Microfilias: La máscara
viernes, 9 de mayo de 2014
«Habrá un futuro mejor para todos», aseguró mientras mostraba en una estudiada sonrisa sus perfectos dientes blancos y la sala estallaba en aplausos narcotizados. Estaban todos tan seducidos que iban a vender al precio de un voto y a cambio de una falsa promesa, el destino de sus almas en los próximos cuatro años. Quizás por eso nadie pareció fijarse en el aroma azufrado que despedía el político, ni en el apéndice rojo que asomaba tras los faldones traseros de su exclusiva americana.
Relato ganador de la semana 28/4 al 2/5 en Cadena Ser Castellon
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Hay demonios de muchos tipos, pero estos encantadores de serpientes son de los peores, una vergüenza para los habitantes del inframundo, je je.
ResponderEliminarAbrazos.
Es que no puedo evitarlo. Me caen fatal. Probablemente habrá alguno bueno (como las meigas que haberlas haylas), pero de momento son tan reales como mazinger z. Ufsss.
EliminarAbrazos
Es que nadie se fija en los detalles. Ni siquiera en las contradicciones tan evidentes y ruidosas. Así nos va.
ResponderEliminarBesos!
Efectivamente Anica hija mia. No nos damos cuenta de que en los detalles está el quid de la cuestión. A ver si empezamos a espabilar...
EliminarBesos mil
Jejejeje, muy actual y muy bueno, ese apéndice debería ir con cascabeles o algo.
ResponderEliminarBesos
Pues creo que tal y como estan las cosas ni así elegiriamos bien...
EliminarBesitos
No hay peor diablo que el que anda entre nosotros. Qué razón llevas. Un beso
ResponderEliminarCierto Concha. Muchas gracias por pasarte y comentar. Un besote
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