegar finalmente al individuo en cuestión), para flirtear con el surrealismo (en las alucinaciones seniles de Alfred) y entretejer las relaciones de los personajes (tanto en persona como mediante correos electrónicos).

Estamos, en fin,  frente a un libro de “desnudo”, de esos que nos muestran apariencias envidiables, y luego, página a página el autor nos va desmitificando el maravilloso entorno, las fantásticas circunstancias que rodean a una familia, los personajes idílicos, etc, para terminar mostrando la más áspera realidad, con cada uno de sus miedos, de sus caprichos y de sus miserias. Franzen expone en Las correcciones el aislamiento, la incomprensión y el perfil más o menos desangelado de todos los miembros de esta familia sobre la que planea la sombra de la enfermedad, de las drogas, de la impotencia, del suicidio, de la soledad etc.

Un libro recomendable aunque quizás no para todo el público, porque su lectura escuece. Avisad@s quedais.
¿Conocíais al autor? ¿Os animáis?

8 comentarios :

  1. Una historia complicada y muy realista, sin duda. Me has despertado el interés por leerla.
    Un saludo.

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    1. No he leído Libertad, su otra novela famosa, pero parece ser que esta es mejor así que te animo a que la leas.. Ya nos contarás
      Besitos

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  2. Pues no me importa que vaya con escozor. SIempre que sea en el momento adecuado. Esta novela está en lista hace mucho, me gusta sobre todo esa alusión al desnudo de la historia o de los personajes.
    Besos

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    1. Cierto realismo se agradece entre tanta ficción superficial, ¿verdad? Bueno, pues aquí seguro que lo encontrarás, Marilú. Espero que te agrade su lectura.
      Besos

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  3. Yo creo que de entrada tampoco me habría fijado en este libro pero lo que has contado me ha llamado la atención así que podría animarme
    Besos

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    1. Creo que te podría encajar la lectura porque te gustan mucho las historias familiares... Ya nos comentarás si te animas.
      Un gran beso.

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  4. Elijo escozor, aunque con protección, que ya vale!! Muy buena reseña. El libro lo tengo, pero lo tenía por un libro difícil, no sólo por la extensión.

    Gracias, Filias. Besos.

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    1. Jajaja. Eres mundial, Ana. Arriba el Profilaxis Power, jaja. Creo que el libro no es tan difícil, sino que no estamos acostumbrados al estilo del autor (lo de la extensión es sólo cosa mía, no es tan largo; es que sencillamente tengo poco tiempo y encima de forma intermitente; una gloria, oiga).
      Besotes grandes

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