Etgar Keret nos ofrece unos cuentos muy cortos que se suceden al ritmo
trepidante de la vida israelí, revelando una realidad insoportable y
conmovedora a la vez: la de una sociedad que intenta distanciarse del
absurdo de los conflictos bélicos de la región. Los cuentos de Keret nos
provocan violentas risotadas por sus profundas inmersiones en el humor
más negro y su enorme ironía. Moviéndose entre la vida corriente y la
fantasía, expresan su disconformidad e incomodidad ante la realidad,
hablan de la violencia, de la debilidad humana, de perdedores sin
ambiciones, de soñadores que todavía creen poder cambiar el mundo y,
también, de la generación de los treintañeros incorregiblemente apegados
a la infancia, y todo ello en un lenguaje coloquial, precipitado y
natural en el que se reconocen las técnicas del pastiche, del kitsch y
del vídeo clip.
Lo bueno que tiene ir cumpliendo primaveras (en
teoría), es que una cada vez se conoce más. Lo cual no quiere decir que no
tropiece exactamente en las mismas cabezonerías los mismos errores de
siempre. Como ejemplo, la lectura de hoy.
Ya iba avisada por Marilú, pero una que es terca
y descendiente directa de Sto. Tomás, no puede por menos que tocar las llagas
con las manos, o lo que en este caso viene siendo comprobar leyendo el libro de
turno, que mi blog-compi tiene toda todita la razón.
Estaba tan entusiasmada con el primer libro de
relatos que leí de Keret, que cuando encontré esta recopilación, no pude por
menos que llevármela a casa. Y no es que sea mala lectura, sino que es ¿cómo
diría yo? Como si vieses un genio prometedor, pero al que todavía le falta un
poquito para madurar, para redondear por completo su obra. Esa es la sensación
que he tenido al leerlo. Además, reconozco que hay algunas narraciones bastante descarnadas y duras (truculentas, como dice Marilú). Aunque los relatos siguen la trayectoria y características
propias de Keret que tanto me gustaron en su obra anterior, están, en general, menos pulidos, son algo más imperfectos y menos universales, aunque se vislumbran los vericuetos mágicos de la
imaginativa y original mente del autor.
¿Y vosotr@s? Contadme, por favor. ¿Habeis elegido una lectura pese a que ya estabais advertidos de lo que podría pasar?
Feliz día.
No soy demasiado aficionada a los relatos por lo que con este no me animaré
ResponderEliminarBesos
Si no es el género que más te gusta, creo que es lo mejor. ¡Así le das un poco de respiro a la infinita...! Un beso grande, guapísima.
EliminarLo tengo en el punto de mira, advertencias incluidas, pero es que hay advertencias que son como un trapo rojo delante de un toro... Advertida estaba, readvertida voy ;)
ResponderEliminarbesos
Jajaajaj Ana, eres tremenda! Pues hija, adelante, ya nos contarás ;)
EliminarBesos mil
Pues sí que he elegido lecturas que me habían advertido y, a pesar de todo, yo erre que erre... Es lo que nos pasa a los cabezones pertinaces! El libro no me tienta mucho, la verdad, aunque los relatos me encantan. 1beso!
ResponderEliminarSi te gustan los relatos te recomiendo " De repente llaman a la puerta" del mismo autor, que me encantó. Creo que no te dejará indiferente.
EliminarBesos
Pues yo no te voy a "reprender" por cabezoneria porque ahí tengo mi propia marca :) nada que no te haya dicho, algunos tremendos por brutales. Me dejó buenas sensaciones en cuanto a su forma pero en contenido más bien ojiplática en algún punto.Pese a todo, me toca seguir tu recomendación e ir a por el otro título :)
ResponderEliminarBesitos
PD: Gracias por la mención, me ha hecho gracia verme por aquí dando avisos.
Jajaja. Te lo he puesto en bandeja para decirme el consabido "ya te lo advertí"... gracias por no hacerlo ;) La cabezonería... Qué le vamos a hacer. El otro lo recomiendo sin ningun género de dudas.
EliminarBesos y besos y besos otra vez.