Vaya, al final este reto va a sacar mi lado oscuro a la luz, ja ja. Suelo ser muy cuidadosa en este aspecto, y me gusta devolver con puntualidad los libros que me prestan. Sin embargo, confieso que hay un ejemplar que por circunstancias se ha quedado conmigo más tiempo del debido. Se trata de Opus Nigrum, de Marguerite Yourcenaur.
Me lo prestó una gran amiga con la que, tiempo atrás, quedaba para tomar un café o charlar con regularidad. Sin embargo, cosas de la vida, nuestros encuentros se fueron espaciando cada vez más y hace ahora más de un mes que no nos vemos. Y la última vez fue en un funeral; así que mal momento para propiciar una conversación literaria o para devolver el libro. A ver si ahora con las fechas que llegan puedo rascar un poquito de tiempo al reloj y quedo con ella una tarde. Me encantará disfrutar de una charla literaria que seguro que me depara un montón de recomendaciones (y así le devuelvo el libro, por supuesto).
Os dejo los comentarios para vuestras confesiones; ¿Son vuestros todos los ejemplares de vuestras estanterías?
Feliz día.
Toditos. No consiento que nadie se quede con uno de mis libros y, por lo tanto, respondo con la misma moneda, claro está.
ResponderEliminarBesines y feliz semana,
Eso es lo ideal, Carmen, pero hay veces en que sucede...
EliminarBesicos
Como Carmen, todos son míos. Y ya, como ella también, no presto ni un libro salvo a alguien de muchísima confianza, porque he perdido muchos a lo largo de mi vida (que es como si me hubiesen amputado un órgano vital).
ResponderEliminarBesotes.
A mí al principio me dolía un montón, pero después, he pasado a dejar muchos menos y todos ellos con el ex-libris. No me ha ido demasiado bien de todas formas, aunque sé básicamente quién los tiene. Ell@s, en cambio, no recuerdan ni siquiera dónde están las novelas. ¡Ay!
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A mí me faltan varios libros. Lo peor es que sé a quienes se los entregué, pero cuando los he reclamado, me dicen que no los encuentran. La Edad Prohibida de Torcuato Luca de Tena, se lo presté a mi cuñada, fue el primer libro que me regaló su hermano cuando empezamos a salir, nunca lo recuperé.
ResponderEliminarY aquí en casa tengo El jardinero fiel, de un amigo que se lo prestó a mi marido. Ya estoy hartita de decirle que se lo devuelva pero aquí sigue.
¡Me pasa igual, Virtudes! Ahora mismo lo comentaba con Montse. Es una pena, pero para estos casos me consuela la máxima de mi madre: "si algo pasa es porque tiene que pasar". En fin. Quien no se consuela es porque no quiere ¿no? ;)
EliminarBesos mil.