Por más que le recomienden tomarse las cosas con calma, y que su
mujer, naturista convencida, quiera inculcarle los hábitos de una aburrida vida
sana, Luis no gana para sobresaltos. Su primera mujer, Carmen, se ha casado con
su primo Óscar, un arribista que no sólo se ha quedado con ella sino también
con el puesto al que aspiraba Luis en la empresa de energía eólica para la que
trabaja. Entre llamada y llamada de su madre para hablarle de la tensión
arterial, Luis intenta resolver los conflictos de su hijo pequeño en el
colegio, preocuparse de los líos de sus hijos mayores con las drogas de diseño,
asumir que sigue enamorado de Carmen y aplaudir las actuaciones de un peculiar
payaso que conoce gracias a sus hijos. Mientras, el viento hace girar las palas
de los aerogeneradores como saetas de un reloj que descuenta el tiempo que le
queda de vida. Así, entre complicaciones crecientes y vivencias al límite, el
equilibrio algo inestable de su situación inicial acaba volviéndose un descontrolado
desequilibrio estable lleno de giros hilarantes.
No sé
qué me pasa últimamente. Voy de equívoco en equívoco. Esta vez, creí que el
libro de hoy era de relatos, y no es así. Cuando me di cuenta del error,
continué leyendo a ver qué me deparaba el librito que a priori parecía bastante
ameno y con situaciones cercanas a las de las comedias sitcom (no en vano el
protagonista es un aficionado guionista freelance de este género). Incluso
pensé que, por una feliz casualidad había topado con uno de esos libros
medicina de los que hablábamos hace poco, pero conforme fue avanzando la
trama, la comedia se fue transformando en tragicomedia y los tintes
despreocupados y humorísticos se tiñeron con los colores de la cruda realidad
que pretendo ignorar los escasos minutos del día que dedico a leer. Qué le
vamos a hacer.
Pero
bueno, no me adelanto. A pesar la sonrisa congelada que se me quedó en la boca
al ver el camino que llevaba la trama y de todos los equívocos (o quizás debido
a ellos), me ha gustado bastante. El título hace referencia a la película Vive
como quieras de Capra pero que Joaquín Berges, ha versionado para
que encaje mejor con las circunstancias de los personajes.
Joaquin Berges (Zaragoza, 1965). Este prolífico autor estudió Filología
Hispánica en la Universidad de Zaragoza para ingresar posteriormente en el
departamento internacional de una empresa donde desarrolla su carrera
profesional. En 2009 publicó El Club de
los Estrellados, premiada en el Festival du Premier Roman; en 2011 será Vive como puedas la obra que verá la luz
con gran acogida de crítica y público. El año siguiente, en 2012, publicará Un
estado del malestar galardonada con el premio Cálamo Y este 2014 publicará La línea invisible del horizonte.
El
protagonista es Luis, un hombre de mediana edad que tiene una situación
personal cuando menos curiosa. Desempeña un trabajo que no le llena, pero al
que se ve obligado a recurrir para poder subsistir, dar comida, cobijo y abrigo
a sus cuatro hijos (tres propios y otro de la anterior pareja de su segunda
mujer). Su matrimonio no es que sea la bomba, pero en vista del fracaso del
anterior (a pesar de que sigue enamorado de Carmen) se ha acostumbrado a Sandra
y sus rutinas (que nada tienen que ver con su personalidad). Su madre le acosa
para informarle puntual y diariamente de sus valores de tensión arterial, el
trepa de su primo ha conseguido arrebatarle todo cuanto le importaba... y en
este punto su vida es una bolsa tan hinchada que está a punto de explotar.
La
forma de dar salida a tanta presión no es otra que sobrellevar el día a día a
base de paracetamoles mientras escribe guiones que envía a productoras y que
estas le devuelven sin éxito.
Su
forma de ver la vida y de enfrentarse a los acontecimientos cotidianos, sin
embargo, hacen de él un personaje cómico, preso de situaciones hilarantes cuya
existencia se debate entre el surrealismo y la depresión. Por eso comienza a
escribir un diario, que es desde donde nos habla, aunque Berges también
intercala algunas secuencias actuales, que subrayan y matizan lo que Luis nos
transmite, y que no sé si me han gustado demasiado, la verdad, aunque entiendo
que hay capítulos en los que es necesario dar algunas explicaciones que de otra
manera (usando el diario) no hubieran sido posibles para el autor.
Un
libro curioso, este Vive como puedas. Tanto como su estilo narrativo, ya
os digo. Sorprendente por inesperado, fácil de leer y muy ágil. Una novela
ingeniosa y entretenida, que despierta sentimientos dispares, y que deja un
buen poso.
¿Qué?¿Os
animáis?
Feliz día
Este libro me pareció humorístico como cuentas, pero también me hizo pensar mucho a pesar de lo penoso del personaje principal.
ResponderEliminarUn saludo.
Justo como me pasó a mi. Carcajada va, carcajada viene, y de repente, ¡zas! risa congelada y reflexión densa.
EliminarUn besote
Parece que lo inesperado ha sido para bien y eso siempre es una alegría, mucho mejor que encontrarte con un libro que es tal cual habías imaginado pero mal ejecutado. Me acordaré de él si algún día lo veo en la biblioteca. 1beso!
ResponderEliminarMe alegra haberlo leído a pesar del equívoco, Tizire, la verdad.
EliminarUn beso
Hola, Izaskun, cuando hablas del libro de hoy te refieres a algo en concreto, un club de lectura o algo? Vive como puedas, buen título.
ResponderEliminarQué va Lorenzo, es una forma de hablar...Ya me gustaría tener un poquito más de tiempo para compartir con un club de lectura. Así seguro que le sacaría muchas más chispas a todas las lecturas. Tiene que ser la mar de enriquecedor.
EliminarUn abrazote.
Hola, Filias.
ResponderEliminarVive como puedas, me gusta mucho la frase y la continuaría diciendo: y deja vivir.
Con tan buena reseña dan ganas de leer todos los que comentas.
Ah, ya tengo El aviso de Paul Pen, a ver si me pongo a leerlo. No me tientes más...
Un besazo.
jjaaja, gracias a tí Towanda por tu amabilidad, guapa. Seguro que El Aviso te va a durar un suspiro ya verás... Yo, por tentar que no sea ;)
EliminarFelices días preciosa
Al final parece que no salió tan mal ¿no? Yo también estos días pensé que tenía entre manos un libro medicina (como tú le dices), no por divertido, sino por BUEN libro. Y vaya patata. No veas el cabreo que me agarré, pero bueno, el cabreo también fue terapéutico ;)
ResponderEliminarBesos
Uy pues más vale que al final le buscaste la utilidad, no? ¡Da una rabia cuando tienes buenas expectativas y resulta ser un ladrillo...! En fin, al menos no fue el caso de este libro. Del que comentas...ya nos dirás (¿o es el de la Hondonada? ;))
EliminarBEsotes
Tienes razón, a veces buscamos conscientemente en la ficción un refugio alejado de la realidad y si ni así podemos... apaga y vámonos. Pero, bueno, no ha ido del todo mal la cosa. Yo no te digo ni que sí ni que no. Quizá, si en una librería el libro se me pone a tiro, no lo descarte...
ResponderEliminarBesines,
Me sirve como lección. No tengo que dejarme llevar ni por las portadas, ni por las sinopsis... Jajaja.
EliminarEn fin. Al final no salió del todo mal así que no me quejaré.
Besos
Bueno, estas sorpresas a veces salen muy bien o menos bien. La verdad es que no lo descarto, me ha parecido muy de lo cotidiano y eso me llama siempre.
ResponderEliminarBesos
Está bien que lo tengas en la recámara, nunca se sabe.
EliminarBesos.